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62 Legislatura: El principio y el fin (5ª y última parte)

62 Legislatura: El principio y el fin (5ª y última parte)
Periodismo
Agosto 24, 2021 22:12 hrs.
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Por Efraín Flores Iglesias › guerrerohabla.com

Así como Morena tuvo en su bancada a diputados grises, polémicos, levanta dedos y calienta curules, sus opositores del PRI y del PRD tampoco cantaron mal las rancheras. De hecho, algunos de sus miembros son expertos en ganar elecciones en sus distritos, pero en la mayoría de los casos son pésimos para debatir en tribuna o para presentar iniciativas de ley o puntos de acuerdo parlamentarios.
Es más, no todos los diputados priistas y perredistas destacaron en las comisiones legislativas a las que pertenecen. Se entiende que no les gusta figurar mediáticamente, pero sí se molestan cuando se les cuestiona su deficiente desempeño y bajo perfil.
De Morena se entiende que la mayoría de sus integrantes llegaron al Congreso local gracias al efecto AMLO y con un total desconocimiento del quehacer parlamentario. Por eso cometieron muchos errores porque se dedicaron a aprender hacer leyes y a jugar al Congresito.
Lo cuestionable del asunto es que los priistas Verónica Muñoz Parra, Olaguer Hernández Flores, Cervando Ayala Rodríguez y Héctor Ocampo Arcos, quienes han sido diputados en anteriores Legislaturas, no destacaron en el debate parlamentario ni en la presentación de iniciativas de ley que hayan beneficiado a los guerrerenses.
Lo mismo ocurrió con la diputada Aracely Alhelí Alvarado González, quien sólo iba a las sesiones para votar por las propuestas que presentaban algunos de sus compañeros de bancada o cuando se aprobaban algunos nombramientos de representantes de órganos autónomos que enviaba el titular del Poder Ejecutivo estatal.
En 2018 y sin ningún mérito político, más que ser hija de Antelmo Alvarado García, ex dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), Aracely Alhelí Alvarado fue incluida en la lista de diputadas plurinominales del PRI, como ocurrió con Muñoz Parra, quien desplazó a otros militantes que sí tienen trabajo político y que desde hace varios años exigen ser tomados en cuenta.
Olaguer Hernández, por ejemplo, sus únicos méritos son: la gestión social y ganar elecciones cuando él compite en el distrito XIX de Eduardo Neri y que abarca los municipios de Leonardo Bravo (Chichihualco) y General Heliodoro Castillo (Tlacotepec), en este último fue alcalde en el trienio 2009-2012. Pero en el debate parlamentario, trabajo en comisiones y la presentación de iniciativas de ley, está totalmente reprobado.
Asimismo, y como ocurre con los diputados de Tierra Caliente, Olaguer Hernández ha evadido hablar de la presencia de grupos criminales que operan en el distrito que representa.
Cervando Ayala y Héctor Ocampo quisieron figurar al inicio de la LXII Legislatura, pero al final decidieron llevarla de a muertito.
Los que sí destacaron en el quehacer parlamentario fueron Héctor Apreza Patrón, Heriberto Huicochea Vázquez, Alicia Elizabeth Zamora Villalva y Jorge Salgado Parra, aunque éste último volvió a chapulinear como en 2011. Hoy no se fue al PRD, sino al partido de moda: Morena.
Héctor Apreza fue el principal operador del PRI y el que sacó los asuntos que envió el gobernador Héctor Astudillo Flores al Congreso. Mientras que Alicia Zamora y Huicochea (hoy titular de la SEG) dieron la pelea en tribuna.
EL PRD Y SUS MIEMBROS. – En las elecciones de 2018, el Sol Azteca ganó solamente cuatros distritos locales: el XVIII de Pungarabato (Ciudad Altamirano) con Celeste Mora Eguiluz, el XX de Teloloapan con Robell Urióstegui Patiño, el XXIV de Tixtla de Guerrero con Bernardo Ortega Jiménez, el XXVI de Atlixtac con Fabiola Rafael Dircio. Y por los votos obtenidos en los 28 distritos locales, el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) le asignó cuatro curules bajo el principio de representación proporcional.
Celestino Cesáreo Guzmán, Dimna Guadalupe Salgado Apátiga, Alberto Catalán Bastida y Perla Edith Martínez Ríos fueron los cuatro diputados plurinominales de dicho instituto político.
Era una bancada de ocho integrantes, pero días después de instalada de la LXII Legislatura, Pablo Amílcar Sandoval Ballesteros, coordinador de Morena en ese entonces, convenció a Celeste Mora para abandonar dejar la fracción perredista y sumarse a la chairo-bancada.
De las tres legisladoras, Fabiola Dircio fue la que jugó un papel de bajo perfil. Pero fue la única perredista de todo el estado que logró ganar un distrito electoral federal en las elecciones del pasado 6 de junio: el 06 de Chilapa de Álvarez.
Dimna Salgado y Perla Edith Martínez jugaron un buen papel en las comisiones en las que formaron parte, pero en el debate parlamentario no figuraron para nada. Y se entiende: llegaron al Congreso sólo para representar los intereses políticos de sus cónyuges: Víctor Aguirre Alcaide y Jesús Evodio Velázquez Aguirre, dirigentes de Unidad de Izquierda Guerrerense y Nueva Mayoría (apéndice de los Chuchos), respectivamente.
De los cuatro legisladores varones, el que tuvo un pobre desempeño fue Robell Urióstegui. Mientras que Celestino Cesáreo, Alberto Catalán y Bernardo Ortega destacaron con sus intervenciones en tribuna y en construir acuerdos con los coordinadores de otras fracciones y representaciones parlamentarias.
Alberto Catalán, por ejemplo, fue presidente de la Mesa Directiva en el segundo año de ejercicio de la LXII Legislatura, demostrando en ese tiempo ser un digno representante del Poder Legislativo ante los titulares de los poderes Ejecutivo y Judicial.
Al inicio de la Legislatura, Celestino Cesáreo y Bernardo Ortega acordaron alternarse la coordinación de la bancada perredista. Y así fue. El acuerdo fue respetado.
Ambos personajes tienen un estilo diferente de hacer política, pero lograron que el PRD no fuera avasallado por la ensoberbecida bancada morenista.
El gran error la bancada perredista fue admitir que un caballo de Troya formara parte de sus filas. Me refiero al diputado Servando de Jesús Salgado Guzmán, quien del 2018 a la fecha ha formado parte de cuatro bancadas. Y no sólo eso, en las pasadas elecciones fue candidato del PAN a diputado local en el distrito II de Chilpancingo. Y perdió.
’El Puma’, como lo conocen en el sector transportista del estado, llegó a ser diputado gracias al PT, partido que abandonó días después de instalarse la LXII Legislatura para brincar a Morena; y en Morena sólo duró unos meses, ya que fue expulsado por indisciplinado.
Luego de ser expulsado vergonzosamente de la bancada morenista, se declaró diputado ’independiente’. Pero sus amigos Bernardo Ortega y Evodio Velázquez lo invitaron para sumarse al PRD, del que se separó al poco tiempo porque no le cumplieron el berrinche de ser candidato a la Alcaldía de Chilpancingo.
¿Y qué creen? Deja el PRD y brinca al PAN… y del PAN se regresa otra vez a Morena.
No cabe duda que dicho sujeto es el rey del transfuguismo político en Guerrero.
Así las cosas, con los diputados del PRI y del PRD.
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E-mail: efrain_flores_iglesias@hotmail.com
Twitter: @efiglesias

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