A 60 años de distancia, los grandes cambios

Deseo que esta narración sea de su interés, la redacté antes de la muerte de Fidel Castro, a quien conocí personalmente cuando yo era preparatoriano y de eso comentaré más adelante. Su amigo JHV.

Era el lunes de la tercera semana de noviembre de 1956. Rafael Díaz de León y su servidor, jóvenes universitarios, decidimos ir a las oficinas del diario Zócalo. Después de tomar café en el Tibet Hams, frente a la Alameda Central, subimos al décimo piso de Avenida Juárez 64. Nos recibió un señor alto, mal encarado, el Jefe de Información del diario, Enrique Vázquez Herrera. Le dijimos que deseábamos ser reporteros. La respuesta fue inmediata y nos extendió ’la orden de trabajo’ para cumplirla ese mismo día. Así comencé como reportero diarista; Rafael ya había laborado en otro diario, Atisbos.
Se dice y se escribe rápido: eso fue hace 60 años. Jamás imaginé la evolución que se produciría en el ejercicio de la profesión periodística. Pasamos del uso de las cuartillas (hoja tamaño carta, en papel revolución) al empleo de la computadora. Enviar por telegrama la nota reporteada fuera del Distrito Federal, se antoja algo increíble. Hoy se transmite inmediatamente por teléfono celular o a través de la laptop. De hecho el reportero-redactor ya no existe como tampoco hay las románticas redacciones; la tarea del reportero gráfico, antes fotógrafo de prensa, también está modernizada.
Entre 1956 y 2016, el mundo se transformó. Se borraron las barreras geográficas. El periodismo impreso está rebasado por la inmediatez del diarismo computacional, con aliados en la radio y en la televisión. La tarea reporteril no desaparecerá, pero aceptamos que quien tiene un moderno celular graba el suceso, lo sube a las redes sociales y en instantes es del dominio mundial. Cuando aquella mañana, del noviembre de 56, caminábamos Rafa y yo a la oficina de ’Zócalo’, cruzamos frente a la de Carlos, Rafael y Luis Amador, autores de la revista ’Tele Guía’ y por el despacho del columnista político Ernesto Julio Teissier Flores. En esa misma semana conocería al director y dueño del diario, don Alfredo Kawage Ramia, un extraodinario articulista y hombre de carácter muy disparejo.
En estos sesenta años la vida se transformó y entre las noticias que impactaron recuerdo la del 4 de octubre de 1957: Rusia lanzó al espacio el cohete ’Sputnik’ con la perrita ’Laika’, se iniciaba la era espacial y los norteamericanos se sintieron derrotados. El 20 de julio de 1969 los habitantes de todo el planeta nos asombramos con la llegada de astronautas, Neil Amstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins, a la superficie de la luna. Con el éxito del Apolo XI, Estados Unidos llevaba la delantera.
Una tercera noticia: la caída del Muro de Berlín. Se reunificaban los alemanes. La construcción del muro comenzó en agosto de 1961 y la destrucción se produjo a partir del 9 de noviembre de 1989. Pedazos de ese ignominioso muro se conservan en diferentes partes del mundo. Casi paralela se dio la desintegración de la Unión de Repúblicas Soviéticas Socialistas, pues comenzó en la mitad de los años 80s y culminó en diciembre de 1991. Las quince repúblicas subsisten independientemente.
Sin duda la noticia más impactante la tuvimos cuando allá por 1975, en la redacción del diario La Prensa, se redujo el espacio donde trabajábamos desde las cinco de la tarde hasta el cierre de la edición. Se armaban los cubículos para instalar los primeros equipos de computación, con aire acondicionado y la prohibición de fumar en esa área. Fue el inicio de una etapa transformadora de sistemas de trabajo y de lenguaje. Los formadores de planas, hoy son los diseñadores gráficos; los linotipos, las cajas, las pruebas de galeras, son parte de la historia. Desaparecieron las cuartillas como auxiliares para anotar datos, declaraciones, así como medida del espacio para redactar la nota por líneas; ahora se mide por el número de palabras y caracteres. En este ya casi finalizado 2016, toda actividad, toda, está ligada a las computadoras y similares.
EL SISMO DEL 85 Y EL DESPLOME DEL PRI
El diarismo mexicano se amplió en los últimos dos años de la década de los 50s, pues empezó el periodismo radiofónico y se consolidaba el televisivo. Recuerdo a Héctor Martínez Serrano, todavía en el activo, en Radio Centro, junto con Roberto Armendáriz y Héctor García Vázquez. Nacho Santibáñez transmitía un noticiero radiofónico a las dos y media de la tarde. Luis M. Farías, extraodinario amigo, a las 22:30 horas nos daba noticias a través de los micrófonos de la XEW. En el Canal 2 el noticiero de las nueve de la noche a cargo de Guillermo Vela y Pedro Ferriz Santacruz, de lunes a viernes. Los domingos los comentarios políticos de Carlos Denegri y El Bachiller Álvaro Gálvez y Fuentes con sus mesas de debate periodístico.
La mañana del 19 de septiembre de 1985 un terremoto, en la Capital del País sembró la muerte de miles de personas, la destrucción de centenares de casas, edificios públicos y privados; en varios Estados también causó estragos. El sismo de la madrugada del 28 de julio de 1957 también fue noticia internacional, originada en el Distrito Federal. Fue cuando se desplomó el Ángel de la Independencia y sacrificaron a una elefanta enloquecida, en la vía pública, que escapó de un circo. Los daños sumaron muchos millones de pesos y se dijo que el número de muertos quedó estimado en alrededor de 700.
Con el respaldo de los presidentes Miguel Alemán Valdés y Adolfo Ruiz Cortines, las mexicanas tuvieron el derecho a votar y ser votadas. Alemán promovió la igualdad de derechos ciudadanos, en el año 1947, a nivel municipal y en 1953 don Adolfo presentó la iniciativa para que fuese federal. En 1954 la primer diputada federal lo fue la nayarita Aurora Jiménez de Palacios y posteriormente las primeras senadoras, en el régimen de Adolfo López Mateos, fueron la sonorense Alicia Arellano Tapia (madre de la actual gobernadora de esa entidad) y la jurista campechana María Lavalle Urbina. Griselda Álvarez Ponce de León nacida en Guadalajara fue la primera gobernadora, no en su tierra natal sino en Colima, en 1979.
Una de las noticias más dolorosas y de trascendencia social, se produjo la tarde-noche del 2 de octubre de 1968, cuando militares, policías uniformados y civiles, se enfrentaron con estudiantes, obreros y campesinos en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco. La crónica más objetiva, con una narración detallada, la redactó mi compadre Félix Fuentes Medina y se publicó el 3 de octubre en las páginas de La Prensa. La pueden consultar en la Hemeroteca Nacional. Se tejieron muchas historias y se vanagloriaron personas que ni siquiera estaban en México, pero escribieron textos como si hubiesen estado en el lugar de los hechos.
Del lado amable hay que mencionar tres eventos deportivos celebrados en nuestro hermoso y lacerado país. En 1970 y en 1986, México fue sede de los Campeonatos Mundiales de Fútbol. La IX Copa Mundial fue para Brasil con su estrella Pelé, mientras que la del XIII Campeonato ’la mano de Dios’ se la concedió a Argentina, con el gol del polémico Diego Armando Maradona. En el inolvidable 68, fuimos los anfitriones de los XX Juegos Olímpicos y cuya organización fue reconocida mundialmente por el cuidado que se tuvo para la realización del evento y las atenciones para todos los participantes. La sede de esa Olimpiada se consiguió cuando era presidente el licenciado Adolfo López Mateos y Alejandro Carrillo Marcor representó a México en la asamblea celebrada en Baden Baden, Alemania, y nos trajo la buena noticia.
La noche del domingo 2 de julio del 2000 en rededor del monumento a la Independencia, en el Paseo de la Reforma, la gente vitoreó al triunfante Vicente Fox Quesada, candidato postulado por el Partido Acción Nacional y así llegaban por primera a la Presidencia de la República y en el 2006 refrendaron su estancia en Los Pinos. El PRI perdió el calificativo de invencible. Su desplome comenzó en 1985, siguió con el frustrado plan del presidente Carlos Salinas que planeó desaparecerlo y Ernesto Zedillo estuvo feliz de la derrota priista.
Impactante el asesinato del presidente John F. Kennedy. El día 22 de este mes se cumplieron 53 años del suceso ocurrido en Dallas, Texas. Como lo fue el del candidato presidencial priista Luis Donaldo Colosio Murrieta, en marzo de 1994, en Lomas Taurinas, Baja California.
Quedo en espera de lo que suceda después de que Barack Obama le entregue al empresario republicano la presidencia de los Estados Unidos de América. El sucesor está hablando de que durará ocho años en la Casa Blanca, muchos auguran que no terminará ni el cuatrienio que ganó el pasado martes 8.
Estimados lectores:
Celebrar 60 años en el diarismo mexicano representa un tramo de la vida profesional de quien vio publicada por primera vez una nota con su firma, en marzo de 1954, en la Revista Dinamismo, editada por el Instituto Nacional de la Juventud Mexicana. La narración que presento, es solamente una parte del camino recorrido en el que, por algunos años, he compartido la aventura reporteril con incontables compañeros periodistas, que prefiero no nombrar para evitar omitir a alguno de mis entrañables colegas.
Doy gracias a Dios y a la Virgen de Guadalupe porque comparto mi felicidad con: mi madre, mi esposa, mis hermanos y mi hermana, mis hijos e hijas, mis nietos y nietas, mis yernos, mis nueras, así como con mi grupo de estimados amigos, colegas y exalumnos de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García.
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