Algo sobre el tiempo

’UN HOMBRE PUEDE MUY BIEN EREGIRSE UN TRONO DE BAYONETAS, PERO NO SENTARSE EN ÉL’.
EL DÍA 17 DE JUNIO CUMPLIÓ 20 AÑOS DE APARECER EL DIARIO ’LA CRÓNICA’, ES MOTIVO DE ALEGRÍA PARA MUCHOS DE LOS QUE APRENDEMOS DE SUS NOTAS Y DE SUS COMENTARISTAS. GRACIAS, MUCHOS AÑOS MÁS.
No sé si por el paso de los años que vuelan en el tiempo o no se sabe a dónde van a parar además de los recuerdos, amanecía antes de las cuatro de la mañana, normalmente es una hora en la que como relojito aparecen los recuerdos o las preocupaciones y me despiertan para decirme que debo atenderles porque el tiempo vuela y la verdad es que yo he gozado mucho del mismo, y a lo mejor, queda mucho menos del que uno piensa. Y no se crea que pienso en la muerte que además será el día que se quiera y se presente sin previo aviso o avisando, lo que sucede es que los que acumulamos años y experiencias debemos entender que pensar en el final no es más que poner un escalón a lo que no se sabe ni conoce… la eterna incógnita a pesar de que nos digan que hay otra vida y que es pasar a la mejor, la realidad científica es que la materia no se destruye sino que se transforma y, eso, pues a veces nos pone a pensar sin tener la fórmula para resolver el enigma, por ello estamos orando, meditando o simplemente sosteniendo la fe y la esperanza: ¿En qué? Pues sabe, como diría el indito, pero hay estamos…
Creo que cuando avanzamos en el tiempo sabemos, por experiencia, que el verdadero tiempo se va acabando y que hay mucho por sorprenderse y por sorprender, por entender y por dejar la incógnita, por sufrir o por llorar, por limpiar el alma o ensuciarla, por dejar los cajones cerrados o dejar las heridas abiertas y los odios o los resentimientos o bien, poner las curitas que si no curan, cuando menos, no lastiman. No se trata de dejarnos sin sentimientos profundos y duros, al contrario, sabemos que debemos hacerlos aflorar para poderles entender; los sentimiento son incógnitas totales y vuelan como mariposas en un sentido increíble dejando la sensación de debilidad cuando son profundos o de fugacidad cuando son serios, en fin, la realidad es que el sueño no es lo que limita el conocimiento, sino el no querer entender y no quererse sorprender ni ser sorprendido; la sorpresa es lo que mueve al mundo dirán los que se decidan a descubrir cosas y la verdad es que todo está ahí, a la vista, y nada descubrimos sino no queremos ver y observar con calma y con paciencia, y esto, solamente se logra en la oración y la meditación y en el sosegar la violencia de los pensamientos, de los recuerdos, de los resentimientos, de los sentimientos y dejarlos partir para que, de pronto, nos salgan las ideas o nos salgan las lágrimas y cualquiera que sea nos dirá mucho de lo que buscamos. El verdadero morir está en dejar de buscar respuestas y dejar de pensar y de soñar. Todos queremos ser felices, es verdad y la felicidad está en las cosas sencillas y nos olvidamos de ellas cuando todo lo materializamos. Olvidamos el cariño, el sentimiento, la sonrisa, la risa, el afecto, el color, el recuero, el perfume, la voz callada y sencilla de la mirada sorprendida en la eternidad. Ahí está la felicidad, cuando vemos la luz que no pueden captar los ciegos y que caminan en el olvido de las cosas porque jamás las entendieron sino por medio de otro tacto que nosotros también tenemos pero que alimentamos con la vista y la luz y el sol y la noche y el color. Yo, jamás he podido explicar un color, solamente lo siento y lo veo y por conocerlo lo imagino, así conocemos el amor y la paz y el silencio…
Y por esa razón es muy grato cuando amanecemos en las primeras horas del día con algo nuevo, con las preguntas o con la respuestas, con los sentimientos aflorados o las lágrimas que limpian el alma y el cuerpo, algunos dicen que las lágrimas las pusieron en los hombres para entender que podemos ser mejores pero no estar por encima de nadie, no son lubricante para deslizarse, sino freno para entender las cosas que no se han entendido ni comprendido en lo que hemos dejado de bueno y de malo, se llora por ello, por lo bueno y por lo malo, pero así se va limpiando el recuerdo. Y así, cuando pelo el ojo y se levanta la pestaña y vuelvo a la vida dejando el sueño para atender los sueños se me antoja volver a escribir no para dejar constancia de las preguntas sino para ir entendiendo, sorprendernos es lo lógico, y por eso, en ocasiones, tenemos miedo, los nuevos caminos no solamente nos dejan cosas nuevas sino nos llenan de temor porque no sabemos a dónde vamos, solamente tenemos los rumbos pero no se saben los destinos, a lo mejor, como son los chinos de misteriosos, ellos, entendieron así que es la función de la brújula en el tiempo… no perder el rumbo y saber a dónde más o menos terminaremos, sin tener la certeza de cuál es el puerto… algunos, queremos el puerto de la felicidad y ahí está…en el conocimiento que nos genera sorpresa y aliento.
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