Contexto Político
Por Efraín Flores Iglesias
La polémica alcaldesa de Mártir de Cuilapan (Apango), Felícitas Muñiz Gómez, anda engallada. Y Luis Walton Aburto, el mandamás del partido Movimiento Ciudadano (MC), ni se diga. La primera acusó este domingo al gobierno de Héctor Astudillo Flores y al Congreso local de ser omisos en el conflicto político que hay en su contra.
’La orden del tribunal es llegar a la presidencia y de eso se tiene que encargar cada una de las autoridades para que nosotros entremos al Ayuntamiento, estamos esperando que nos den la seguridad, queremos las garantías’, dijo al ser entrevistada luego de asistir a un evento de MC en Acapulco.
O sea, quiere instalarse nuevamente en el Palacio Municipal como si nada hubiese ocurrido.
Olvida que un grupo de ediles y ciudadanos decidieron tomar las instalaciones del Ayuntamiento como forma de protesta por las graves irregularidades financieras que ha cometido desde que asumió el poder.
Asimismo, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) determinó el pasado 19 de octubre restablecer a la presidenta municipal de Mártir de Cuilapan en su derecho político constitucional, y ordenó al síndico y a tres regidores que encabezan el plantón en el Ayuntamiento, que se abstengan de realizar actos de violencia y de género que afecten el ejercicio del cargo a Felícitas Muñiz.
Hasta ahí todo bien. El problema es que la señora Felícitas Muñiz quiere confundir a sus gobernados de que la resolución del TEPJF la exonera de los señalamientos de corrupción y nepotismo que ha cometido desde que llegó a la presidencia municipal.
Los que conocen Apango y las demás localidades que conforman el municipio de Mártir de Cuilapan, se pueden dar cuenta del abandono en que se encuentran. No hay obras de impacto social ni gobernabilidad. Lo que sí hay es una nómina en el Ayuntamiento saturada de familiares de la alcaldesa de MC.
La protegida de Luis Walton tiene observaciones en la Auditoría General del Estado (AGE). El 15 de octubre de 2015, el auditor Alfonso Damián Peralta informó que Muñiz Gómez no solventó 22 millones de pesos que ejerció en diversas obras sociales en el periodo 2009-2012.
También reconoció, sin embargo, que el caso de Muñiz Gómez ’es algo especial, ya que ella, en caso de que no pueda solventar los recursos públicos, tendrá que resarcirlos’. (15-X-2015/Agencia de Noticias IRZA).
Eso fue en su primer periodo, pero Felícitas Muñiz regresó al cargo el año pasado y nuevamente hizo de las suyas. No le bastó un trienio para arañar el presupuesto destinado para su municipio.
Se entiende que cuenta con el consentimiento y protección de Luis Walton; de Mario Ramos del Carmen, secretario de Contraloría y Transparencia Gubernamental del gobierno estado y ex dirigente estatal de MC; de Ricardo Mejía Berdeja, coordinador de la fracción parlamentaria de MC en el Congreso local, y de Alfonso Damián Peralta, sobrino del empresario y dirigente de MC en Chilpancingo, Pioquinto Damián Huato.
Por eso Felícitas Muñiz anda engallada y retando al gobierno del estado y al Congreso local para que le permitan seguir sirviéndose con la cuchara grande los recursos de los martircuilapenses.
Mientras amaga con regresar al Palacio Municipal, sus opositores advirtieron que van a mantener su movimiento hasta que el Congreso local resuelva la revocación de su mandato por los actos de corrupción y nepotismo que le imputan. Y para eso retaron para este martes 25 a Luis Walton y Ricardo Mejía Berdeja para que asistan a las 11:00 horas a un debate en las instalaciones de la Delegación 17 del Sindicato Nacional de Redactores de la Prensa (SNRP) en Chilpancingo, para explicarles los motivos que los orillaron a tomar el Palacio Municipal de Mártir de Cuilapan e interponer la demanda de juicio político en contra de Felícitas Muñiz.
Es muy probable que el empresario gasolinero y su pelele coahuilense no acudan a la convocatoria para no exponerse ante la opinión pública al defender lo indefendible.
Ojalá el Congreso local emita cuanto antes su dictamen respecto al caso Apango y busque una solución para que la situación social no empeore en dicho municipio caracterizado por sus altos índices de pobreza, porque es evidente que la alcaldesa no es garantía de paz y progreso.
Por otra parte, Luis Walton debería sacar las manos en Apango y no entorpecer a que la AGE fiscalice los recursos manejados por su protegida. Los habitantes de Apango merecen vivir en paz y que ya nadie los siga saqueando.
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