Un aproximado de 35 millones de personas padecen trastornos por el uso de estupefacientes sin embargo, solo uno de siete enfermos recibe el tratamiento adecuado.
La cifra de personas fallecidas por el consumo de drogas en el planeta se elevó a 585 mil en 2017, frente a las 450 mil calculadas en 2015, un crecimiento de 30 por ciento, lo que muestra que las consecuencias adversas para la salud son más graves y generalizadas de lo que se pensaba.
Sólo en América del Norte se contabilizan más de 50 mil muertes por sobredosis de opioides en 2017, de ellas unos 47 mil, 94 por ciento en Estados Unidos y 13 por ciento más que el año anterior, mientras que en Canadá el número de fallecidos alcanzó casi cuatro mil, un tercio más que en 2016.