Lecturas con pátina
José Antonio Aspiros Villagómez
El miedo a morir durante la guerra en El Salvador, la temeridad de violar la prohibición militar de enviar fuera de Chile noticias durante el golpe de Estado contra Salvador Allende, el orgullo de haber sido discípulo del ’reportero non’ Carlos Denegri, el aprendiz que hizo morderse la lengua al exigente corrector de estilo, la temeridad de meterse al automóvil del presidente de la república para pedirle una entrevista, una explicación de la ’caída del sistema’ que exonera al secretario de Gobernación, las aventuras de un niño dentro de un cabaret, y hasta un rosario de bendiciones, contiene el libro ‘Verdaderos maestros del periodismo’, que fue presentado el pasado 24 de junio.
En una edición de autor, de 323 páginas, el licenciado en periodismo Mario Campa Landeros incluyó, en el primer tomo que publica de siete que serán sobre el tema, las semblanzas, anécdotas, enseñanzas y ejemplos del trabajo de diez periodistas mexicanos que en su mayoría fueron reporteros, y que aún viven los más, lo cual le da un valor agregado a la obra.
A juicio del autor y a manera de antología, esos ’maestros’ son, en orden de presentación, los periodistas José Luis Becerra López, Berta Hidalgo de Gilabert, Fernando A. Irala Burgos, Carlos Ravelo Galindo, Ignacio Zúñiga González, Pedro Alberto Flores Linares, Salvador Estrada Castro, Javier Álvarez Rodríguez, Héctor Manuel Chávez Guzmán y Manuel Mejido Tejón.
Su contenido resulta de gran interés no sólo para los colegas y estudiantes de la carrera en sus diversas denominaciones, sino también para el lector en general porque puede enterarse de cómo es la vida profesional y social de los periodistas, cuáles son sus retos en el trabajo y cuáles sus satisfacciones, por qué tienen o no riquezas materiales y, sobre todo, puede leer fragmentos históricos, interesantes y selectos, de sus reportajes, sus noticias, sus artículos y sus enseñanzas.
Por ejemplo, además de lo ya mencionado, contiene una entrevista al inabordable cronista deportivo Pedro ‘El Mago’ Septién, la crónica cultural de un viaje por Europa, la historia de ’los 41’ que eran 42 pero Porfirio Díaz quitó a su yerno de la lista, un ensayo sobre el verbo más usado por los mexicanos, y fragmentos de muchos reportajes que provocaron impacto en su momento y quedaron para la historia, como es el caso de las entrevistas a quienes inspiraron la obra ‘Los hijos de Sánchez’, por cuya publicación en la época de Gustavo Díaz Ordaz, tuvo que dejar su cargo el entonces director del Fondo de Cultura Económica, Arnaldo Orfila Reynal.
Por lo mucho que de cada uno muestra el libro, el lector puede hacer un juicio acerca de los elegidos para este primer tomo, y hasta enlistar nombres de quienes faltaron, si bien en los siguientes volúmenes de la serie podrían figurar. Mientras, otros grandes de la profesión -como es el caso de Manuel Buendía- son mencionados por aquellos que aparecen en estas páginas.
En su resumen autobiográfico, Mario Campa menciona que sus amigos lo ’retratan’ como ’una mezcla de escritor, poeta, cantante, compositor, bailador de danzón y, por añadidura, periodista’, que fue jefe de redacción en los diarios Novedades, El Universal y Excélsior.
Con la presencia de cinco de los diez elegidos, este libro fue presentado en una sala del Club de Periodistas de México que lleva el nombre de un indiscutible maestro, Renato Leduc, donde la hija del autor, Marión Verónica Campa Ortigosa, habló de la ’pasión’ con que su padre dedicó ’noches, tardes y mañanas’ a dicho proyecto.
Es deseable que en los siguientes tomos de la serie ‘Verdaderos maestros del periodismo’, haya más cuidado en las revisiones de estilo y tipográfica. El libro constituye un eslabón más de la numerosa producción de obras de periodistas sobre periodistas, dos o tres de las cuales, de un solo autor, serán comentadas en las próximas lecturas con pátina.
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José Antonio Aspiros Villagómez
Licenciado en Periodismo
Cédula profesional 8116108 SEP
antonio.aspiros@gmail.com
