De Frente y de Perfil
Ramón Zurita Sahagún
Roberto Borge Angulo se convirtió en el tercer exgobernador que no acude a la entrega de la administración a su sucesor.
Con ello dejó abierta una duda, seguirá el mismo camino que los otros dos exmandatarios que no lo hicieron en su momento y que hoy corren suertes similares.
La ausencia de Borge Angulo del evento de transmisión d poderes era esperado por toda la circunstancia que se desató en torno a las candidatura al gobierno del estado.
El hoy gobernador Carlos Manuel Joaquín González era el favorito para que su entonces partido, el PRI, lo nominara como su abanderado, lo que no satisfizo al gobernador, quien pugnaba por que la designación recayera en su incondicional, José Luis (Chanito) Toledo un joven diputado federal que no tenía mayor mérito que ser amigo de Borge Angulo.
Al ver que su partido no lo respaldaba ni se oponía a los deseos del gobernador de Quintana Roo, Joaquín González decidió aceptar la nominación de una alianza conformada por PAN y PRD, con la que ganó abultadamente al candidato tricolor, Mauricio Góngora.
Desde antes de eso, Roberto y Carlos mantenían un fuerte enfrentamiento, ya que seis años antes, el hoy gobernador fue dejado de lado para que el PRI nominara a Borge Angulo.
Lo peor de todo es que Roberto Borge realizó un gobierno lamentable, señalado por corrupción, desvío de recursos, enriquecimiento, abuso de poder y otras lindezas, además de dejar quebradas las finanzas del estado.
Lo peor de todo, para Borge Angulo fueron las advertencias hechas durante la campaña electoral, donde Carlos Joaquín dejó en claro que al asumir el cargo actuaría en contra de los saqueadores del estado, incluido, lógicamente, el entonces gobernador.
Tal vez fue eso o el berrinche que hizo Borge Angulo al saber del triunfo de su adversario que decidió no presentarse al cambio de poderes y partir, sin destino conocido a preparar lo que será la defensa jurídica de las denuncias que se hagan en su contra.
El antecedente de un gobernador que no se presentó a la transmisión de poderes es la de otro gobernador de Quintana Roo, Mario Villanueva Madrid, quien unos días antes de ello, dejó el gobierno, ante las amenazas que se cernían a su alrededor.
Villanueva Madrid mantenía un conflicto con el entonces Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León, además de otros frentes abiertos, por lo que se libró una orden de aprehensión en su contra, la que se ejecutaría al término de su mandato.
Sabedor de ello, Mario se alejó de su gestión un par de días y Joaquín Hendricks Díaz asumió sin la presencia de su antecesor.
Mario anduvo prófugo por más de seis meses hasta que fue detenido y hoy sufre prisión todavía, que algunos consideran injusta y parte de una venganza ejecutada desde la instancias del gobierno federal.
El segundo mandatario o ya exmandatario que no acudió a la transmisión de poderes es Andrés Rafael Granier Melo, quien prefirió no estar presente en el cambio de gobierno y alternancia que ocurrió en Tabasco en 2012.
Arturo Núñez Jiménez rompió con la hegemonía priista de más de 80 años en ese estado, ganando los comicios con los colores del PRD.
Igual que sucede ahora en Quintana Roo, en Tabasco era un secreto a voces que la administración de Granier Melo era un océano de corrupción y que las finanzas públicas estaban quebradas.
La federación hubo de entrar al rescate del naciente gobierno, pero la advertencia de Núñez Jiménez de actuar en contra de los abusos de poder y de los funcionarios corruptos alertó a Granier Melo, quien se ausentó de la ceremonia de cambio de poderes.
En los casos de Granier Melo y Borge Angulo existen muchas similitudes, ya que en las dos situaciones los gobernantes fueron señalados por abusos de poder y corrupción en sus gobiernos, además de que ocurrió la victoria de un partido distinto al suyo.
Solamente falta saber el destino de Borge Angulo y si correrá la suerte de su compañero de partido, Granier Melo.
Habrá que ver qué sucederá con algunos otros gobernadores que en los próximos días dejarán sus gestiones para la sunción de un nuevo gobernante, también proveniente de un partido distinto al suyo y si ellos si corren la cortesía a su sucesor de acudir al evento de transmisión de poderes.
ARROPAN A GALLARDO JUÁREZ
Ricardo Gallardo Juárez mostró ser una de las mejores promesas con que cuenta el PRD, pues además de hacer una magnífica gestión como alcalde de San Luis Potosí, entregando buenas cuentas por parte de su administración, mantiene un gran potencial para el futuro.
Gallardo Juárez ganó con amplitud los comicios el año pasado, dando al PRD una inesperada victoria (inesperada para sus adversarios, pero sabida en todo en SLP) en la capital del estado y mostró que en solamente un año de gobierno se pueden hacer grandes cosas, a pesar de encontrar un municipio endeudado.
El perredista ya había gobernado Soledad de Graciano Sánchez, dejando un buen sabor de boca a los ciudadanos de esa población y hoy se le advierte un futuro promisorio, donde se anticipa la posibilidad de ser el siguiente gobernador del estado.
Por lo pronto, su primer informe de gobierno contó con la asistencia del gobernador priista de San Luis Potosí, Juan Manuel Carreras López, además del perredista de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, la presidenta nacional del PRD, Alejandra Barrales Magdaleno, además de alcaldes del estado y de fuera de él, como fue el caso del de Zitácuaro.
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