BUHEDERA: Epidemia

Me llega una foto del salón de debates de la Cámara de Diputados con algunos prohombres (y promujeres) desplomados (y desplomadas) en sus curules, roncando a todo lo que dan y una leyenda al pie: INFECTADOS POR EL UÉBOLA.



PELÍCULAS DE HORROR

Me hace un queridolector (mexicano que vive en Nueva York) este curioso comentario: “Término para designar el fenómeno que asocia el terror con la calentura: misattribution of arousal (causa inesperada o equívoca de excitación). Sucede que los químicos que segrega el cerebro al momento de presenciar el horror en el cine son los mismos que se generan previos al cachondeo. De allí que está comprobado que, si quieres acción en una cita romántica, sobre todo si es la primera, una película de horror es tu mejor opción. Te recomiendo “Carrie” (1974) y la de cajón, “El exorcista”. Rara vez fallan. Desde mi muy limitada perspectiva, es gravísimo error tratar de excitarlas con películas aburridas y menos de temas políticos.” Fuente de esta curiosa teoría: http://lovedoctress.com/2013/01/28/why-read-the-classics-the-bridge-study/ De todas maneras, no pienso jamás ir a ver una película de esas: la sola idea de que la galana se me abrace por miedo, me da ñáñaras.



IMPUESTO PREDIAL

Me dice un queridolector: “Perfectamente justificada, la retención de impuestos para cubrir erogaciones hechas para pagar secuestros y otros gastos relacionados con éstos. El problema es que el Estado no opera con lógica, sino con la fuerza bruta y la imposición, y no aceptará tal retención.”



JUSTICIA POR PROPIA MANO

Me dice un queridolector: “Tengo entendido que los chinos tienen un sencillo sistema antiquísimo de ‘Tríadas’. Creo que funciona así en caso de venganzas extra judiciales. Tú sufres una agresión injustificada pero no puedes o no quieres acudir al sistema burocrático de ‘justicia’, por temor, desconfianza, flojera o cualquier otra causa. Tus ansias de venganza se cumplen indirectamente con otros métodos más expeditos y “tradicionales”. Acudes a la triada a que perteneces (o la que te toque, o a la más pertinente al caso, o no sé cómo funciona este procedimiento de asignaciones). Ellos ejecutan por tu cuenta la sentencia (que no sé quién dicta). Y, claro, eventualmente ya te llegará la ocasión de corresponder a este favor con una acción de tu parte respecto de un caso que no tiene la menor relación contigo. Así se logra que el castigo de quien te agredió permanezca inexplicable, puesto que el factor crucial del “motivo o móvil” es inexistente o al menos no se puede detectar fácilmente. En ese peculiar sistema, pronto los instrumentos de la agresión aprenden que no pueden simplemente ‘seguir órdenes’, porque peligra su vida. Un sistema semejante tendremos eventualmente que desarrollar los mexicanos, supongo.” Mira, de ahí ha de haber tomado Patricia Highsmith la idea de “coartada perfecta” para su primera novela Extraños en un tren (1950, Hitchcock la hizo película en blanco y negro en 1951). La idea central es que dos hombres se encuentran por casualidad en un tren y charlan superficialmente sobre la posibilidad de deshacerse, cada uno, de la persona que le plantea problemas al otro. Mientras que para el primero, un campeón de tenis (en el libro, el personaje es un arquitecto), no se trata más que de una broma, el segundo toma la historia del todo en serio y pronto mata a la esposa del primero, que le hacía la vida de cuadritos porque no quería concederle el divorcio.



PATRICIA HIGHSMITH

Mary Patricia Plangman, 1921-1995. Escribió 22 novelas, 8 volúmenes de cuentos, más 2 volúmenes de relatos en revistas o inéditos (no sólo thrillers, sino también libros infantiles y ensayos). Tuvo una relación muy compleja, de amor-odio con su madre y padrastro (ella le confesó que había tratado de abortarla bebiendo aguarrás), fue alcohólica, homosexual declarada, huraña, incapaz de mantener relaciones estables, abiertamente contraria a la ingenua y triunfalista mentalidad estadounidense dominante… y diabólicamente talentosa en eso de imaginar mentes y tramas tortuosas.


OOOOOOMMMMMM
Recuerda meditar cuanto puedas, cuando puedas.