Por Guillermo Fárber
almomento.mx
Lo remacho uuuuuna vez más: no la consumo ni la siembro ni la comercio ni la almaceno ni nada de nada; mi posición es meramente de sentido común. El artículo de Paul ArmentanoViolent Crime Drops Where People Have Access to Marijuana, Study Suggestshttp://www.alternet.org/drugs/increased-access-cannabis-associated-reductions-violent-crimes?page=0%2C1&akid=11712.1893143.lR5iH4&rd=1&src=newsletter981068&t=5)9, apoya lo que miles de voces hemos dicho millones de veces desde hace décadas: la prohibición de la marihuana no sólo es un crimen; más grave aún, es un error.
METODOLOGÍA
Los investigadores estudiaron las tasas de criminalidad de los 50 estados de EU de 1990 a 2006 (en fuentes oficiales del FBI). Entre esos años, fueron 11 los estados que legalizaron el uso, el cultivo doméstico y (en algunos casos) el surtido al menudeo de la cannabis para uso medico: Alaska (1998), California (1996), Colorado (2000), Hawai (2000), Maine (1999), Montana (2004), Nevada (2000), Oregon (1998), Rhode Island (2006), Vermont (2004) y Washington (1998). A la fecha se han añadido 9 estados más, y el Distrito de Columbia. Esta investigación es la primera en estudiar múltiples delitos en múltiples estados, a lo largo de varios años, para determinar qué efecto tiene la legalización de la marihuana para usos médicos en las tasas estatales de criminalidad.
MITO BÁSICO
“Legalizar la marihuana propicia un aumento en actividades criminales del orden común.” ¡Falso! La realidad es exactamente la contraria. Lo demuestran uuuuuna vez más dos estudios científicos. En The Effect of Medical Marijuana Laws on Crime: Evidence from State Panel Data, 1990-2006, publicado en marzo en la revista científica PLoS ONE, investigadores de la Universidad de Texas en Dallas afirman que la aplicación de leyes que autorizan el acceso a la marihuana medicinal no está asociada con ningún incremento en la actividad criminal a escala estatal; por el contrario, está relacionada con reducciones en la incidencia de homicidios y asaltos (el hurto y el robo con violencia no sufrieron cambio alguno por esa causa, lo cual contradice la creencia de que los dispensarios y el cultivo doméstico propician un aumento en estos delitos debido al incremento de producto y de efectivo que entrañan).
CONCLUSIONES
“Nuestros resultados contradicen las acusaciones de que la legalización de la marihuana para propósitos médicos presenta un riesgo para la salud pública en tanto que propicia crímenes violentos y/o contra la propiedad. No encontramos que las leyes que autorizan el uso médico de la marihuana tengan algún efecto en exacerbar ninguno de los 7 delitos estudiados (hurto, autorrobo, robo con violencia, violación, homicidio, asalto, y conducción en estado de ebriedad). Al contrario, nuestros hallazgos indican que la legalización médica de la marihuana precede a una reducción en homicidios y asaltos. Aunque es importante guardar cautela al interpretarlos, estos resultados apoyan otras recientes evidencias y son congruentes con el aserto de que la legalización de la marihuana puede propiciar un decremento en el consumo de alcohol debido al efecto sustitutivo. Dada la relación entre el alcohol y los crímenes violentos, es posible que la sustitución del alcohol por la marihuana propicie reducciones moderadas en los crímenes violentos que son detectados a nivel estatal.”
COMENTARIOS
Robert Morris, profesor de criminología, dice que el debate sobre la legalización de la marihuana “queda así más a tono con la realidad”. Los hallazgos de este estudio, específicamente la noción de que la liberalización de la marihuana puede conducir a la reducción de los delitos inducidos por el consumo de alcohol, son congruentes con los resultados de otro estudio previo, publicado el año pasado en el Journal of Law and Economics. En ese otro estudio, investigadores de la Universidad del Estado de Montana, la Universidad de Oregon, y la Universidad de Colorado comprobaron que la aplicación de leyes sobre el uso médico de la cannabis estaba correlacionada con la reducción en la incidencia de accidentes de tránsito fatales inducidos por el alcohol entre 1990 y 2010. (Este segundo estudio lo comentaré en la Buhedera de mañana.)
OOOOOOMMMMMM
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