Candidatos o partidos

El 4 de junio la distribución de los partidos políticos en el estado de Veracruz puede cambiar radicalmente. El penúltimo bastión del PRI se ha convertido en tierra fértil para la oposición, debido a los excesos de todo tipo que cometió Javier Duarte sin que hubiera partido o autoridad superior que lo detuviera o lo castigara.
Ahora resguardado con uniformados de élite, el ex gobernador goza de la impunidad que le permite su complicidad con las altas esferas del poder.
Así, Veracruz es terreno fértil para todos los partidos políticos menos para el PRI; sin embargo, el tricolor debe conservar o ganar espacios clave en esta guerra electoral que anuncia derrotas sin precedente, gracias a la pasividad de un gobierno federal que pareciera estar no sólo de lado del delincuente sino ser su cómplice.
Ante esta panorámica lo que se pelea dentro de la entidad no es recuperar el bastión desde le cédula social del municipio sino tener puntos desde donde reactivar su fuerza para rescatar los lugares perdidos, y a partir de esa reactivación partidista en municipios como Xalapa, Tuxpan, Poza Rica y Veracruz, empezar con cuadros realmente con arraigo, una verdadera y auténtica nueva etapa del PRI en Veracruz.
Para lograr este proyecto que deberá surgir necesariamente desde la capital se deben mover a partir de cuadros con raíces en cada municipio, con muestra claras de trabajo previo, con vocación política que se ha extraviado entre los intereses personales y la complicidad en este estado.
La preponderancia de los nombres de los cuadros, la trascendencia de su trabajo en la entidad, la honestidad probada de esos mismos precandidatos que puede advertirse desde ahora, así como la viabilidad de su proyecto administrativo y político.
Porque Veracruz requiere reactivarse económicamente de manera profunda y la competencia electoral viene a dividir más aún a su población. El calendario modificado de elecciones divide a los veracruzanos en momentos en los que deben estar más unidos que nunca. El voto de pulveriza y los triunfadores en las urnas tendrán poca legitimidad no sólo por la poca diferencia con sus contrincantes, sino por la reducida cantidad de votos a su favor.
De ahí que el PRI deba esta vez poner atención en los cuadros con verdaderas posibilidades de triunfo. De ahí que surgen personajes con trabajo probado e3n la sociedad veracruzana quienes pueden impulsar al partido desde el municipio que tiene el propósito de rescatar al partido, sobre los intereses personales.
Por otra parte, el desgaste de los candidatos independientes obliga a algunos líderes con arraigo a continuar en sus partidos si quieren concursar por un puesto de elección popular, como único puente para ser votado.
Los veracruzanos han aprendido mucho de sus derechos luego de que Javier Duarte prácticamente violó todos, así surgen figuras políticas en la entidad que deberían ser tomadas en cuenta no sólo por los partidos para lanzarlos como candidatos sino por la propia ciudadanía que seguramente hará un análisis previo hacia dónde dirigirá su voto.
Las bases del PRI en Xalapa, apoyan a un candidato, José Luis Santiago López, quien tiene como antecedente un trabajo de campo de más de 20 años, dirigente empresarial, que encabeza la Instituto Político Empresarial, y que ha ofrecido a muchos veracruzanos servicios y apoyos desinteresados.
Resulta tan repentina como sorprendente su intención de convertirse en presidente municipal de Xalapa, porque nunca mostró interés por un cargo de elección popular; sin embargo, el momento de la entidad y su capital así lo exige y está consciente de ello.
Tal decisión sorprendió a muchos, quienes de inmediato lo señalan como el candidato ganador del tricolor a la presidencia de Xalapa. Mientras el partido toma una decisión correcta, él sigue trabajando porque es lo que la entidad requiere si quiere poner a tiempo el reloj del desarrollo, luego del saqueo de Javier Duarte y sus cómplices.