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Candil de la calle…

Candil de la calle…
Política
Julio 26, 2017 11:29 hrs.
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José García Sánchez › diarioalmomento.com

El presidente de México sufre una enfermedad llamada hipermetropía. Lo demuestra en sus declaraciones que hacen evidente este padecimiento interpretado clínicamente como un error refractivo del sentido de la vista.
La hipermetropía consiste en ver mejor a lo lejos que de cerca. Así, el presidente de México en días pasados calificó de "buena señal" que el opositor venezolano Leopoldo López haya abandonado la cárcel de Ramo Verde, deese país, para cumplir arresto domiciliario.
Y a través de su cuenta de twitter manifestó que "hace votos" para que Venezuela retome el camino de la paz y la democracia. En México hay más muertes violentas que en Venezuela. Nuestro país es considerado el segundo con muertes violentas en el mundo,
En cuanto a la democracia resulta por demás evidente el escandaloso fraude electoral que se perpetró en el Estado de México, de la cual todavía está en litigio su autenticidad y que es comentado en todo el mundo. Si el hombre mejor informado de México desconoce que hubo un sinnúmero de trampas electorales debe reconsiderar seguir en ese cargo. Si no lo desconoce debe saber que la democracia en México es sólo una simulación que permite a un sistema perpetuarse sin importar el partido que gobierne.
Esto quiere decir que el Presidente de México padece de esta enfermedad que no puede ver de cerca, y necesita de apoyo visual para advertir lo grave de la situación en su propio país, porque en su malestar llega a ver hasta Corea del Norte, país del que dijo condenar, ’en los términos más enérgicos’, el lanzamiento de un misil balístico realizado por ese país.
La Secretaría de Relaciones Exteriores consideró que el lanzamiento de este misil balístico intercontinental ’constituye una nueva violación al derecho internacional y a múltiples resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, al tiempo que pone en riesgo tanto la estabilidad regional como la paz y seguridad.
Pero el clima de guerra que vive México con más de 200 mil desaparecidos en 20 años no es tomado en cuenta por el Jefe del ejecutivo. No advierte una realidad que tiene próxima y que le toca resolver, el padecimiento tiene consecuencias graves cuando lo sufre un hombre de tan altas responsabilidades como un presidente de la República.
Para ahorrarse esfuerzos visuales innecesarios el presidente de México escoge como enemigos a los enemigos de su vecino y se convierte en una especie de eco delo que dice un demente en la Casa Blanca.
Después vino la crítica a la asamblea venezolana y a todo lo que interfiera con los intereses de Estados Unidos, cuando son momentos en los que países como México deben empezar a establecer más relaciones comerciales con países del continente para dejar de depender tanto de Estados Unidos.
La crítica a los enemigos de Estados Unidos es tan cerrada que se funden y confunden las declaraciones del imberbe secretario de Relaciones Exteriores y las del presidente, pareciera que uno se copia del otro, o bien uno ordena al otro lo que tiene que decir. Lo que no se sabe quién toma la iniciativa en este proceso del amo y el siervo.


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