Epístolas Surianas
De Julio Ayala Carlos
LO QUE SON LAS COSAS. Mientras el Gobierno del estado hace su mejor esfuerzo para atender y resolver los grandes problemas de Guerrero, que dicho sea de paso, afectan a todos, la ’clase política’, o se pelean entre ellos, o lo culpan de que no hay resultados inmediatos. Unos, en vez de ayudarle, traen su propio pleito, y otros, hay que decirlo, reclaman lo que no hicieron.
En efecto, mientras el gobernador Héctor Astudillo Flores, un día sí y el otro también anda de aquí para allá, atendiendo problemas y resolviendo entuertos, mientras recorre el estado entregando obras e iniciando otras, como ocurrió este domingo en Tlapa, y mientras hace todo lo que está a su alcance para que Guerrero no caiga en la parálisis en que se encontraba, otros, en vez de ayudar, andan peleando o reclamando.
Así es. En vez de sumarse al trabajo que viene realizando el gobierno del estado, el cual por cierto requiere la participación de todos, en vez de eso, la ’clase política’, o mejor dicho, algunos de los que creemos que la integran, y que se supone están comprometidos con Guerrero, no solo enseñan el cobre, como coloquialmente se dice, sino que se exhiben y se muestran como lo que verdaderamente son.
Cierto. Qué mal se ven Manuel Añorve Baños y Rubén Figueroa Smutny. El primero exdiputado local, exdiputado federal, exalcalde de Acapulco y prácticamente el número dos del priísmo nacional en los tiempos de Manlio Fabio Beltrones, y el segundo, exdiputado local, exdirigente del priísmo en Acapulco, empresario exitoso, e hijo de un exgobernador, quienes traen un pleito por ¿qué cree usted?, pues nada menos que por la alcaldía de Acapulco.
Añorve ya fue alcalde de Acapulco, en donde todo mundo sabe cómo dejó el municipio, y no obstante pretende imponer candidato, nada menos que en la persona de su esposa que actualmente se desempeña como diputada federal, y Figueroa hijo también aspira a la candidatura, la que no consiguió hace do años a pesar de que se empeñó siendo dirigente del PRI en ese municipio.
Ciertamente dan pena ajena Manuel Añorve y Rubén Figueroa jr. Pena y vergüenza, pues nos muestra la clase que son, y lo que eran cuando ocuparon cargos públicos. En vez de coadyuvar en la solución de los problemas del estado, se pelean por Acapulco, cuando aún no inicia el proceso electoral ni mucho menos se deciden las candidaturas. Mientras el mandatario estatal requiere de apoyos, ellos, desde ahora, están mostrando el cobre.
Y lo mismo, hay que decirlo, ocurre con quienes protestan, acusan y hasta exigen renuncias, de aquellos que en el pasado reciente pudieron hacer lo que hoy critican y no hicieron. Cierto es que la seguridad pública, como la atención y solución de los problemas existentes en el estado, es responsabilidad de las autoridades. Es obvio que no es fácil, pues de lo contrario, aquellos lo hubieran hecho. Eso es indiscutible, o simplemente no quisieron.
No veo, no he escuchado o leído, propuestas de solución a los problemas del estado. Y mucho menos, hay que decirlo, interés de ayudar. No es su chamba, ni su papel, por supuesto, pero por qué no ayudar a hacerlo, cuando el problema afecta y es de todos?
Hay que decirlo. Algo anda mal, por decir lo menos, entre la clase política, entre los políticos del estado, en esos que nos han gobernado o pretenden hacerlo. Parece que los problemas existentes es lo que menos les importa si con eso acceden al cargo. Son, pues, mezquinos.
Y EN OTRO ASUNTO, AHORA que se va Xavier Olea de la Fiscalía General del Estado, por qué no poner en el cargo al abogado Erit Montúfar Mendoza, exdirector de la Policía Ministerial, y exdirector de la Policía Municipal de Chilpancingo? Hay que decirlo. Hoy la Fiscalía General requiere de hombres experimentados, que conozcan las entrañas de la dependencia, pero lo más importante, que tengan sobrada experiencia en la acción ministerial.
No. La Fiscalía no requiere, hoy por hoy a funcionarios de escritorio, a servidores que les guste la sombrita o que no estén dispuesto a ensuciarse los zapatos. Lo que la Fiscalía requiere es gente esté dispuesta a servir desde el lugar donde ocurran los hechos, persiguiendo a los que delinquen, y de esto, ciertamente bien que sabe Erit Montúfar.
Cierto. En el pasado reciente lo vetaron para darle el paso libre a don Xavier Olea, que si bien tiene toda la intención de hacer un buen papel, los hechos lo haan rebasado. Más allá de fobias y mezquindades, por el bien de la Fiscalía y el estado, creo que el exdirector de la Policía Ministerial es el más idóneo para hacerse cargo de la dependencia.
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