En las Nubes

Carta a un hijo

Carta a un hijo
Entretenimiento
Octubre 18, 2016 23:54 hrs.
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Carlos Ravelo Galindo › diarioalmomento.com

Gracias a alguien muy querido nos enteramos de la Carta a un hijo, como titulamos este comentario.
Nos platica con el desparpajo y cariño habitual con el que trata al suyo, que Jackson Brown un padre preocupado por la felicidad de su hijo le escribió estos ’consejos’ cuando su vástago se fue a estudiar a la Universidad, lejos de su casa.
Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros. Tuvieron tanto éxito que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con esas recomendaciones, Life’s Little Instruction Book, una publicación que rápidamente se convirtió en un best seller traducido a varios idiomas.
Entre paréntesis muchos de nosotros no lo hicimos. Les dimos. Los presumimos. Y hoy, por desgracia, también muchos, nos arrepentimos del resultado. Avergonzados.
No obstante, dar a conocer ese texto, es un privilegio.
’Hijo:
• Cásate con la persona correcta. De esta decisión dependerá el 90% de tu felicidad o tu miseria. • Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
• Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos. •
• Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero del deporte. Que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
• Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
• Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
• Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
• Maneja coches que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa.
• Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena impresión.
• No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo saben.
• Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche. Dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza.
• Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
• Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
• Haz lo que creas que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
• Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
• Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas.
• Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
• Recuerda el viejo proverbio: sin deudas, no hay peligros ni problemas.
• No hay nada más difícil que responder las preguntas de los necios.
• Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. El que no vive para servir, no sirve para vivir.
• Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
• Confía en la gente, pero cierra tu coche con llave.
• Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también ’el gran riesgo’. No te olvides, nunca.
• No confundas confort con felicidad. Nunca confundas riqueza con éxito.
• No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
• No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.
• Aunque tengas una posición holgada, haz que tus hijos paguen parte de sus estudios.
• Haz dos copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
• Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
• No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
• No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
• Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
• Escucha el doble de lo que hablas (por eso tenemos dos oídos y una sola boca).
• Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
• Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
• Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
• Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
• Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
• La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo, sino es aquella que disfruta de cada instante de su vida.
Pero ante todo pon a Dios delante de lo que hagas’.
Hay, por supuesto, que difundir lo bueno. Lo que si no hizo, puede llevarse al cabo.
Y si excelente, mejor.
craveloygalindo@gmail.com

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