(Carta a Don Héctor)

CONTRARIO AL ALCALDE DE Acapulco, que se pasa, o pretende pasar por sus calzones al Congreso del estado, en donde como diputado local tuvo un gris papel cuando ahí estuvo, el de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, se reúne este día con los legisladores locales, no porque se lo hayan pedido, sino porque él se los solicitó, respetuoso de las instituciones y del papel que representan, como depositarios de la soberanía del pueblo.

En efecto, este día el presidente municipal de Chilpancingo se reúne con los diputados locales a quienes expondrá el problema que tiene el Ayuntamiento capitalino por la falta de un relleno sanitario que, hay que decirlo, la anterior administración municipal dejó ya en camino, y que por el empecinamiento del alcalde de Tixtla, el perredista Hossein Nabor, su operación está paralizada.

Y es que la celda emergente que se inició a construir en el gobierno de Mario Moreno Arcos en un predio ubicado en Tixtla, pero propiedad del Ayuntamiento de Chilpancingo, no solo cumplió con los permisos de las instituciones de salud y del medio ambiente, sino que tuvo el aval, desde un principio, del entonces alcalde tixtleco, fungiendo como testigo de honor quien entonces del estado era gobernador.

En consecuencia, el problema que hoy tiene Chilpancingo de no tener un lugar donde depositar sus desechos, a pesar de que construyó con la más alta tecnología la celda emergente en un predio de su propiedad, hay que decirlo, es un problema creado por el alcalde tixtleco, con el argumento de que contaminará el medio ambiente, los mantos freáticos y afectará la fauna allí existente, sin que hasta ahora hayan mostrado algún estudio al respecto.

Por eso, y dado que el Congreso representa la soberanía del estado, integrado por diputados de todos los partidos políticos con registro, es que Marco Antonio Leyva Mena solicitó acudir allí, con el fin de encontrar una solución a un problema que no debería existir, tanto para Chilpancingo como para Tixtla, en razón de que, ya se ha dicho, la celda emergente que se construyó en Metlalapa, y su posterior operación como estaba prevista, no representa ningún riesgo para la población tixtleca.

Hay que decirlo. Siendo el Ayuntamiento de Chilpancingo el dueño legal del predio en Metlalapa, donde el gobierno capitalino construyó una celda emergente con el fin de depositar allí sus desechos, y si además cumple, como lo ha demostrado, con todas las especificaciones ambientales, no debería existir ningún impedimento para que depositara ahí su basura, con todo y el alcalde de Tixtla, Hosseín Nabor, se opusiera con cualquier pretexto, en razón de que la ley le asiste.

Sin embargo, al oponerse el alcalde tixtleco, convirtiendo su negativa en un problema, no legal, sino de tintes políticos, al ser Hossein Nabor del PRD y Marco Leyva del PRI, es que éste último decidió acudir al Congreso del estado con el fin de explicar, primero, el problema que tiene Chilpancingo con la basura, y segundo, el problema generado por la negativa del edil tixtleco que se opone al relleno sanitario sin argumentos válidos.

Hay que decirlo. Marco Antonio Leyva Mena va al Congreso del estado para buscar, además, el apoyo de los diputados locales, no solo los de su partido, el PRI, así como el de los aliados de éste, sino también el de los del PRD, partido al que pertenece el alcalde tixtleco, con el fin de que, por medio del diálogo, la inteligencia y la razón, le hagan ver que su oposición al nuevo relleno sanitario que requiere Chilpancingo, no debiera tener oposición de su parte.

En fin, si el Congreso, además de representar la soberanía del estado es una institución donde se encuentran las diversas expresiones políticas del estado a través de los diputados locales, está obligado a buscar una salida a un problema que no debería existir, en razón de que la oposición a la operación de la celda emergente , además de que parece ser un capricho del edil tixtleco, es una negativa con tintes políticos.

En efecto. Así como el Congreso del estado ha coadyuvado para resolver diversos problemas del estado, ojalá y así también los diputados locales, incluidos los del PRD, coadyuven en la solución de éste. No hacerlo sería mezquino, perverso y deshonesto, pero además, pondría en evidencia que en efecto la oposición de Hosseín Nabor es política, y que lo que menos les importa es la población de Chilpancingo, más allá de que la recolección y depósito final de la basura sea responsabilidad de las autoridades municipales.

Así es. En cambio, al alcalde de Acapulco, Evodio Velázquez, a pesar de que lo invitan al Congreso, a que explique el hambre de dinero que tiene y su interés de endeudar al gobierno municipal que por hoy encabeza, se hace el occiso. Claro. No tiene bien claro qué representa el Congreso del estado.

Comentarios: julio651220@hotmail.com
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