(Carta a Don Héctor)

PUEDE DECIRSE QUE ESTE 2016 fue más que bueno, excelente, para la Universidad Autónoma de Guerrero. Su ingreso al Consorcio de Universidades Mexicanas (Cumex) y la obtención de la Presidencia de la misma, después de ocupar la Vicepresidencia, son logros que hay que destacar, pues sitúan a la máxima casa de estudios del estado, entre las mejores del país.
Hay que decirlo. El ingreso de la UAGro al Cumex, y el que ocupe hoy la presidencia de este consorcio de universidades e instituciones de educación superior del país, no es una concesión que le hayan hecho a la máxima casa de estudios de Guerrero, sino el resultado del trabajo que viene realizando desde varios años, y concretamente en los que tienen que ver con el rectorado de Javier Saldaña Almazán, de quien hay que decir que es un excelente rector.
En efecto, si bien la Universidad Autónoma de Guerrero, o UAGro, inició su transformación con Arturo Contreras y se continuó con Ascencio Villegas, ha sido con Javier Saldaña cuando esa institución ha alcanzado prácticamente niveles de excelencia, tanto en lo académico como en lo administrativo y su vida institucional, de tal forma que hoy como nunca antes, la máxima casa de estudios de la entidad goza el reconocimiento de propios y extraños.
El que las preparatorias de la UAGro estén dentro del Sistema Nacional de Bachillerato, o el que las Licenciaturas, Maestrías y Doctorados estén reconocidos como parte de las instituciones de prestigio en el país, así como el que la gran mayoría de catedráticos e investigadores universitarios formen parte de organismos de excelencia, debe ser, sin duda, motivo de orgullo y satisfacción de los guerrerenses.
Sería mezquino, es mezquino, no reconocer los avances que se han dado en la UAGro. Por supuesto que hay errores, por supuesto que hay pendientes, por supuesto que aún falta mucho por hacer, y por eso mismo, creo, como muchos, que el actual rector debe continuar en el cargo y no caerse en el riesgo de las luchas internas por el control de la Universidad, y por reinventarla cada cuatro años.
Por supuesto, toca a los universitarios decidir sobre el futuro de la UAGro. Sin embargo, como ya lo dije, sería un error echar todo por la borda y volver a empezar.
EN OTROS ASUNTOS, FINALMENTE el pueblo de San Miguel Totolapan, en la región de la Tierra Caliente del estado, se levantó en armas, cansados, por una parte de la violencia e inseguridad de la que son objeto como el resto de los municipios de esa parte del estado, y por la otra, ante la apatía de las autoridades de seguridad pública, así como de la Fiscalía estatal, de brindarles seguridad y aplicarles la ley a los responsables.
Hay que decirlo. Es grave y lamentable que se tenga que llegar a eso, pues significa que los pueblos de la Tierra Caliente, como es el caso de San Miguel Totolapan, están en el olvido, en la indefensión y a merced de los delincuentes. ¿Y aun así hay quienes se alegran de que el Ejército puede volver a sus cuarteles? ¿Quién pues va a defenderlos si las policías municipales, la policía estatal y hasta la policía federal, no son garantía de seguridad?
POR OTRA PARTE, UN PLEITO, a lo tonto es el que compró el Fiscal General del estado, Xavier Olea, con el exprocurador general de Justicia, también del estado, Alberto López, a raíz de los hechos del 12 de diciembre de 2001, cuando perdieron la vida dos normalistas en el bulevar Vicente Guerrero, a la altura del hotel Parador del Marquez, cuando los estudiantes mantenían bloqueado ese acceso vial.
Ahora Don Xavier Olea tiene que demostrar, además de esclarecer esos hechos que aún no lo están, tendrá que demostrar que efectivamente Alberto López, en su entonces calidad de procurador de Justicia, ordenó el ataque a los normalistas, hechos en los que, como consecuencia de ellos, murió Gonzalo Rivas al intentar apagar un incendio provocado en una bomba despachadora de gasolina.
POR ÚLTIMO, ESTE JUEVES, de acuerdo a la presidenta de la Junta de Coordinación Política del Congreso del estado, Flor Añorve Ocampo, será aprobado el presupuesto de egresos, entre otros, del Gobierno que encabeza Héctor Astudillo Flores. Parecer ser que los cambios son mínimos a la propuesta enviada por el mandatario estatal, en razón de que el margen de maniobra, como bien dice el presidente de la Comisión de Presupuesto, Eusebio González, es mínimo.
Eso sí, dicen los diputados, se privilegia el gasto social, y por supuesto, el que tiene que ver con la educación, la salud, la seguridad y la obra pública. Ya lo veremos.
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