Combate implacable a la corrupción


Combate implacable a la corrupción
Periodismo
Diciembre 19, 2013 09:10 hrs.
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A partir del año que entra, el combate a la corrupción de los funcionarios del sector público de las administraciones federal, estatal, municipal, así como a las personas físicas y morales involucradas en los “cochupos”, dádivas, “moches”, etcétera, va a ser en serio, muy en serio.

El nuevo órgano –que todavía no tiene nombre, pero que será público, autónomo, con personalidad jurídica y patrimonio propio– que aprobaron los senadores antes de tomar sus vacaciones, será el encargado de “cortarle las uñas” de las manos y de las patas, a quienes cometan actos de corrupción. Su titular será nombrado por el Senado de la República, una vez que los grupos parlamentarios concertacesionen. Si el Jefe del Ejecutivo objeta, por lo que usted quiera, al candidato, el Senado nombrará a otro. O sea, no más amigos del presidente en turno en la nueva dependencia; no más encarguitos para “darle cuello” a sus enemigos políticos; no más “cacería de brujas”… todo será diferente a lo que hicieron en los últimos 30 años la secretaría de la Contraloría General de la Federación a la que después le cambiaron el nombre, por secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, y luego la “bautizaron” como secretaría de la Función Pública.

Bueno, hay que aclarar – dice un puntilloso observador—que ninguna de las tres secretarías mencionadas, fueron creadas o modificadas para prevenir, descubrir y, en su caso, castigar la corrupción en la administración pública federal. ¡Nada de eso! Y nos ilustra: En realidad, desde que el presidente Miguel de la Madrid Hurtado (sexenio 1982-1988) inventó el lema de campaña de “Renovación moral de la sociedad”, las tareas que le fueron asignadas a ese elefante blanco estuvieron muy lejos de la lucha anticorrupción y muy cerca de las funciones de tapadera para los amigos y de guillotina para los enemigos del régimen en turno. Quien lo dude, no tiene más que revisar los archivos del pasado cercano y comprobar que el gobierno delamadridista inauguró con bombo y platillo la actividad de la Contraloría persiguiendo -hasta ponerlo tras las rejas en julio de 1983- a uno de los más connotados enemigos políticos de su régimen: el ingeniero sonorense Jorge Díaz Serrano, director general de Petróleos Mexicanos en la administración de José López Portillo (1976-1982), que había cometido el gravísimo error de sentirse precandidato presidencial para suceder a su amigo y tratar de atravesarse en el camino al “hombre gris”, bueno en ese entonces apenas estaba “agarrando color”. Para quienes lo hayan olvidado, el honor de aquella persecución que mantuvo en prisión durante cinco años a Díaz Serrano, le correspondió al primer secretario de la Contraloría, Francisco Rojas Gutiérrez (hoy director de la Comisión Federal de Electricidad), que fue uno de los inventores de ese instrumento de terror político que hasta la fecha sigue funcionando de la misma manera.
Haciendo un breve recuento, en el gris y vengativo gobierno de Miguel de la Madrid, el mencionado Rojas, de 1983 a 1987, e Ignacio Pichardo Pagaza, de 1987 a 1988. En el nefasto sexenio de Carlos Salinas de Gortari, María Elena Vázquez Nava, de 1988 a 1994. Durante la administración no-priista de Ernesto Zedillo, Norma Samaniego, de 1994 a 1995, y Arsenio Farell Cubillas, de 1995 a 2000. Con el inolvidable Vicente Fox Quesada, primer panista en la Presidencia, Francisco Barrio Terrazas, de 2000 a 2003, quien dicho sea de paso llegó muy “sácale punta” anunciando que iba tras los “peces gordos”, y en esos tres años hizo el ridículo pescando algunos “charales”. Eduardo Romero Ramos se encargó de terminar el sexenio 2003 a 2006. Y con Felipe Calderón Hinojosa, Germancitoelhombrecirto.com, conocido como Germán Martínez Cázares, de 2006 a 2007; Salvador Vega Casillas, de 2007 a 2011, y Rafael Morgan Ríos, a quien le apodaban “el Pirata”. En septiembre de 2009 Calderón quiso desaparecer del organigrama la dependencia, pero sus colaboradores más cercanos le hablaron al oído y le dijeron, palabras más palabras menos: Estás loco Felipe, si le “das cuello” cómo vamos a tapar los últimos tres años las cochinadas que hicieron los funcionarios públicos panistas. Y entonces aquél decidió seguir solapando la corrupción.
Y hablando de corruptos y “uñas largas”, en la lista de de Forbes de los 10 mexicanos más corruptos de 2013, según la opinión de periodistas y académicos, destacan por cierto dos funcionarios de la administración calderonista:

Genaro García Luna. Como titular de la Secretaria de Seguridad Pública (SSP) federal bajo la administración de Felipe Calderón fue una de las dependencias con el mayor presupuesto del sexenio. El ex funcionario público fue blanco de críticas por el uso de recursos públicos para la autopromoción y el abuso de poder expuestos por la prensa mexicana. Desde que concluyó la administración pasada no ha sido visto.

Alejandra Sota. La ex vocera del ex presidente Felipe Calderón, se encuentra investigada por las autoridades mexicanas por la presunta malversación de fondo y tráfico de influencias. Es acusada de favorecer a amigos y antiguos compañero de clase con los contratos gubernamentales cuando se desempeñó como funcionaria. Ella está asistiendo a la escuela de posgrado en la Escuela Kennedy de Harvard a pesar de que no tiene título universitario.

¡Tómenla Sota, caballo y rey! Pero ¿Cómo que faltaron algunos más en la mencionada “talis”, no? Bueno, estos nombres nada más fueron para “abrir boca”. Si le rascan hay más, muchos más, de los que seguramente se encargará en nuevo órgano anticorrupción que aprobó el Senado de la República.

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