Concatenaciones

Como siempre en estas reuniones, la intervención del Presidente Obama en la Asamblea de las Naciones Unidas, hace unos días, concentró la atención pública mundial.
El mensaje fue esta vez simbólico, pues se trató de la última intervención del mandatario norteamericano en ese foro internacional, muy cerca ya de las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Por ello Obama no desaprovechó la oportunidad para hablar ’urbi et orbi’ de los temas que le preocupan, y quienes le escucharon pudieron identificar al republicano Donald Trump como uno de los destinatarios de sus reflexiones.
En su discurso el habitante de la Casa Blanca denunció entre otras cosas: "el fundamentalismo religioso, la política de la etnia, la tribu o la secta, el nacionalismo agresivo, el populismo vulgar, a veces de la extrema izquierda pero, con más frecuencia, de la extrema derecha, que intenta recuperar lo que ellos creen que fue una era mejor, más simple, libre de contaminaciones".
Han pasado escasos tres meses de que los presidentes Obama y Peña Nieto se reunieron en Ottawa, Canadá, cuando tuvieron como anfitrión al Primer Ministro de esa nación, Justin Trudeau.
En aquel encuentro fue el mandatario mexicano el que se refirió al fenómeno del populismo con estas palabras: ’en este mundo hoy se presentan, en distintas partes, actores políticos, liderazgos políticos que asumen posiciones populistas y demagógicas, pretendiendo eliminar, o destruir lo que se ha construido, lo que ha tomado décadas construir, para revertir problemas del pasado’.
La misma idea. Sólo que en Ottawa Obama consideró necesario precisar que él se consideraba populista, lo cual interpretaron los medios como enmienda a lo dicho por Peña Nieto, si bien al final afirmó ’lo que ha planteado Enrique es correcto’.
A menos de dos meses del ’supermartes’ norteamericano, y habida cuenta del reciente fortalecimiento de Trump, que sigue siendo una amenaza real para su país y para el mundo, Obama ha rescatado la argumentación que en Canadá le pareció imprecisa para asumirla como propia en Nueva York.
Populismo vulgar, acotó en su planteamiento, aunque lo describió igual que Peña, un intento simple de recuperar el pasado.
Ojalá que ahora que Obama ha comprendido el concepto, lo entienda el resto de los norteamericanos, y los mexicanos también.