Texcoco, Edomex.- Todo empezó por las circunstancias de que sigue en esa cárcel el maestro Pedro Manrique Romero.
Mientras tanto, lo cierto es que él es responsable de que el grupo de danza folclórica Xochiquetzal se haya presentado por segunda vez, para celebrar el día del abuelo, en el Reclusorio de Chalco.
El asunto fue que se necesitaba seleccionar y preparar a ocho mujeres del grupo, en tanto que el maestro Pedro se encargó de hacer lo propio con otros ocho internos a quienes les encanta el baile y con Pedro están aprendiendo técnica y cuadros varios de danza folclórica y bailes de salón.
Es decir, se hizo un selectivo de ocho mujeres y otros tantos varones para que se fusionaran a través de un ensamble de bailes de salón: danzón, mambo , cha-cha-chá y merengue, y también un cuadro de Jalisco: Las Alazanas, El Tranchete, El son de la Negra y el Jarabe Tapatío.
Llegó el día de la presentación.
El selectivo femenil estuvo puntual: 9.45 de la mañana ya se hallaban a las afueras del penal.
Día nublado, con llovizna.
Era el día en que podían ver, estar, y bailar y convivir con su maestro Pedro Manrique Romero.
Antes de entrar a la cárcel le pidieron al conductor de la combi que les tomara la foto del recuerdo.
Ninguna de ellas llevaba celular. Prohibido el paso con él al interior del penal.
El ingreso se realizó unos minutos antes de las diez de la mañana.
Que coincida la lista con las presentes, revisión de las credenciales de elector, firmas, registro en el respectivo libro de visitas, revisión del vestuario, de accesorios, y de ellas mismas.
Más adelante, les pusieron un sello en la muñeca. Después pasaron por otros tres filtros de ingreso: recorrieron pasillos húmedos, encharcados.
Finalmente, llegaron al sitio de la presentación. Un espacio limpio y adornado con algunas flores y cadenas de collares, una mesa con mantel y adornos donde se sentaron las autoridades del reclusorio, entre ellos el director.
Hicieron un ensayo. Había que acoplar a las parejas y ubicar perfectamente los espacios de cada pareja.
Los reclusos usaron camisa y pantalón de vestir iguales (el uniforme de la escolta). Al anunciar al grupo visitante los gritos y la algarabía se encendió.
Luego de la presentación formal y de un reconocimiento verbal al maestro Pedro se escuchó: ’¡Danzón dedicado a los reclusos de Chalco… Música maestro…’!
Después de la primera participación, se presentaron algunos reclusos que hicieron demostración de activación física.
Y llegó el momento de Jalisco, los aplausos y los gritos fueron de alegría pues hubo un toque de picardía. Entre baile y baile el maestro y una de las integrantes del grupo dijeron versos "colorados". Fue un éxito.
Para concluir, un grupo de jóvenes reclusos realizaron remix de bailes modernos, de diferentes ritmos.
Más adelante les invitaron a comer al selectivo femenil de Xochiquetzal, junto con su maestro que aún sigue preso.
Al terminar, varios de los reclusos con los que bailaron les dieron obsequios a sus parejas: artesanías que ellos hacen: flores de papel, figuras de madera, bolsas y monederos tejidos de hilo o estambre, entre ellos pulseras tejidas con nudos de estambre con el nombre del grupo y el nombre de cada integrante.
Salieron al filo de las dos de la tarde, alegres, satisfechas del resultado.
