Texcoco, Edoméx.- El joven Álvaro Carrillo tenía una cita de amor.
Animoso se acicalaba el cabello, sonreía. Anhelaba que llegara el momento para, al mirarla, ir a su encuentro y darle un beso a la bella, y estrechar sus manos.
Pensaba en eso, recurrentemente.
Mientras tanto, recibió una importante notificación en la víspera.
’Por instrucciones del señor director de esta escuela tiene usted el encargo de presentarse mañana, por la tarde, a una importante reunión social para que amenice con sus canciones’.
Álvaro enfureció. ’Cómo, es mi día franco, y yo tengo una de veras importante cita. Cómo…’.
’Pues dígale al señor director que me perdone, pero ya tengo un compromiso. No puedo estar en su fiesta. Dígale así, por favor’, le advirtió al notificador.
En menos de una hora el joven Álvaro Carrillo fue arrestado. Le llevaron a un sitio especial para que no pudiera irse de Chapingo.
Enojado, poco a poco aceptó su condición de recluso circunstancial.
Sin embargo, la desesperación y la certeza de que no se encontraría con la amada le instalaron en un estado de gracia y comenzó a escribir unas líneas.
Así nació la canción ’Luz de Luna’.