Desconciértalo.

Esto es mejor de lo que pasa en política. Pero de lo que saben, ellos y ellas, mucho. El desconcierto. A poco, no.
Están 3 mujeres: una comprometida, una secretaria. Y una casada. Charlan sobre sus relaciones y deciden que necesitan darle emoción a su vida amorosa. Las tres amigas acuerdan usar, con sus respectivas parejas, sujetadores de cuero negro, tacones de aguja y una máscara que cubra sus ojos. Y darles la sorpresa. Al cabo de unos días se reúnen y comparan sus experiencias. La primera en narrar su aventura fue la comprometida. "Cuando mi novio me encontró con el corpiño de cuero negro, tacones de aguja y la máscara me dijo: ’’Eres la mujer de mi vida. Te amo’’. Tuvimos amor toda la noche’. Enseguida platica la secretaria. "Cuando me encontró él en su oficina, llevaba el corpiño de cuero, zapatos de tacón, la máscara sobre los ojos y un abrigo. Me quité el abrigo y no articuló palabra, pero fuimos salvajes toda la tarde". Y por último el ama de casa les narra: "Envié a los niños a dormir a casa de mi madre. Cuando mi marido llegó a casa yo llevaba el corpiño de cuero, medias negras, tacones de aguja y la máscara. Tan pronto como entró por la puerta y me vio, dijo: Qué hay para cenar, Batman ’
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