El Buzón

Al Jefe de gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera, le fue pésimo la semana pasada. Una joven lo increpó en un acto público celebrado en la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. El mandatario capitalino se quedó mudo, paralizado, no supo qué hacer, finalmente agobiado se retiró del lugar.
Gisela Pérez de Acha, es el nombre de la activista en cuestión, a quien la administración de la Ciudad intentó desacreditarla al calificarla de anarquista. Señalamiento falso que, posteriormente aclaró la propia Pérez de Acha, quien lamento que las autoridades capitalinas criminalicen la protesta.
Provista con una cartulina, la joven interrumpió el discurso de Mancera, según ella la molestia provino porque el gobierno del DF ha reprimido diversas manifestaciones y la titular de Derechos Humanos del DF, Perla Gómez, lejos de señalarlos, habló de respeto a las manifestaciones.
Independientemente de las fallas en su equipo de seguridad o si el acto tiene tintes políticos de algún grupo del PRD, la imagen del Jefe de gobierno fue golpeada, abollada, lo cual le hace perder credibilidad y fuerza entre los capitalinos.
Hechos a los que se sumó el ex Jefe de gobierno, Marcelo Ebrard, quien nuevamente habló sobre el caso de la Línea 12 del Metro.
Esta vez, no sólo se dijo dispuesto a comparecer ante cualquier autoridad que se lo solicite, sino que seguro de sí, y con la fuerza que le dan los desaciertos de la actual administración capitalina, criticó la lentitud con la que Miguel Ángel Mancera ha actuado frente a las fallas de la Línea Dorada.
Marcelo Ebrard es un político hábil, y hasta ahora el lío de la Línea 12 lejos de sepultarlo políticamente, lo está fortaleciendo.
En contraparte para Mancera se ha convertido en una pesadilla, a la cual se suman los empresarios participantes, quienes al igual que los miles de usuarios externan a cada momento su irritación.
Al Jefe de Gobierno capitalino no le salen bien las cosas, muestra su inexperiencia, y su nivel de aceptación entre los capitalinos sigue en descenso.
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Eduardo González, responsable de la Comisaría de Seguridad Pública, Vialidad y Protección Civil en Huixquilucan, tiene sumido en el desorden a ese municipio.
Las principales calles y avenidas de la localidad son usadas como estacionamiento por comerciantes y residentes, lo cual genera todos los días problemas de movilidad.
Un ejemplo claro es la propia cabecera municipal, sus uniformados provistos con su silbato hacen funciones de viene viene, pero no retiran a los infractores.
Los contribuyentes no pagan para que los policías se limiten a trabajar como franeleros, sino para que haya seguridad y orden.
Otro más la Avenida Coatepec , en la comunidad de San Bartolomé Coatepec, siempre obstruida por vehículos. Abarroteros y dueños de casas de materiales se burlan de Eduardo González, quien se niega a hacer valer sus atribuciones.
Tal parece que los 69 mil 652 pesos mensuales de salario que recibe y que paga la población no le es suficiente para hacer un trabajo óptimo. Tal servidor público no puede alegar que esté ocupado en responsabilidades mayores pues la inseguridad está en su apogeo.
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Juan Hugo de la Rosa , líder del PRD en el Estado de México, y eterno aspirante a la presidencia municipal de Nezahualcóyotl, es uno de los mencionados para buscar una vez más ese cargo.
Pese a que en esa localidad gobierna el sol azteca, el cual tiene fuerte aceptación entre la población, el panorama no le es muy favorable pues antes de llegar a la elección constitucional, deberá superar la contienda interna.
Hugo de la Rosa , experimentado político y de larga trayectoria cuenta con el apoyo de diversos grupos, genera confianza entre la población y eso podría sumarle votos para derrotar a sus compañeros de partido que buscarán imponer a un candidato gris. Los trabajos previos rumbos a la campaña están en marcha, de superar la contienda interna, Hugo de la Rosa prácticamente habrá superado el camino.