Constelación Andrómeda
Norma L. Vázquez Alanís
La transición de la lectura en papel hacia la lectura digital, fue el tema central de la tercera edición del Festival Metropolitano del Libro (Librofest) 2016, organizado por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) con el propósito de convencer a la sociedad de que, invertir en la cultura y la lectura, es algo trascendente que puede cambiar el rumbo de sus vidas.
Bajo el enunciado ’El libro a través del tiempo’, el Librofest llevó a cabo del 31 de mayo al 4 de junio conferencias magistrales, foros de discusión, presentaciones editoriales y salas de lectura, para analizar la manera como, el acto de leer, modifica tanto la percepción como el pensamiento del ser humano.
En virtud de que la lectura es parte fundamental del desarrollo individual y colectivo, la UAM planteó la necesidad de afrontar la transición hacia esta nueva era digital, con plena conciencia de que la escritura literaria para el libro electrónico debe tener ciertas características, a fin de que sea posible leerlo con la misma fluidez que un volumen impreso.
De manera que los foros y conferencias magistrales versaron sobre la importancia del libro electrónico y la prevalencia del libro impreso, independientemente del desarrollo de la tecnología.
Las ponencias más sustanciosas fueron las del escritor, periodista y catedrático universitario René Avilés Fabila, y de la directora de la empresa ‘Hago libros’, Yazmín Hidalgo.
El primero, reflexionó acerca de la evolución del libro en una conferencia magistral titulada ‘¿Ha muerto el libro impreso?’, en la que planteó la utilidad del libro electrónico como opción eficaz ante la inviabilidad de editar obras en papel, por el reducido presupuesto, por ejemplo, de instituciones públicas.
Hablar de la polémica entre el libro digital y su antepasado, el libro impreso, resultaría ocioso, explicó Avilés Fabila, porque hasta hoy han convivido muy bien y el uno no descarta -ni descartará- al otro; el primero está comenzando apenas su desarrollo, por lo que la coexistencia de ambos soportes para la difusión del conocimiento tendrán todavía un trecho muy largo que recorrer y se ajustarán siempre a las necesidades del lector.
Para el escritor y periodista, lo fundamental es hablar del libro como vehículo de la cultura y repositorio de la historia de la humanidad. En este sentido, refirió que es cuestión de acostumbrarse, pues el libro impreso ha podido transitar al libro digital sin ningún problema, y aunque no será fácil pasar de la lectura en papel a la de pantallas, ya ha ocurrido con cierto éxito; sin embargo, siempre habrá lectores devotos del formato tradicional.
Preferencia por el papel
Por su parte, Yazmín Hidalgo, directora de la empresa ‘Hago libros’, sostuvo que a pesar del avance que ha tenido el libro electrónico, el de papel continúa inundando las bibliotecas personales de la sociedad.
La especialista en artes visuales dijo que ’el libro como tal está teniendo un auge, está reviviendo, hoy en día vemos a más jóvenes y a más niños asistir a las ferias literarias y a los remates de libros, lo cual indica que aún hay quienes voltean la mirada al papel y lo prefieren a la tecnología digital’.
Hidalgo, quien se ha desempeñado profesionalmente en el campo de la gráfica y los libros de artista, consideró que también los literatos y quienes se dedican a escribir libros especializados en alguna disciplina, se están preparando con la intención de captar la atención de un mayor número de lectores. Fue enfática al subrayar que ’el libro electrónico jamás erradicará el libro tradicional’.
Otras opiniones interesantes acerca del cambio de la lectura en papel hacia la lectura digital, las expusieron Diego Echeverría, director general de Editorial INK, y el escritor Carlos González Muñiz.
’El libro digital es el soporte del futuro del conocimiento, sin detrimento alguno del libro impreso, puesto que da acceso a un acervo monumental y es un excelente auxiliar de centros educativos, bibliotecas e investigadores, así como resguardo de obras clásicas’, manifestó Echeverría, reconocido como uno de los empresarios más jóvenes y con mayor calidad tecnológica en habla hispana en la elaboración de libros digitales.
Actualmente centros de investigación como el CIDE y el COLMEX están acercándose a Editorial INK para la edición como ’eBooks’, de las obras que publican esos prestigiosos centros académicos.
A su vez, González Muñiz, quien se manifestó como un devoto de la lectura y de la escritura sin importar cuál sea el formato, aconsejó ’desapegarnos de las cosas y darle permiso al libro de ser soportado en cualquier formato’.
Las nuevas tecnologías brindan la oportunidad de otro modo de creación, más interactivo, muy relacionado con un tiempo que no es estático, sino que puede facilitar nuevas formas de concepción literaria.
Libros, amigos de bosques
Y como parte de la tercera edición del Librofest, Editorial INK y la Universidad Autónoma Metropolitana, difundieron la convocatoria del III Premio Internacional INK de Novela Digital 2016 (31 de mayo al 29 de agosto) dotado de 50 mil pesos y la publicación de la obra en formato digital con tecnología de punta.
El Premio Internacional Ink de Novela Digital brinda un espacio de expresión para la literatura que busca romper fronteras a través de las posibilidades y adelantos de la edición virtual. Para esta edición el jurado internacional lo integran los escritores René Avilés Fabila, uno de los impulsores del premio; Raúl Brasca, de Argentina; Ana Clavel, de México; Daniel Ferrerira, de Colombia, y Geney Beltrán Félix, representante de Editorial INK.
Las novelas premiadas se publicarán a través de las plataformas más importantes de la distribución de libros electrónicos: Amazon, Apple, B&N, Google Play y Kobo. Los ganadores de las dos ediciones anteriores fueron Carlos González Muñiz con la obra ‘El Asombro’ y Emilio Losada, de España, con ‘Aviones de fuego’.
A manera de conclusión, podríamos decir que los dos formatos del libro pueden convivir sin que el electrónico desplace al impreso, pues todavía quedan por lo menos tres generaciones que disfrutan las ediciones en papel.
Por cierto, para quienes argumenten que los libros electrónicos no atentan contra la naturaleza pues se leen en pantalla, les informo que varias editoriales de Reino Unido, Holanda, Canadá, Estados Unidos, Francia, Alemania, Bélgica y España ya están participando en el programa del grupo ambientalista Greenpeace, ‘Libro amigo de los bosques’, gracias al cual los tirajes se hacen en papel fabricado a partir de madera procedente de bosques y plantaciones gestionados con los más altos estándares ambientales, lo cual garantiza una explotación de los recursos sostenible con la ecología.
