CÓRDOBA, Ver.- Córdoba, el corazón de la Sierra del Café con sus fincas cafetaleras, su museo del café, sus establecimientos con baristas amables que imparten catas del delicioso aromático y ofrecen la bebida acompañada de galletas, bombones, gomitas y dulces de ese grano que encanta, se encuentra a tan sólo tres horas de la Ciudad de México.
Aquí se conoce todo lo relacionado al café porque es un lugar con historia. La también conocida como la Ciudad de los 30 caballeros, tiene en su plaza principal portales donde se encuentran varios establecimientos. El portal Zavedra es una antigua casa de estilo colonial donde se firmaron los Tratados de Córdoba el 21 de agosto de 1821, con lo que se consume la Independencia.
En cafeterías y restaurantes se ofrecen deliciosas comidas como el tezmole de pollo, el platillo típico cordobés; se escucha música en vivo y se aprecian algunos bailes regionales que asombran.
La ciudad te invita a caminar a cualquier hora del día y por la noche a disfrutar del espectáculo de luz y sonido que se proyecta en el edificio de la Presidencia Municipal que sirve como lienzo para contar la historia.
En el Museo del Café –inaugurado en marzo de 2016- los visitantes interactúan con aparatos digitales que dan cuenta de la historia del café; reporta que fueron colonos franceses quienes en 1740 introdujeron a México cafetos de Martinica. Sin embargo, quien posee el título del primer introductor del café en México es Juan Antonio Gómez Guevara, toda vez que fue en su Hacienda de Guadalupe, donde se estableció la primera finca comercial dedicada a la exportación del grano.
De esta planta lo que más disfrutan, apasiona y consumen las personas es su grano; es el único fruto donde se come la semilla y no la pulpa, la cual se utiliza como abono; la cáscara sirve como combustible para el proceso de tostado; su sabor es sin igual y no es producto de la casualidad: el café.
Una experiencia aromática, de sabores, de sensaciones, con catas y comida; caminata por las calles de esta ciudad; visita a las comunidades de San Bartolo donde se convive con campesinos y artesanos; al Café Mi Rancho donde su propietario, Dionisio, te explica el proceso de los tostados del grano; un recorrido por la exhacienda de Guadalupe y la entrada al Museo del Bonsai, en Fortín de las Flores son experiencias que ofrece Turibús ADO a los turistas.
También se visita, en Fortín de las Flores, Veracruz, el Museo Museo Tatsugoro Bonsái, propiedad del señor Miguel Ros Sánchez, donde se aprecian ejemplares miniatura de Diegos, azáleas, arrayanes, olivos, laureles, ahuehuetes, juníperos, hules, maples, pata de elefante, palo dulce, bugambilias, mejorana, pino negro, y otros árboles miniatura de colección .
El museo, localizado en un área de mil 800 metros cuadrados, es un sitio que contiene más de mil ejemplares miniatura plantados en maceta y es reconocido como el primer museo en su tipo de todo México y América Latina.
Al caminar por este bello sitio se siente paz, buena vibra, tranquilidad. Los perros de don Miguel andan en calma por los pasillos. Una poza con peces anaranjados se atraviesa por un puente de cemento. En los pasillos se aprecian árboles miniatura de más de 100 especies. Las historias de cada bonsái son interesantes.
La ruta Sierra del Café sale todos los sábados y regresa el domingo para que vivas una experiencia de olores, sabores, catas, y recuerdos que trae el aromático. No te la debes perder.
