Texcoco, Edomex.- Este emblemático salón de billar y por muchos texcocanos más que conocido, tiene sus inicios en el año de 1954 y se dice que su nombre proviene por la cercanía que existía con la terminal en donde prestaban sus servicios la línea de auto transportes "Flecha Roja".
Sus fundadores, Vicente López a quien mucha gente conocía como "el viejito" y su señora esposa Teresita Yescas, adquirieron esta propiedad y empezaron el negocio en un espacio pequeño de la planta baja, con un par de mesas de billar, algunas mesas para jugar dominó y posteriormente unas rocolas, haciendo mucho más atractivo para los texcocanos de aquella epoca el lugar de entretenimiento.
La época de oro de este tipo de salones de billar fueron las décadas del 50, 60 y 70, donde no había barrios sin billares. En alguna momento se les llegó a asociar: a la noche, a la trampa, a los pachucos, a la vagancia, al lugar de reunión de delincuentes y mal vivientes, al humo de los cigarrillos que envolvía el juego, las platicas y las apuestas entre hombres. Para mejor muestra basta ver una película de Tin Tan ¡ese nuestro pachucote de oro!.
Hoy en día han cambiado y nada de eso existe, se han vuelto de ambiente familiar, a lo que muchos de sus clientes no les pareció, ya que no tenían la misma libertad de expresarse en sus pláticas como hombres estando presente una mujer y para evitar faltarles al respeto como caballeros de esa epoca, decidieron alejarse de este ambiente...¡Si escucharan expresarse a algunas de las muchachas de la actualidad, esos caballeros tal vez y volverían a frecuentar estos lugares!
Al fallecer Vicente López a sus 85 años de edad, se hace cargo del negocio su sobrino Valerio Lopez, conocido por "Don Vale", y quien desde muy pequeño empezó ha trabajar de la mano de su tío en este negocio, al que le ha dedicado su esfuerzo y compromiso por mantenerlo en pie, con la misma o mejor atención que "El Viejito" en paz descanse daba a sus clientes. Hoy en día "Don Vale" continua preservado el salón de billar con la ayuda de uno de sus hijos, quien tiene la intención de hacer que perdure nuestro tradicional billar texcocano "Flecha Roja".
Jugar una buena partida de billar ya sea Pool o Carambola con los amigos, o en su caso, con desconocidos, puede detonar memorables tardes de convivencias.
Existen infinidad de anécdotas en este billar "Flecha Roja", desde: enamoramiento a primera vista pero no crean que entre personas...nooo, sino entre persona (hombre o mujer) con el juego de billar y llegar a practicarlo por años, comprando inclusive el taco, el guante y uno que otro libro o consejo para mejorar su jugada; ser el lugar dónde llegar en caso de irse de pinta; querer sorprender a la parejita con nuestras habilidades de jugador experimentado, aun y cuando es la primera vez que vamos a un billar; hasta las clásicas retadoras entre clientes frecuentes donde salen a relucir las apuestas y esa frase que se escucha mencionar con frecuencia entre las paredes de este lugar: "quien pierda paga las tortas y los refrescos".
En este salón se llegaron a realizar torneos de billar, en donde los participantes demostraban sus dotes de excelentes jugadores y daban gala a las jugadas practicadas por horas, días y semanas con el objetivo de vencer a sus contrincantes y ganar los primeros lugares, teniendo como premio un trofeo que era entregado en una ceremonia de premiación que corría a cargo de los organizadores. ¿Quizá alguien de ustedes les tocó participar o presenciar este tipo de eventos?
El billar es una perfecta oportunidad para hacer algo divertido con los cuates, con tu pareja y la familia; poner en practica tus habilidades y puntería; así como disfrutar de algunas conversaciones y anécdotas mientras apuntas a la buchaca o quieres hacer carambola.
No se pierdan la oportunidad de conocer este tipo de salones de billar y practicar este juego, les aseguro que pasaras un buen rato de diversión y entretenimiento.
