(Carta a Don Héctor)

Epístolas Surianas

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Seguridad
Julio 20, 2016 19:21 hrs.
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Julio Ayala Carlos › codice21.com.mx

ES OBVIO QUE HAY MUCHO más en el ataque a balazos en contra de la Notaría Pública propiedad del presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado, Robespierre Robles Hurtado. De ser una respuesta por la detención de un presunto narcotraficante, como lo dice el magistrado, entonces lo más lógico es que hubieran atacado a la Fiscalía General estatal que llevó a cabo la captura.

Y EN OTRO ASUNTO, A MENOS que los empresarios consigan armarse con armas de grueso calibre, es decir, exclusivas del Ejército y Fuerza Aérea, con el fin de hacerle frente a la delincuencia organizada y defender su vida y la de su familia, así como su patrimonio, lo otro parece ocioso.

Y es que, como todo mundo sabe, la delincuencia organizada ciertamente no porta resorteras, cohetones, bombas molotov, palos o piedras, como los maestros de la Ceteg, aunque hay que decir que también causan estragos. Como todo mundo sabe, la delincuencia organizada utiliza para sus fines, armas de grueso calibre, como pistolas con calibre mínimo de 9 milímetros, y fusiles de asalto como el AK-47, el R-15, bazucas e incluso lanzagranadas, que comparados con los calibres que autoriza la Secretaría de la Defensa Nacional, causan risa.

En efecto, la Sedena autoriza a los ciudadanos que lo soliciten, previo cumplimiento de una serie de requisitos, armas para tener en casa, cuyos calibres van del 22, 25, 38, y escopeta del 12, y en situaciones muy especiales, la 9 milímetros, pero resulta muy complicado, muy difícil, que se obtenga el permiso para que se porte, de ahí que resulta un disparate solicitar armarse para hacerle frente a la inseguridad.

Hay que decirlo. No es nuevo decir que la delincuencia utiliza para sus fines mejor armamento que los cuerpos policiacos municipales, estatales y federales, e incluso que la Secretaría de la Defensa Nacional y Fuerza Aérea, de tal forma que la intención de armarse de los empresarios, incluidos los transportistas, no es más que una propuesta desesperada ante la inseguridad y violencia que los aqueja, y que, de acuerdo a la Fiscalía General del Estado, tiene que ver con la delincuencia organizada.

En suma, los ciudadanos en su conjunto, estamos a la merced de Dios, y mucho más si quienes tienen la obligación de defendernos, pretenden quitarnos las piedras y las resorteras con el programa de despistolización que por ahí pretenden.

Cierto. Ante la inseguridad y la violencia existente, el instinto de conservación hace defenderte, pero si el Gobierno federal no ha podido resolver el problema, parece imposible que como ciudadanos podamos hacerlo, incluso aunque el ciudadano común y corriente traiga fajada al cinto una 22 que, como ya dijimos, comparada con una ’cuerno de chivo’ no se asemeja ni a una resortera.

En consecuencia, no nos queda más que portarnos bien. Fijarse con quien se junta y convive uno. No discutir ni pelearse con nadie y, claro, no frecuentar sitios o lugares donde uno considere que no son propios para la sana convivencia. Todo esto mientras las autoridades de gobierno nos garantizan la paz y la seguridad de la que antes se gozaba, con algunos incidentes de por medio, en el país entero.

Sí. Yo sí creo que México, nuestro país, aún tiene remedio. Yo sí creo que no todo está perdido. Que aún se puede recobrar la paz y la tranquilidad a la que estábamos acostumbrados. Aun creo que el Estado, como tal, puede brindarnos la seguridad que necesitamos. Es por el presente, por nosotros; es por el futuro y por nuestros hijos.
Comentarios: julio651220@hotmailcom

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