*Hoy el problema ya no es la amapola
*Pero también del autotransporte de pasajeros
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Chilpancingo, Gro., noviembre 16 del 2018 (IRZA).- Salvador Rangel Mendoza, obispo de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, dijo que para resolver la crisis de violencia, social y económica que se está viviendo en la sierra cercana a Chilpancingo, es hora de que el gobierno federal debe entrar ’para darle la mano a la gente’ de esa zona.
Rangel Mendoza fue entrevistado la noche de este viernes en el programa de Televisión por internet ’El Chirrión del Tlacololero’, que se produce en los estudios de la Agencia de Noticias IRZA, que conduce el periodista Fabián Ortiz Trigo y la Maestra Graciela Ledezma, en el que también participó el comunicador Jaime Irra Carceda.
Ahí dijo que los cientos de familias desplazadas de la comunidad de Filo de Caballos y otras de la zona, luego de que el domingo pasado ’entre 2 mil y 3 mil’ presuntos comunitarios irrumpieron a balazos en ese caserío, con resultado de 7 muertos y 12 heridos, le están pidiendo que intervenga en ese problema porque quieren regresar a sus hogares, ’porque están siendo saqueados’.
En la conversación, el obispo se mostró sorprendido por el número de ’policías comunitarios’ que ahora mismo están en Filo de Caballos y se preguntó: ’¿Quién fue capaz de moverlos?’, lo que se traduce como ¿quién está financiando a esa gente?, ¿con qué dinero se les da de comer y se les provee de balas para sus rifles?
Y agregó que esa gente (los comunitarios) provienen de muchos puntos: Apaxtla, Cocula, Teloloapan, Tierra Caliente, entre otros, y suman miles. ’Como dijo el gobernador: ¿qué se puede hacer para pacificar la zona con 50 o 60 soldados?’.
Monseñor Rangel Mendoza coincidió con la opinión del gobernador Héctor Astudillo Flores, en el sentido de que el problema de La Sierra debe considerarse como de ’seguridad nacional’, y también con lo expresado por el diputado local Héctor Apreza Patrón, quien ha alertado de que la crisis en esa zona puede escalar a un movimiento de insurgencia.
’Siempre he dicho que el hambre es la madre de todas las guerras, acuérdense de Lucio, Genaro, Morelos, los Bravo… No quiero ser ave de mal agüero, pero es el momento en que tenemos que atender la Sierra, si no se va a producir un grave problema social. Ahorita hay unos 2000 comunitarios, ya van a cumplir ocho días, ¿quién los sostiene? Es el momento en que el gobierno federal tiene que ir y darle la mano a estas personas’, reflexionó.
Ahora que ’se cayó el precio’ de la goma de la amapola, de cincuenta mil a 3 mil 500 pesos el kilogramo, ’es el momento oportuno para que las autoridades le tiendan la mano a la gente que se dedica al cultivo de esa planta, ’pero nadie los atiende, lo que provoca que se agrave el problema social tanto en la Sierra como en la Montaña’, en donde también se cultiva y se cosecha el enervante.
Enseguida refirió que uno de ’los narcotraficantes me decía que saben sembrar flores, que lo pueden hacer, o que los ayuden a sacar el durazno, la pera, el aguacate…’.
’Es la hora oportuna, psicológica, de atender el problema, porque los sierreños se mantenían de la amapola, y ahora eso ya no produce ganancias’, agregó.
Aceptó que haber asumido el papel de intermediario en el conflicto de la Sierra le da miedo, pero que está dispuesto a seguir.
Comentó: ’Hace un rato hable con el párroco de Chichihualco’, en donde se han refugiado alrededor de mil personas que huyeron de Filo de Caballos, ’pero están bien, tienen comida, cobijas, se bañan’.
Legalización de las drogas, una salida falsa
Se pronunció en contra de la legalización de las drogas. ’Es una salida falsa, el problema es social y legalizándolas sería como un paliativo, como poner un curita a alguien que recibió un balazo’, y agregó: ’A los problemas sociales hay que meterles educación, dinero, infraestructura, caminos. Legalizar es una irresponsabilidad del gobierno y de quienes hacen las leyes (los diputados). Así sólo se evaden los problemas’.
E hizo una revelación: ’La amapola ya no es negocio. Ahora se están peleando los lugares estratégicos, como es el caso de Filo de Caballos, una zona en la que hay minas, madera’. También se están disputando el autotransporte (de pasajeros), que es uno de los problemas de fondo, añadió.
Y recordó una anécdota: ’Lo platicaré de manera muy imprudente: me contó un colaborador de un ex gobernador de Guerrero, que ese gobernador un día recibió dinero (se entiende que una fuerte suma) de un narcotraficante, y cuando éste ya se retiraba del lugar del encuentro, el mismo mandatario le gritó: no quiero muertos en Guerrero’, con lo que sugirió que así se arreglaban las cosas para que la delincuencia no afectara a la población.
