Después del ajuste realizado por la SHCP, el pasado 23 de mayo, de las expectativas económicas para este año, al anunciar que el PIB será de 2.7% en 2014 y no de 3.9% como en reiteradas ocasiones lo defendió su titular Luis Videgaray Caso, la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño de la Ciudad de México, (CANACOPE), hace del conocimiento de la opinión pública los siguientes puntos:
1. El hecho de que las autoridades hayan ajustado sus expectativas hacia índices de crecimiento más realistas, es un signo positivo que reconoce el contexto en el que se ha desarrollado nuestra economía y que desde el 2013 mostró claros signos de desaceleración. Sin embargo, no podemos quedarnos ahí. Es necesario identificar claramente cuáles han sido los criterios de la política económica que están incidiendo en el estancamiento, para cambiarlos.
2. Para la CANACOPE, es importante revisar los elementos de la política fiscal que han impactado negativamente en el consumo, como lo fue la imposición del IVA, así como del IEPS en diversos productos de consumo popular, la desaparición del Régimen del Pequeño Contribuyente o la falta de una propuesta clara para incluir al comercio ambulante en el pago de impuestos.
3. Para nuestra institución es importante que el Gobierno Federal, revise la aplicación de la reforma fiscal. Hoy en día el pequeño contribuyente se encuentra agobiado por la cantidad de trámites que deberá realizar y bajo la incertidumbre de si podrá cumplir con las expectativas planteadas por las autoridades para la recaudación de impuestos. La tributación fiscal, a la que nuestro sector no se opone, debe orientarse hacia un modelo accesible y que ofrezca más aliento a la formalidad que a la informalidad.
4. Consideramos que una clave importante del crecimiento económico sostenido tiene que ver con la activación del mercado interno. Para ello es importante que el gasto del gobierno se realice de manera inteligente; apoyando la producción y comercialización de los enseres y servicios que necesitan nuestras comunidades. En esa lógica se requiere también la reactivación del comercio de barrio, con inversión y apoyos reales que lleguen tanto al negocio familiar, como a la micro y mediana empresa.
5. Al Gobierno del Distrito Federal, le pedimos un impulso real al principal sector económico de la capital del país, que son sus micro, pequeñas y medianas empresas, principalmente las orientadas al comercio y los servicios. Es necesario enfocar el gasto en infraestructura hacia obras que realmente doten de movilidad a la ciudad, no solamente estéticos, sino que permitan a los ciudadanos optimizar tiempo y salario; por ejemplo que permitan la entrega de mercancías a tiempo. En necesario evitar a toda costa el cierre de vialidades por manifestaciones u obras públicas, lo cual ayudará a impulsar la productividad, el cumplimiento de citas de trabajo y comerciales. Es necesario impulsar la eficiencia y eficacia del trasporte público. En esta lista de necesidades, no podemos dejar de mencionar lo importante que es, acotar el crecimiento desmedido de las tiendas departamentales, los centros comerciales, las bodegas exprés o las tiendas de conveniencia, que tanto daño han hecho al comercio tradicional de barrio. Por último, una buena intención podría ser, la revisión de los procesos burocráticos que dificultan la apertura de negocios, así como una buena revisión del excesivo reglamentísmo a que los giros comerciales están sujetos.
El pequeño comercio, las familias que lo integran, los trabajadores de las clases populares, así como los estudiantes que cada año egresan de sus escuelas, no pueden esperar sentados, hasta que para el 2015 o 2016, se comiencen a abrir nuevas oportunidades de trabajo y negocio que probablemente se generarán con las reformas estructurales. Es urgente que los resultados comiencen a cristalizarse para el segundo semestre de este año.
