En 2018 tuvieron un incremento entre 20 y 50%, los productos de la canasta básica lo que significa un menor poder de adquisición para las familias mexicanas a la hora de comprar alimentos, como carne, huevo, frijol, azúcar, frutas y verduras, y las tortillas aún más.
Son varios los factores que han influido en el aumento de precios. El primero es la inflación de 6.63% con la que México cerró el año y que ya se está reflejando en el aumento de precios.
La escalada del precio del gas LP también influye en los precios de la canasta básica. Héctor Soto, presidente de la Cámara de Comercio (CANACO), explicó que el uso de gas en el comercio implica que éstos aumenten los precios de los alimentos para subsanar el incremento que también se dio en el combustible desde los primeros días del año.
Lo mismo sucedió con la gasolina, ya que los 56 centavos extra por cada litro se vieron reflejados en los costos de los alimentos de la canasta básica, que presentaron un aumento de entre 56 centavos, dos y hasta cuatro pesos, en algunas entidades.
El cambio en los precios de los combustibles se debe a la liberación que permitió el gobierno de Enrique Peña Nieto y que está impactando directamente en el bolsillo de los mexicanos, pues cada distribuidor establece un precio a discrecionalidad, lo que genera una presión a los precios del resto de los productos.
Sin excepción todos los alimentos subieron sus costos en los últimos días y siguen subiendo, así mismo todos los servicios y artículos se van al alza, algo que trae consigo problemáticas con las familias al no tener poder adquisitivo.