Sergio Enrique Castro Peña

Hablemos del 2018: Una prospectiva electoral

Hablemos del 2018: Una prospectiva electoral
Periodismo
Octubre 20, 2016 20:42 hrs.
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Sergio Enrique Castro Peña › guerrerohabla.com

En nuestra entrega anterior analizamos el comportamiento probable en los próximos dos años, con miras a las elecciones estatales de 2017 y la presidencial en 2018. De los partidos políticos tratados, MORENA es el único con posibilidades reales en dicha contienda, MC y el PT solamente podrían tener una función de aliados, con una estructura electoral y una cantidad de votos suficientes para hacer más factible las aspiraciones de Andrés Manuel López Obrador de realizar, en un tercer intento, el triunfo electoral que lo llevaría a la presidencia de la república, en caso de que su salud se lo permita.
En nuestros artículos ’Hablemos del PRD, del PRI o de los Partidos Extraviados I y II’ analizamos la situación que guarda tanto en el PRD como en el PRI y de cómo, si no modifican sus estrategias políticas actuales, se verán influidas, para mal, sustancialmente sus posibilidades no únicamente para obtener la presidencia, sino para conservar la posición política actual. Con respecto al PAN, en nuestro artículo ’Hablemos del Triunfo Asegurado o del Plato a la Boca se Puede Caer la Sopa’, nos referimos al exceso de confianza que vive ese partido y, de cómo la lucha interna de quien puede ser su candidato presidencial en 2018, podría desembocar, al igual que sucedió en el 2012, en una sorpresa poco agradable. De igual forma, como un fenómeno que se ha dado en las pasadas últimas tres elecciones presidenciales, el ’voto flotante’, contribuyó, tanto en el 2000, 2006 y el 2012, a definir al ganador.
También, señalamos, que había que hacer escenarios prospectivos, teniendo como base los factores antes señalados, considerando que la política constituye una parte sustancial de las Ciencias Sociales, la cual ha incluido en sus técnicas de investigación, las estadísticas. Sin embargo, a pesar de que en la política el factor aleatorio es muy significativo, dar seguimiento al comportamiento general de los actores –políticos, electores y otros organismos-, tanto en las pasadas elecciones como en las previas, nos hace sentir que al estar en condiciones de poder construir futuros paradigmas, nos evita caer en un nefasto inmovilismo. Por lo tanto, iniciemos la creación de escenarios prospectivos para las elecciones presidenciales de 2018, sin olvidar una de las situaciones que vive nuestro país que es el de estar sumergido en una ’saturación de política’, la cual inhibe un buen desempeño de un sistema político plural y el logro de acuerdos con objetivos nacionales y libre de las ópticas unidimensionales.
MORENA y su líder López Obrador enfrentaran dificultades grandes para volver, por tercera vez, integrar y unificar a la izquierda en apoyo a su candidatura a la presidencia de la república. Las razones la encontramos primero en su incapacidad de realizar alianzas bajo sus propios términos y con poca ganancia para sus aliados. Por ello, ni el PT, al cual MORENA causante en cierto grado de la situación, dejó solo cuando estuvo a punto de perder su registro. Los morenos solamente lo usaron utilizarlo beneficiarse de su infraestructura sin dar a cambio la posibilidad de seguir contando con su registro. Una muestra más, del egocentrismo político del líder de MORENA, solo utiliza a sus supuestos aliados sin importarle los beneficios o consecuencias que pudieran tener dichos aliados. De igual manera, hay que considerar, dos eventos que describen las posibilidades de López Obrador en lograr sus objetivos presidenciales, que son indicativos siendo estos. Uno, es el rechazo, por parte de López Obrador, para reunirse a tomar un cafecito, con la recién nombrada presidenta del PRD, Alejandra Barrales. La anterior, se percibió como un rechazo y condicionamiento, a los que tiene acostumbrados al sector político y de medios de comunicación, del líder de MORENA. El segundo, lo constituye la reticencia aparente del movimiento magisterial comandado por el CNTE, a los intentos de acercamiento para lograr una alianza entre MORENA y el Coordinadora. Quizás, este repudio está fundamentado en el comportamiento reciente de López Obrador con sus supuestos aliados, los cuales solo fueron usados, sin ningún beneficio político. Por el contrario, la Coordinadora ha realizado puntos de acuerdo con el PRD y sus acciones concretas se han manifestado en la posición de ese partido para que se analice la Ley sobre Educación. Pero esto, lo trataremos con más detalle posteriormente.
En la misma situación se encuentra el Partido Movimiento Ciudadano (MC), que si bien ha dado su apoyo a López Obrador en sus dos anteriores intentos para lograr la presidencia de la república, no creemos que se de una alianza en 2018. Esto lo sustentamos en lo acontecido durante en la pasadas elecciones en el Estado de Veracruz, de donde su líder Dante Delgado es originario. Ahí, MC sufrió la misma suerte que el PT, al ser utilizado por López Obrador. No solamente dispuso de su infraestructura partidista sino que también captó a una gran mayoría de su voto tradicional, lo cual llevo a MC a disminuir su votación de 12.5 por ciento en 2010 a 1.21 por ciento en 2016. MC, por un lado, ya comprobó que tiene una fuerza electoral significativa, ’voto duro y flotante’, pero no suficiente individualmente, para realizar un papel relevante en la concreción de una elección, esto es, conoce su capacidad de aliado de una fuerza mayor en la obtención del triunfo. De igual manera, sabe que con alianzas con el PT, el PRD y el PAN, recuérdese Puebla, y las infraestructuras y recursos electorales que estos tienen, además de la capacidad de su líder Dante Delgado para realizar negociaciones provechosas para las partes, puede maximizar el valor de sus votos. Con respecto al PAN, MC solo aceptaría una alianza en las elecciones presidenciales con dicho partido, y este solo la propondrá, si su candidato es Rafael Moreno Valle. Con ello, MORENA y su líder López Obrador disminuyen más sus posibilidades en las elecciones de 2018. Pero dado, que no es muy probable que los grupos fundamentalistas del PAN permitan que los abandere, máximo, si consideran que su triunfo está asegurado, un candidato que no es ciento por ciento panista. Por lo que se considera más probable que Dante Delgado busque una alianza con el PRD, dado sus antiguas rencillas con el PRI.
El PRD, con Alejandra Barrales como en su presidenta, muy allegada al jefe de de gobierno de la Ciudad de México, los ’chuchos’, una de las principales ’tribus’ del PRD en esta ciudad, buscarán seguir gozando de los beneficios, que obtiene de sus gobernantes. Por otra parte, la Corriente Democrática comandada por la pareja (esposos) René Bejarano y la Senadora Lourdes Padierna y su control de gran parte de los grupos clientelistas de la capital del país, lo cual constituye también una fuerza electoral y financiera considerable, pero que su lealtad real en ocasiones es fuertemente cuestionada, señalan que su apoyo a MORENA y su líder en las pasadas elecciones a Delegados fueron decisivas en el triunfo obtenido por MORENA. Sin embargo, está por decidirse si el apoyo susceptiblemente otorgado hasta este momento a MORENA, comprenderá las elecciones presidenciales, que también son para elegir al primer gobernador de la Ciudad de México donde el anterior presidente de MORENA, Martí Batres se perfila como su candidato. Esto puede propiciar que la pareja en cuestión, decida permanecer y seguir dado su apoyo al PRD, siempre y cuando se den las negociaciones pertinentes.
No cabe duda, el candidato del PRD a la presidencia en el 2018 será Miguel Ángel Mancera. Político, que hasta este momento se ha manejado como ’sin partido’, pero ha gobernado con el apoyo, principalmente del PRD, pero buscara adherirse a otras fuerzas políticas que puedan contribuir a su causa y hacer más probable sus aspiraciones políticas, entre las que se encuentran el magisterio perteneciente al CNTE, que ha sobrepasado su área natural del Estado de Oaxaca. De igual manera, comenzará a desligarse de las costosas alianzas con el PAN, para fortalecer su identidad y presencia a nivel nacional, unificando a sus gobernadores, Michoacán, Morelos y Tabasco con el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, para hacer un frente común, en su lucha por los recursos y, principalmente los rubros del presupuesto concerniente a las participaciones estatales, que el Gobierno Federal dispondrá en 2017 y los concernientes a la seguridad social. Mismos que tienen su impacto dentro de la población con menos recursos, pero con un voto válido en un futro no muy lejano. Los presupuestos federales cada año son propuestos por el ejecutivo, pero al final son discutidos, dentro y fuera de las Cámaras, por todos los actores involucrados: partidos políticos, gobernadores, sector privado, léase CCE (Consejo Coordinador Empresarial), ONG´s y las diferentes áreas, secretarías y entidades paraestatales involucradas en el ejercicio del presupuesto y, principalmente en donde su titular tiene posibilidades y aspiraciones presidenciales. De ahí, la importancia de poner en la mesa de negociaciones este tema, máximo cuando los recursos por distribuir son tan disminuidos. La lucha por ellos, se torna intensa y los métodos para obtenerlos también. Posición, que hace atractiva la opción de Mancera, por representar una cara de la nueva izquierda, como la seguida por la presidenta de Chile, tanto a los sectores laborales, pequeños empresarios, políticos indecisos como una opción de emergencia, para el grupo empresarial en caso de que las corrientes de la derecha no lleguen a una negociación adecuada.
Lo anterior, nos lleva a tratar al supuesto e indiscutible ganador de las próximas elecciones presidenciales de 2018, el PAN. Como ya había señalado en nuestro escrito ’Hablemos del Triunfo Asegurado o del Plato a la Boca se Puede Caer la Sopa’, principalmente por la disputa entre dos corrientes fundamentalistas que luchan encarnizadamente por llevar a la candidatura panista. La primera, encabezada por la esposa del ex-presidente Felipe Calderón, Margarita Zavala, mientras que el otro grupo, tiene a su representante visible al actual presidente del PAN, Ricardo Anaya, cuya función ha sido dejar fuera de la contienda electoral interna al todavía gobernador de Puebla Rafael Moreno Valle, al promover la depuración del padrón panista con el fin de que solamente los miembros del partido pudieran votar como contraparte a la propuesta de Moreno Valle, de que la selección se haga con una consulta abierta a toda la sociedad. De persistir la posición de los fundamentalistas y promotores de la ’pureza de sangre’ panista, rechazando la propuesta del hasta hoy Gobernador de Puebla, alejaría cualquier apoyo a candidatos ’independientes’, alianzas con otros partidos y, primordialmente a los votantes ’flotantes’ del grupo de los indecisos o los ’resentidos o desilusionados’ provenientes del PRI, por la mala actuación del gobierno actual y el abandono que han padecido por parte del Presidente Peña Nieto. Aunado a esto, también hay que considerar que la actitud, rayando a una sicosis, presionados por el CCE, de presionar y perseguir a todo lo que huela a PRI por ser sinónimo de corrupción, le puede resultar contraproducente a la dirigencia del PAN y sus aspiraciones presidenciales. Colocándolos, no en la posición de punteros, sino de igualdad a sus otros dos contendientes: MORENA y el PRD y, así, como en el 2006, el fiel de la balanza electoral en 2018 será el PRI. Que los triunfos más sonados a las gubernaturas hayan sido producto de utilizar a ex-priistas y desechar a Moreno Valle como su candidato a la presidencia, por tener ese mismo origen, no es un mensaje muy adecuado, políticamente hablando. Seguir persistiendo en el error, es el peor error. Si no hay que dejarle la decisión al tiempo.
Con respecto al perdedor ’por todos esperado’, el PRI, es poco lo que se puede añadir. Sin embargo, existen algunas decisiones que pueden minimizar o incrementar los aspectos negativos que están actualmente contribuyendo a la percepción generalizada, tanto en el mundo político como en el ciudadano común sobre la futura derrota del PRI. Uno de estos factores neurálgicos es la selección del candidato del PRI a la gubernatura del Estado de México, cuyas elecciones se realizaran, junto con las de Coahuila y Nayarit en 2017. Para nadie es desconocida la importancia de esta selección y que recae mayormente en el Presidente Enrique Peña Nieto. Pero, sí, él presidente ignora la historia real de como se tomaban, en el pasado, las decisiones, que no eran unipersonales sino por consenso de los involucrados, en este caso las fuerzas y los grupos de poder del Estado de México e insiste en poner a un candidato que sea únicamente de su agrado o incondicional y tenga poca relación o compromiso con esos grupos, la espera al 2018 no será necesaria. El presidente Enrique Peña Nieto no podrá cumplirle a los militantes del PRI de que en diciembre del 2018 seguirá ocupando los pinos un priista. Pero, sí, tendrá un lugar asegurado en los resultados finales de la elección de 2018 y, este será, el poco honroso cuarto sitio en la tabla del poder. Todavía tienen el PRI y el presidente tiempo para rectificar sus acciones que están contribuyendo a la situación que vivimos, seguir cumpliéndole los caprichos al CCE y a la curía mexicana, no está ayudándolos. Sera necesario cambiar de rumbo y estrategias, lo cual no necesariamente los llevara al triunfo, pero sí les evitara una derrota estrepitosa y vergonzosa, de la cual, para recuperarse, doce años, actualmente se antojan muy optimistas.
Por todo lo anterior, podemos decir que el próximo presidente electo en 2018, provendrá de una alianza conformada por la llamada izquierda progresista que incluirá a los votantes del PT, MC, PRD y el voto flotante normal y el voto de castigo, a las, por un lado, acciones reaccionarias y estrechas del PAN y por otro, al rechazo al mal desempeño del gobierno de Peña Nieto y a sus constantes desaires al partido. Bueno, esa es nuestra visión del futuro bajo el principio de ’ceteris paribus.’ Sin embargo, al final de cuentas ,como apuntaba el filósofo griego Herálito de Efeso, ’nada permanece, todo cambia,’ y en política cualquier cosa puede suceder en un instante y dejar las prospectivas hechas añicos. sergiocastro6@yahoo.com.mx

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