Sergio Enrique Castro Peña

HABLEMOS NUEVAMENTE DE PRESUPUESTOS

HABLEMOS NUEVAMENTE DE PRESUPUESTOS
Periodismo
Noviembre 16, 2016 20:43 hrs.
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SERGIO ENRIQUE CASTRO PEÑA › guerrerohabla.com

Hablar de presupuestos y con mayor razón de la distribución de los ingresos que capta el gobierno federal es tratar un tema más cercano a una guerra que a un proceso de negociación para obtener la parte de ese pastel que cada uno de los participantes consideran les corresponden dada la, desde su óptica, gran importancia e incidencia que ellos tienen en la vida nacional. De igual forma, es una controversia donde no todos los contendientes son visibles para el ojo del ciudadano común. Los protagonistas, por medios diferentes, quieren convencer de sus posiciones particulares y de esa manera presionar a las autoridades, gubernamentales, partidarias y legislativas, que intervienen en la designación del presupuesto. Entre esos grupos de presión, destacan las cúpulas empresariales., el CCE, las diversas organizaciones laborales, agrícolas, trabajadores y ejidales, los partidos políticos, como ’entidades de interés nacional’, el INE, para nuestra democracia que no acaba de nacer y, los ONG´s como un complemento más, léase político-religioso, de la voz de la sociedad. En otras palabras, la lucha real entre los grupos de poder, dentro y fuera de los recintos legislativos, realmente, se da por quien o quienes serán los mayores beneficiados de ese gasto.
Los recientes acontecimientos, en donde se están realizando los procesos de entrega recepción o en los estados en los cuales se realizaron elecciones, una temática prevalece: ’los estados y sus finanzas por la corrupción prevaleciente están en bancarrota.’ Por lo tanto, entidades como Veracruz, Chihuahua y Quintana Roo solicitan al gobierno federal que ponga en marcha un programa de rescate financiero. Por otra parte, en palabras de pesos y centavos, nos encontramos al jefe del Estado de la Ciudad de México quien arguye, sustentado en la capitalidad o sea ser la capital de México, acerca del derecho que le corresponde para demandar una mayor cantidad recursos financieros. Sin embargo, seguramente afectado por las consecuencias derivadas de los altos índices de contaminación que sufre la entidad, olvida de mencionarnos que esa cantidad adicional que demanda habrá de ser utilizada para acabar de cubrir los costos que han implicado rehacer los errores de diseño de construcción y terminación de la Ruta 12, cuyo costo ronda los doce mil millones de pesos. Dado que hasta la fecha no ha sido posible encontrar a los responsables de ese error, probablemente porque no querían incomodar al señor que estaba ocupado haciendo promocionales para cierta dama estadounidense, estimamos que la petición, de mayores recursos, que deja de tener validez y se antoja pueril. Todo lo anterior significa que, desde la perspectiva de alguien que si hizo algo más que ir a sentarse en una escuela de economía, estaríamos hablando de que para cubrir esas solicitudes se tendrían que destinar aproximadamente 50 mil millones de pesos, o sea el 1.83 por ciento del total de los impuestos del país que se esperan recaudar durante 2017. Con respecto a las otras entidades estatales, solamente percibimos un silencio que suena más a indiferencia de quien sabe de antemano que todo ese alboroto no es más que una fútil y chapucera estrategia en apoyo a su bandera predilecta de que ’la corrupción y el PRI’ son la causa de todas nuestras desgracias y por no haber crecido los últimos años, (cuatro, no dieciséis), recordemos que para las buenas conciencias los de Fox y Calderón no cuentan en este renglón.
El presupuesto de ingresos, ya aprobado por unanimidad por el Congreso, puede parecer muy alto 4,889 miles de millones de pesos y se pretende que el gasto del gobierno federal sea igual a esos ingresos, esto es, que tengamos un presupuesto equilibrado y no se produzca un déficit y, de ser posible, se obtenga un superávit. Esto llama la atención, por que como señalamos en la primera parte de este tema el 44 por ciento de los ingresos del gobierno federal provienen de los bienes y servicios que proporciona el mismo gobierno, sobresaliendo, por las reformas aprobadas por el congreso, la energética en donde paulatinamente las actividades de la explotación, distribución y venta de hidrocarburos, de gas y electricidad pasaran a ser también función de empresas privadas, nacionales y extranjeras, la intención de las primeras como es de esperarse de nuestros empresarios ha sido más que tímida, quizás, como siempre prefieran desempeñarse como empleados bien remunerados y no invertir, sino ir a la segura.
Si esta previsión sobre la tendencia de los ingresos gubernamentales vía servicios se concretiza, la carga y presión por los ingresos fiscales se verán incrementadas ya que solamente representan el 15.9 por ciento del PIB, incidiendo en el gasto y la inversión nacional y por lo consiguiente en su efecto multiplicador en las demás actividades de la economía. Lo anterior no tendría mayor relevancia, si se contara con un sector privado nacional que reaccionara y cubriera los nichos económicos formados al retirarse el gobierno de esas actividades. Pero, eso no sucede, ni ha sucedido, ni sucederá, los espacios creados en la economía han sido cubiertos por la inversión extranjera y no solo las creadas por el sector gubernamental. También, en los últimos años se ha presentado un fenómeno, en donde consorcios, nacidos, desarrollados y crecidos al amparo de la protección de los diferentes gobiernos, creando con ello monopolios verdaderos, al presentarse las condiciones que implicaron la firma de los tratados de comercio internacionales, permitiendo la entrada irrestricta de capitales del exterior, decidieron vender, en condiciones excepcionales, sus empresas. Obviamente, en el paquete de venta se incluía, sus servicios como funcionarios, y con ello, todo el proceso de relaciones públicas y cabildeo dentro de la estructura empresarial, gubernamental, judicial y legislativa. El poder en su conjunto.
Como se ha mencionado constantemente, las elecciones de 2017 son el parteaguas que incidirá en el comportamiento electoral en la selección de la presidencia de la república y los integrantes del Congreso. Se dará una definición sobre el rumbo y el carácter que puede tomar nuestro país. De igual manera, habrá de medir la factibilidad, instrumentación, eficacia y eficiencia de las reformas estructurales autorizadas en el marco legal establecido.
Lo anterior tiene su relevancia, porque la factibilidad y el aprovechamiento de esas reformas, dependerán en gran medida no solamente de la fortaleza de nuestra economía, sino también, y, quizás sea lo más importante, y de que contemos con un gobierno fuerte con una estructura administrativa sólida, tanto en el nivel técnico como en el número de sus integrantes. La lucha por minimizar la estructura del gobierno, no radica únicamente en cuestiones coyunturales de los resultados de la formula ingresos-gastos: déficit o superávit fiscal. Las razones las debemos buscar en si tendremos un gobierno que haga valer y fortalecer las instituciones. Los acuerdos, son instrumentos coyunturales y forman parte de un proceso de negociación, pero nunca se deben tomar como un sustituto de lo establecido en las leyes, sostén de las instituciones y de las naciones. Las leyes, no son inmutables, los países tampoco, son cambiantes, son perfectibles, pero para que tengan alguna posibilidad de operar deben contar con tiempos que le permitan desarrollarse y pasar la prueba de la aplicabilidad. En este punto, es donde la designación de los recursos, los presupuestos juegan un papel fundamental. Los objetivos, sin recursos, son meras falacias.
Como hemos señalado en escritos anteriores, en las contiendas electorales y las ya terminadas, el PRD, en su afán de conservar un lugar en el entorno político ha tomado un camino, para nosotros, no solamente equivocado sino denigrante al convertirse en un simple acompañante, sin reconocimiento alguno del PAN y, en últimos días, en su fuerza de choque, en donde tiene la función de producir situaciones de violencia, al exigir que la federación le situé los recursos a los municipios de Veracruz actualmente en su poder a solo días de que haya un cambio de gobierno. Con ello, se pretende lo antes señalado que la ley que rige sobre la otorgación de recursos financieros y los estados, acuerdos que se firman entre la federación con cada uno de los estados, no solo el monto sino el calendario de los mismos, fundamentada en la ley de ingresos y egresos que se autoriza por el Congreso de la Nación, sea reducida al ámbito de acuerdos al margen de dicha ley. En otras palabras, suplantar la ley a los caprichos de una mal entendida política. Porque como mencionaba el politólogo Norberto Bobbio, una sociedad y por lo tanto su sistema político y los gobiernos emanados de ellas deben establecer un conjunto de reglas que son creadas y aceptadas por todos los integrantes, pretender actuar, por uno o varios de los actores, por un lado procurando ser defendidos por dichas leyes y por otro violándolas constantemente para su beneficio propio tiene como resultado final levarnos a la inoperancia de las mismas y por lo tanto a una situación de caos y a una debilidad, por la evidente desunión, a una vulnerabilidad peligrosa ante un cambiante panorama internacional. La ordenación interna, puede tener su origen del exterior.
La disputa por los recursos presupuestales por los diferentes elementos que conforman las fuerzas reales de la gobernabilidad del país, no solamente es factible sino deseable. Sin embargo, este derecho que la sociedad les otorga, también conlleva una responsabilidad ineludible, no está a capricho, ni al servicio de intereses personales o de grupos. Los beneficiados de esas operaciones, están obligados, no solo por esa ley, imparcial y maniquea de ’Tres de Tres’, impuesta por un solo grupo de poder, el CCE, y al mismo tiempo eximirse de ella y lo que es más peligroso, atribuirse la facultad de juzgar y determinar su cumplimiento, porque con ello, se le otorga el poder de determinar la moralidad, cual institución religiosa, de quien es corrupto y quién no. La institución, facultada para tal fin es el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), brazo ideológico del CCE, que de acuerdo a sus objetivos políticos no es tan imparcial como han querido vendernos los grandes consorcios de comunicación, con ello, la decisión y el grado de honestidad dependerá del criterio, no de la sociedad, como ellos se quieren autonombrar, sino de los propietarios de dicho instituto.
Con la distribución de los recursos presupuestales federales, se tendera principalmente a fortalecer el sistema centralista e incrementar la dependencia de los estados a la percepción e intereses del centro. Poco a poco, la importancia de como se vean los ciudadanos de un estado dado, perderá vigencia y la óptica difundida por los medios masivos centralizados, pero de cobertura nacional, penetrara cada vez más y sus intereses y formas de actuar estarán más determinadas por un mimetismo político-cultural, que bajo un disfraz tecnológico acentuaran el rechazo o la integración del significado de pertenencia. Una forma de segregación más imperceptible pero más eficaz.
El nuevo presupuesto asignado para el período fiscal 2017, no presentara ningún signo que implique que está destinado a influir en la definición de un rumbo que nos conduzca, no solamente a cambios sustanciales, sino que nos acerque a reducir las brechas económicas, tecnológicas y políticas que se están dando en el ámbito mundial. De igual manera, no se percibe en los montos asignados a las diferentes partidas, que aparte de todas las grandes expresiones de preocupación por la guillotina de la deportación de millones de nuestros conciudadanos, por las supuestas políticas de emigración del próximo presidente de los Estados Unidos, se contemple un monto aunque sea como una pequeña prueba del conocimiento y su impacto, pero no prioritario. Por lo que este nuevo presupuesto, que fue autorizado por toda la Cámara con una rapidez nunca vista (fast track), muestra más la unión del ’espanto’ de los partidos a que se tratara el impacto de esa amenaza de deportación, que el interés real por los nuestros conciudadanos, quienes tuvieron que huir de nuestro país, porque por centurias no les ha proporcionado las oportunidades de desarrollarse: señores del poder, ’el ser humano, el mexicano, no busca limosnas, no quiere dádivas, quiere oportunidades’, quiere sentirse ’humano’.
Los responsables de ese ambiente de confrontación e intervención de las fuerzas del poder en México, gobierno, partidos políticos, empresarios, medios de comunicación y clericales, en las elecciones del vecino país a favor de la candidata perdedora, y que son los mismos que están presionando al valor del peso, ahora tratan de abandonar el barco que ellos mismos contribuyeron a esta situación, con lo que peyorativamente se identifica como ’fuga de capitales’. Las monedas y las bolsas en todo el mundo al conocerse los resultados de la elección en USA, reaccionaron como siempre lo hacen, porque su intervención fue como en todo evento que les afecta pero que son consientes que no deben intervenir directamente, máximo, si consideramos que se trata del país más fuerte económica, política y militarmente. Tampoco, sus medios de comunicación, iniciaron la jornada electoral, festejando, un triunfo que no se dio y, congratulándose que perdería un ’psicópata’, (así llamado por un ’comentarista’ de una cadena con amplios nexos con la iglesia católica) quien al final ganó. Como siempre nuestra clase gobernante y del poder, que saben mucho de truculencias y acuerdos no muy claros, pero muy poco de historia, actuaron solamente sobre un ’plan A’, porque su cultura de hacendado, no le permite concebir que pueda existir alternativas fuera de lo que ellos piensan.
Lo más patético, de esa clase en el poder, es que está incitando a la población, a que ella, no ellos, defiendan a México y a los indocumentados, con dignidad, cuando fueron ellos quienes no pudieron hacerlo con inteligencia, con prudencia, con desinterés, con inversión en el país y solidaridad en tiempos de crisis. No se puede, como el campesino que al llevar la leche a vender en el mercado, comenzó a soñar en todo lo que compraría con la venta de la leche y que tan ensimismado en su sueño, descuido el camino y tropezó con una piedra cayendo al suelo y tirándosele la leche y con ello perdiendo el fruto de todo su trabajo y sus esperanzas. Que las cosas pueden no ser muy halagüeñas en los años próximos, no hay forma de refutarlo, pero tampoco podemos negar, que en esa disputa entre Donald Trump y la clase de poder mexicana, el primero, tenga una confusión sobre quienes son realmente sus adversarios y cuáles son las acciones que tendrá que seguir realizando para que los negocios no se vean afectados. Los candidatos pueden darse el lujo de tener fobias, los gobernantes, no. El gobernante está obligado a pensar fríamente, pero no está limitado en su retorica.
Para nosotros, la aprobación del presupuesto de egresos tan apresuradamente, puede tener dos noticias una buena o una mala. La buena, es que el Congreso quiere irse de vacaciones; la mala. Esa, la dejo a su criterio estimado lector. sergiocastro6@yahoo.com

Anexo 1: Todo México debería festejar el otorgamiento de la medalla Belisario Domínguez, a un héroe verdadero, Gonzalo Rivas Cámara, no a los inventados por cuestiones políticas. En ese contexto, habría que reclamarle a la comisión, supuestamente encargada de los derechos humanos, su actuar en el pasado y presente. Ello por no mostrar intereses en conocer quiénes fueron los responsables de la muerte de él y la tragedia que evitó, pero que si gastaron cientos de millones de pesos en exigir el paradero de los normalistas, mientras al mismo tiempo escondían preguntas vitales en todo hecho violento: ¿Por qué se dio? ¿Cuál fue la o las razones que la provocaron? ¿Cuál fue la participación de los normalistas en la muerte de un trabajador, encargado de la gasolinera, esposo y padre de dos hijas? Y, lo más importante, ¿Qué motivó ese acto barbárico?
Anexo 2: De no haber sido por el escritor, extinto recientemente, Luis González De Alba, quien por años terminaba sus columna recordando al trabajador inmolado por la turba de los mal llamados estudiantes normalistas, jamás los senadores hubieran considerado a un ciudadano, como cualquiera de nosotros, para otorgarle la medalla Belisario Domínguez. Claro, ahora, todos los comentaristas afamados se han trepado al barco y dicen ser ellos quienes lucharon, desde hace años, para que se reconociera a una persona que realmente se sacrificó, no medró política o económicamente, ni pretendió engañarnos y vendernos lo que nunca fue.

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