Inconformidad general

Los medios de información grandes son grandes de tamaño gracias al subsidio del gobierno. Los gobiernos en México prefieren subsidiar la información para manipularla que apoyar al campo o a la educación.
Así, dentro de este esquema sea crean reglas propias que no están escritas pero se llevan a la práctica más que si estuvieran asentadas en alguna normatividad.
Así, los medios se distinguen ahora en la forma de dar a conocer la realidad, en el estilo coincidente con el sistema, con el estatus del gobierno, aunque, en apariencia puedan estar en contra, lo sustancial es defender la estructura de poder económico y político.
Dentro de este esquema simplista, se denomina una serie de segmentos sobre una teoría que se generó para manipular y engañar, desde las cúpulas del poder de otros países.
Así, la información del gobierno es coincidente con la de los medios y los medios todavía se consideran líderes de opinión junto con algunos escribanos que todavía no se dan cuenta que nadie les cree.
A partir de premisas que sólo existen en la imaginación de algunos funcionarios públicos y reproducen los medios de información, el poder cree dividir a la población en segmentos tan simplistas y poco definidos como si se tratara de partidarios de equipos de futbol.
La realidad del país está dividida en dos por obra y gracia de la actual administración. Primero el Pacto por México, luego la aprobación inducida de las reformas estructurales, luego la cadena de corruptelas, encabezada por la Casa Blanca, los dislates de la cúpula del poder, el descrédito de los gobernadores, la desfachatez de los políticos, la parcialidad de la justicia. Y por si fuera poco el gasolinazo que viene a polarizar a la sociedad, sacudiendo a los pocos que quedaban e incorporando a la inconformidad a quienes consideraban que de nada sirve protestar.
Ahora la protesta social no está reflejada sólo en las manifestaciones callejeras, como quieren hacerlo ver los medios grandes y el propio gobierno federal. Quieren mediar la inconformidad social por el número de participantes en las marchas de protesta por el gasolinazo, Es como si quisieran medir las preferencia sociales a través de un voto amañando y con un creciente nivel de abstencionismo.
Así vivimos la democracia del gran votante que el grupo de medios de información muestra a la sociedad una realidad parcial, mutilada, censurada, que a nadie sirve. Ni siquiera a poder encargado de dictar las noticas a los medios como si fuesen la secretaria de un jefe que sólo escribe cartas en lugar de trabajar. Que ordena difundir su trabajo pero nada hace, nada aporta.
Así, el gobierno se dedica a manipular los medios y no trabaja, más que en sus intereses personales, de grupo y a veces, partidista.
Medir la inconformidad social por las expresiones callejeras de inconformidad como quieren hacerlo ver los medios luego de intentar desvirtuar la protesta social colocando en los saqueos a policías y soldados para que la gente, ávida de venganza con los supermercados por sus precios injustificables, arremetiera contra ellos, con el pretexto del rechazo al incremento en el precio de la gasolina.
Luego de un permanente incremento de precios a los productos básicos, después de que la canasta básica reduce sus piezas y aumenta su valor y de una política antipopular, cuál es el delito de quienes protestan, por radical que sea su acción.
La falta de participación en las calles no es señal de apoyo a las medidas antipopulares, menos aún se trata de personas que aprueban el aumento al precio de las gasolinas. Son personas que expresan su descontento de otra manera, con otras palabras, con otras acciones, pero no apoyan la medida. Así que las minorías no representan la inconformidad social, ésta vive latente despierta ya, pero todavía no activa, como un volcán a punto de hacer erupción.