A pesar de que el sistema Desarrollo Integral de la Familia (DIF) tiene programas concretos para apoyar a grupos vulnerables de la sociedad, afectados por situaciones como la crisis económica, el desempleo y afectaciones mentales, el problema de indigentes sigue siendo ’el talón de Aquiles’ en la administración municipal de Acapulco.
Alrededor de 10 personas deambulan por la Costera Miguel Alemán y el Zócalo porteño, considerado ’el rostro de la ciudad’, ofreciendo un mal aspecto para turistas y residentes, aunque en la mayor parte, se ha vuelto una costumbre verlos harapientos, mugrosos, hediondos y hasta con sus partes intimas a la vista. Los transeúntes solo los esquivan…
En otras ocasiones, las autoridades del DIF se han preocupado por simular que ’los atiende’; los retiraban de las calles y los llevaban a enclaustrar en el ’Cristo de la Misericordia’, ubicado por el poblado de Tres Palos. Pero solo eran ’llamaradas de petate’, pues en poco tiempo, dichos indigentes se salían de ahí, o los sacaban, ya que también comen y no los directivos de ese lugar no los podían alimentar.
Ahí es donde las políticas públicas de todo gobierno falla. Solo se preocupan por organizan eventos sociales en escuelas o en colonias populares; llevar brigadas de cortes de pelo o de manualidades; entregar regalos el Día del Niño y el Día de las Madres…¡¡¡Ajá!!!, y los grupos vulnerables, y los afectados por enfermedades mentales como la esquizofrenia, el Alzheimer y el Parkinson, o por las drogas...
Hubo épocas donde los policías municipales andaban correteando a los indigentes, vagos y loquitos, no les permitían que se acercaran al ’primer cuadro’’ de la ciudad. También se hizo una redada para ’atraparlos’ y llevarlos al ’Cristo de la Misericordia’. Luego se escapaban y caminaban hacia el centro.
Sectores de la sociedad exigen que el DIF cumpla con su función respecto a los grupos vulnerables, sobre todo los afectados mentales, ya sea en forma natural o por el consumo de las drogas, pues consideran que dicha dependencia ’debe honrar su misión de auxiliar a toda la familia y eso incluye ancianos, adolescentes, jóvenes y adultos que sufran de alguna enfermedad mental.