Iztapalapa sin ley

La ciudad de México ha sido vencida por la delincuencia, sobre todo donde el gobierno está en manos del PRD, partido que se debilita cada día más sin que pueda hacer nadie nada para evitarlo.
Con un jefe de gobierno que está más preocupado por su carrera política que por cumplir con su trabajo, hay espacios en la ciudad de México que son tierra de nadie.
Como saben de antemano, que la capital la tienen perdida, y no la recuperarían ni con una alianza electoral, la indiferencia sobre lo que sucede en las diferentes delegaciones se convierte en un grave atentado contra la integridad de los ciudadanos.
Tal es el caso de la delegación Iztapalapa, donde impera la ley del más fuerte o del mejor armado, o del que tiene mejores conocidos en la delegación o en la Secretaría de Seguridad Pública.
La impunidad fortalece la delincuencia. No hay impunidad sin nexos con quienes deben hacer justicia en México.
Así, ante la imposibilidad de ser castigados muchos delincuentes no sólo fortalecen sus prácticas delictivas y extienden su dominio y acrecientan el temor de la población que escogen como víctimas.
En Iztapalapa, no hay poder humano que intervenga en algunos espacios de esta circunscripción ni corporación policiaca que se atreva a enfrentar a los delincuentes protegidos por quienes deben meter orden en la ciudad de México.
En la colonia Santa Mará Aztahuacán, por ejemplo, un cacique de barrio llamado Samuel Escobar es dueño de vida y casas porque no permite que se haga otra cosa que su voluntad en esa colonia, sobre todo en la calle de Venustiano Carranza, donde tiene un pequeño taller de torno y los vecinos se preguntan si es posible que de ese changarro puedan salir autos de lujo y camionetas de más de medio millón de pesos, es decir, es un personaje bajo sospecha permanente que se cree propietario de toda el área y si algo no le gusta opta por matar a los perros de la gente que su imaginación considera lo denuncia ante las autoridades, con quienes asegura estar muy bien parado y no hay poder humano que pueda hacer justicia con este delincuente que se dedica a amedrentar a los vecinos.
Actúa de manera violenta contra vecinos sin importar si son mujeres o niños que golpea hasta que se cansa y a pesar de las denuncias penales siempre sale libre.
Las raíces de la delincuencia en una delegación tan grande como Iztapalapa requiere de una reforma a fondo o bien de dividirla en varias partes para que haya un mejor control, ya que en los tianguis de ese lugar pueden encontrarse armas, drogas, medicamentos sin receta médica, y todos los artículos cuya venta está prohibida.
La situación de este lugar es similar al de muchos de la circunscripción, donde la vida de los vecinos está en peligro ante la falta de ley.
Samuel Escobar, en sus amenazas utiliza a su cuñado Félix Segura, quien tiene antecedentes penales, así como su familia relacionada con fraudes en la compra venta de vehículos usados, que es una práctica permitida en toda la delegación.
Los vecinos de la cerrada de Venustiano Carranza están dispuestos a llegar a las últimas consecuencias o bien a hacer justicia por su propia mano ante lo exceso de este cacique que se dice protegido por altas autoridades de la delegación y de la Secretaría de Seguridad Pública.