Siempre me ha gustado la fotografía. Desde que tengo uso de razón he tenido interés y en algunos momentos singulares me he visto envuelto en procesos de la fotografía, primero en Ciudad Nezahualcóyotl y ahora en Ciudad Ixtapaluca, pero aunque he asistido a cursos y talleres, ya en mis estudios de Ciencias de la Comunicación o del Arte Cinematográfico (el último hace un año en la recién desaparecida Peña del Son), nunca me he visto o pretendido ser fotógrafo profesional.
Mis inquietudes a la edad de 10 años eran, en primera instancia, ser escritor, pintor, poeta o estrella de rock. Mi más grande sueño era emular a Jack London, escribir mis propias vivencias que, por cierto, fuesen fantásticas aventuras. Pero, lo he dicho ya muchas veces, la realidad de Nezahualcóyotl me puso al otro lado del arte y de la literatura; me exigió que fuera promotor cultural. Y aquí me ven, ya en plena madurez y sin pretensión alguna retomando sueños de mi pasado.
En las múltiples exposiciones que he organizado algunas han sido de fotografía, y uno de los momentos más significativos y anecdóticos fue Los Orígenes de Ciudad Nezahualcóyotl en la Óptica de Héctor García, un proyecto que tardó muchos años en gestarse porque desde mediados de los años 70 logré ver una fotografía que ganó premios internacionales: ’La Telaraña’, obra de don Héctor García (QEPD), quien junto con don Nacho López (QEPD) son considerados los mejores fotógrafos de la prensa mexicana del siglo XX. Desde que vi esa foto lograda en 1959 en lo que antes se denominaba Colonias del ex Vaso de Texcoco, y en la que en mediano plano, en un camino de terracería sobre lo que hoy es la avenida Chimalhuacán, un hombre deambula en su bicicleta con el espectacular fondo del Iztaccíhuatl y el Popocatépetl, pero con un tejido bien intenso de cables de luz sobre tristes polines de madera. Muchos de ustedes la han de recordar porque es un ícono.
En lo personal me dije que tarde o temprano tenía que conocer a tan brillante autor. A través de los años logré ver en periódicos como el Uno más Uno y La Jornada o en revistas, cuatro o cinco fotografías más de don Héctor García sobre Neza, impregnándome mayor interés por conocer a tan ilustre fotógrafo, porque lógicamente debería de tener más fotos sobre Ciudad Nezahualcóyotl.
En 2002, en calidad de Jefe de Servicios Culturales, convencí a Héctor Bautista, entonces presidente municipal, y a Juan Hugo de la Rosa, entonces director de Administración y ahora actual alcalde, para que se reprodujeran fotos en alta calidad técnica y estética sobre los orígenes de la ciudad para, por un lado, conmemorar el 600 aniversario del Rey Poeta Alcomiztli Netzahualcóyotl y el 39 de la fundación del municipio, reproduciéndose 80 fotografías enmarcadas generando impactos trascendentales tanto en vitrinas del Metro Pantitlán como en muchas escuelas de este municipio, pero que lamentablemente se perdieron en el trienio de Luis Sánchez, aunque por fortuna se registraron digitalmente.
En 2008 se fundó la Unidad Académica de Nezahualcóyotl de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), por lo que organicé una exposición de los más destacados artistas de Neza. Ante los buenos resultados obtenidos, el director Luis Ramón López Gutiérrez y la doctora María Luisa Quintero Soto, compiladora del Libro Nezahualcóyotl y Sus Voces, me solicitaron organizara un concurso de fotografía para nutrir de gráficas al libro que ya estaba próximo a editarse, de tal manera que debía ser en el transcurso de un mes. Argumenté, y les convencí, que era muy poco el tiempo y que se pondría en juego el prestigio de la institución; a cambio, les propuse otra dinámica ya que conocía a muchos fotógrafos de Nezahualcóyotl: que los invitáramos a título personal a que publicaran fotos de ellos en el libro mencionado, bajo un criterio de selección. Entre 12 y 13 participaron con varias fotos y prácticamente a todos los seleccionaron, pero yo también envié y resultó que seleccionaron más fotografías mías. Lógicamente yo no fui miembro del jurado calificador, por lo que me sentí muy honrado.
Hoy hago mi debut como fotógrafo aficionado y con una propuesta que me llama la atención y que a su vez pretende llamarla a los demás. Que en este mundo neoliberal, depredador y deshumanizado es imprescindible recordar nuestras raíces y respetar y proteger a uno de los más importantes elementos de la naturaleza: EL ÁRBOL.
