En Tela de Juicio
Felipe Victoria
Ni quien dude de cuanto quiso el gran ‘Divo de Juárez’ al puerto de Acapulco y a México; su partida resultó hasta oportuna para políticos en problemas mediáticos.
De costa a costa y frontera a frontera todo es hablar del gran cantautor Juan Gabriel, Alberto Aguilera Valadez, que se fue a los 66 años de edad, nacido en enero de 1950 en Michoacán, pero criado en Ciudad Juárez, Chihuahua, desde donde con su esfuerzo, entusiasmo, talento y prolífica creatividad musical, conquistó al mundo.
La burocracia de máximo nivel en México clamaba al cielo porque ocurriera algo muy importante para poder distraer la atención de la opinión pública de los sistemáticos y encarnizados embates de una mujer comunicadora, fanática del tabasqueño obsesionado con ser presidente que trae chando al Licenciado en Derecho Enrique Peña Nieto.
Pero no vaya usted a creer que solamente a nivel federal esperaban un distractor poderoso; en Acapulco no cantamos mal las rancheras y el ambiente sociopolítico está enrarecido con la torpe guerra que inició el alcalde Evodio Velázquez destapando cajitas de Pandora.
Que a cuanto personaje llegue a la presidencia municipal no le cuadren las cuentas terminando sus periodos es tradición; todos reciben con saldos rojos y enormes adeudos por varios conceptos, que nunca logran saldar y agrandan automáticamente.
Desequilibrios financieros que se ven obligados a ir arrastrando, solo que antes hubo una especie de pacto político de silencio entre relevos.
El primero que lo rompió fue Zeferino Torreblanca en 1999, quien llegó como perredista externo y se le fue a la yugular al interino priísta Manuel Añorve.
Después fueron alcaldes Alberto López Rosas de 2002 a 2005 y le siguió Félix Salgado Macedonio, que también atacó a su correligionario perredista.
En octubre de 2008, Manuel Añorve ganó por elecciones la alcaldía acapulqueña, que dejó en manos de José Luis Ávila como primer interino, regresó y después a Verónica Escobar, para que ella entregara el municipio.
En octubre de 2012 por fin fue alcalde Luis Walton Aburto y reclamó faltantes de la administración de Añorve, luego dejó la Presidencia en manos de Luis Uruñuela y el PRD ’recuperó’ el feudo porteño, pero el impetuoso Evodio Velázquez Aguirre pegó de gritos por los adeudos acumulados de más de dos mil millones de pesos en administraciones anteriores.
El caso es que los habitantes nos la pasamos esperando el nuevo escandalito cada que cambiamos de presidentes municipales, nunca falla que echen pestes del antecesor y amaguen con presentar denuncias formales que nunca se concretan a la mera hora, pero en décadas jamás se ha visto encarcelado ningún ex alcalde, ni que los dineros extraviados regresen a las arcas.
Igual la gente calcula que de las obras públicas hechas en cada administración se hubieran logrado más, si no les hubieran cargado los tradicionales diezmos.
Cómo le hizo, quien sabe, pero se le escapó el presupuesto como agua de las manos al medio año gobernando, y obviamente ya le urge conseguir préstamos bancarios, que por ningún motivo lo quieren dejar conseguir, y eso lo saca de quicio lanzando tarascadas contra Walton y Añorve. Estamos en la nociva guerra de salivazos entre los que han sido responsables de Acapulco y ahora están como gallitos de pelea.
Por eso, qué lamentable que Juan Gabriel dejara esta vida, pero su dolorosa partida le da algo mejor de qué hablar a los acapulqueños y a los mexicanos, las dudosas andanzas financieras de políticos nunca cambiarán.
Hablando de cuentas dolorosas, esperemos al cuarto informe presidencial, obviamente optimista festinando la mitad llena del vaso, porque del vacío no les conviene darse cuenta.
Los mexicanos estamos inquietos contemplando la agonía de la gobernabilidad porque algunos grupos como la disidencia magisterial le tomaron la medida a las autoridades; no se ven trazas en Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán de que el conflicto termine pronto, más bien apesta a una insurrección revolucionaria muy planeada por estrategas.
Pero no faltan quienes también comienzan a hablar de un velado plan con maña, no para ’privatizar’ la enseñanza pública, sino para favorecer a escuelas particulares y ya hay quienes calculan invertir en escuelas patito, donde al menos los chamacos sí tengan clases todo el tiempo, y verdaderos maestros y profesoras egresados de escuelas normales.
Por cierto que en niveles medios ya comenzó el cambiadero, tumbaron al sheriff Enrique Galindo de la Policía Federal, disque para facilitar las investigaciones de lo ocurrido en algunas partes por la torpeza y excesos de los robocops que a la hora de los trancazos se alentejan y para ellos no hay defensa de sus derechos humanos; por eso marinos y soldados cuando más se asoman, pero no se meten.
-¡Riiing… salinsliiim!
-Maestra Pizarrina, ¿cuánta gente de Acapulco tendrá fotos donde aparezca junto a Juan Gabriel?
-Muchos, claro que sí chamaquitos, era sencillote el artista y ya saben que donde ofrecía conciertos se agotaban los lugares.
-¿Cree que harán mucho negocio con el proceso de sus pompas fúnebres binacionales?
-No faltará que le hagan homenaje de cenizas presentes en Bellas Artes, por vía de mientras todos sus discos los subieron de precio.
-Éjele maestra, nosotros bajamos sus canciones gratis del Internet, ¿él ya para qué quiere regalías?
-¡Shhh… cábrense chamacos gandallas!
