Texcoco, Edomex.- El pasado 18 de mayo en la cabecera del municipio de San Salvador Atenco, sede del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) se intentó llevar a cabo una Asamblea Ejidal con el objetivo principal de consultar y votar el cambio de uso de suelo y el dominio pleno de las tierras ejidales.
Las irregularidades no se hicieron esperar, la razón: la presencia de grupos políticos. El municipio de Atenco se encuentra polarizado en dos extremos, por una parte los simpatizantes del PRI y por otra, los del PRD.
En este entendido, ambos grupos consiguieron contrapuntear las visiones y acciones de los miembros FPDT, a través de sus líderes quienes los han convencido de que cualquier cambio en las disposiciones ejidales le otorga directamente el dominio de las tierras ejidales al gobierno federal.
Las irregularidades no terminan ahí, algo que sobrepasa esta disputa de fuerzas, es el hecho de que el pasado 18 de mayo en el marco de la mencionada Asamblea, se convocó al FPDT y a otras organizaciones sociales, estudiantiles y obreras al “Cordón de Paz y Dignidad” que pugna por la defensa de la tierra, desplegando una valla humana y un cordón como símbolo de paz, sumándose a la cancelación de la Asamblea con la consigna de "No a la venta de las tierras".
Finalmente la Asamblea quedó mermada, pues era necesario reunir a más de 500 ejidatarios que conforman el núcleo ejidal para tomar una decisión de tal envergadura. De esa cantidad, poco más de 300 debían votar por el cambio de uso de suelo y dominio pleno de la tierra, pero no se consiguió el quórum legal y se emplazó para el próximo primero de junio.
Estamos ante una visión arcaica del ejido y del ejidatario, con estos hechos se le ha restado al ejidatario capacidad para que decida de manera convencida las ventajas que puede tener la figura de dominio pleno, como son: la posibilidad de pasar su ejido a propiedad privada y poder disponer como mejor le plazca de ella; convertirse en dueño pleno de su propiedad y gozar no solamente del usufructo de esta, sino de los nuevos
derechos; heredar su tierra a quien desee y no solamente a un familiar o vecino del lugar; una primer venta libre de impuestos; y poder regularizar los cientos de ventas irregulares
de terrenos que ya han hecho muchos ejidatarios, no sólo de Atenco, sino de los alrededores, del propio municipio de Texcoco.
Lo más indignante de estas acciones es que se ha convencido a los ejidatarios e incluso a gran parte de la opinión pública de que, de aprobarse la figura de dominio pleno en automático se cambiarían a propiedad las tierras del ejido, cuando en realidad sólo es un permiso que la Asamblea otorga a los ejidatarios para que el que quiera hacerlo lo haga.
Seamos sinceros, el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra que en sus inicios fue el movimiento que reivindicó los derechos de los ejidatarios y sus tierras en el Estado de México, ha sido penetrado por la política local, moviendo a modo a los seguidores, en su mayoría ejidatarios, lo que menos se ha buscado es la promoción de los derechos del campesino, sino convencerlo de que cualquier cambio en el panorama será en perjuicio
del mismo, con la teoría de que cualquier cambio es obra del gobierno federal.
Se programó e hizo una nueva Asamblea para el próximo 1 de junio, y a su vez, el FPDT convocó al segundo “Cordón de Paz y Dignidad en Defensa de la Tierra y Agua”, según la visión del Movimiento, para protestar contra la construcción del aeropuerto y apoyar la causa de San Bartolo Ameyalco de la delegación Álvaro Obregón en el Distrito Federal, pues los colonos de ese poblado defienden su manantial, porque insisten que su agua
será llevada a Santa Fe.
Ambas convocatorias tuvieron lugar casi a la par, esperemos que alguien ponga la cordura, que no prevalezcan los intereses económicos sobre los sociales, que no predominen los intereses partidistas usando las izquierdas revolucionarias para sus
propósitos, porque ahí se concretaría el augurio de los medios de comunicación: el “FPDT está perdiendo a raudales representatividad social, ya no es la sombra de lo que fue en
2001”.
Sólo miremos alrededor ¿Qué grupo se beneficia de esto? ¿Quiénes operan la maquinaria política? ¿Quiénes financian? La respuesta la sabemos de por si, el enemigo está en casa, a veces se viste de verde, blanco y rojo, y a veces de amarillo.
