Postigo

La condena del activista

La condena del activista
Política
Enero 19, 2017 20:56 hrs.
Política ›
José García Sánchez › diarioalmomento.com

Cuando se asesina a un activista social, desde el momento en el que se le denomina activista, el homicidio comienza a justificarse.
El poder teje sus redes y en ellas el lenguaje con el que deben ser tratados sus enemigos. El activismo se relaciona desde los medios adheridos el poder, como una persona que al no tener oficio ni beneficio se dedica a hacerle la guerra al poder.
A partir de ese momento la maquinaria de justicia se desentiende de cualquier atentado que pueda sufrir activista alguno, llega a tanto la pasividad de la PGR y las procuradurías estatales que pareciera que son cómplices del asesinato o del secuestro de algún activista.
En algunos casos, cuando se quiere desprestigiar la objetividad del trabajo de algún periodista, se le agrega con toda la mal intención el calificativo de activista.
Con esta palabra clave los encargados de procurar justicia saben que el atentado, perpetrado o no, deben quedar en la impunidad.
Tal es el caso de prácticamente todos los periodistas asesinados en Veracruz, durante el reinado de Javier Duarte, y de otros muchos, cuyo único activismo fue decir la verdad.
En este contexto, Isidro Baldenebro López, promotor de los derechos humanos y ambientalista, fue asesinado en la comunidad Coloradas de la Virgen, en el municipio de Guadalupe y Calvo, en Chihuahua, a la cual regresó luego de haber sido desplazado junto con su familia por amenazas de muerte en su contra, debido a su lucha en defensa del bosque de la Sierra Tarahumara.
Según reportes de poblaciones serranas, Isidro Baldenebro fue atacado a balazos, no alcanzó a ser trasladado para su atención médica debido a lo aislado de Coloradas de la Virgen
Al mediodía, la Fiscalía General del Estado aún no había confirmado oficialmente su homicidio. Organizaciones defensoras de derechos humanos que trabajan en la región serrana informaron que agentes de la policía estatal destacamentados en la comunidad Baborigame escoltaron a la familia de Isidro hasta Coloradas de la Virgen, donde se celebrará el .
El asesinato contaba con la anuencia de las autoridades, las cuales lo habían encarcelado en 2003 y permaneció en prisión 15 meses, acusado de posesión de mariguana y armas de uso reservado para el Ejército mexicano, lo cual no haced ninguna persona que se dedica a la defensa de la tierra o de los derechos humanos porque sabe, de sobra, que sería la mejor manera no sólo de encarcelarlo sino de matarlo.
Ante la presión de organismos nacionales y extranjeros, la Procuraduría General de la República se desistió de los cargos. Amnistía Internacional lo declaró preso de conciencia.
En 2005, la Fundación Goldman reconoció la lucha de Baldenebro en defensa del territorio indígena y del bosque. Ese año recibió el Premio Ambiental Goldman, considerado ’el Nobel Verde’, cuyos galardonados parecieran convertirse en el blanco fácil de la rpesión de los poderosos, con la anuencia de las autoridades.
Los culpables de asesinato de Isidro Baldenebro López tienen garantizada la impunidad, los intereses de los asesinos coinciden con los intereses de las autoridades, de tal suerte que lejos de hacer justicia agradecen a los agresores de quitarle de encima un enemigo, porque para este régimen quien defiende los derechos humanos y la tierra en un enemigo que debe ser liquidado.

Ver nota completa...

Suscríbete

Recibe en tu correo la información más relevante una vez al mes y las noticias más impactantes al momento.

Recibe solo las noticias más impactantes en el momento preciso.

La condena del activista

Éste sitio web usa cookies con fines publicitarios, si permanece aquí acepta su uso. Puede leer más sobre el uso de cookies en nuestra política de uso de cookies.