La dignidad por delante México

La política beligerante del recién estrenado presidente de Estados Unidos de Norteamérica, Donald Trump, puso más que nervioso y hasta temeroso al cabizbajo gobierno mexicano, ante las amenazas vertidas por el magnate de que desaparecerá el Tratado de Libre Comercio, de que cerrará la frontera norte con la construcción del famoso muro, y la expulsión de millones de mexicanos que se fueron en busca del sueño americano.
Esta crisis política, económica y de relaciones exteriores que está encima y que amenaza con extenderse con el paso de los días, y por las constantes y tronantes declaraciones del presidente gringo, debe servir como una gran oportunidad para el gobierno en sus tres órdenes y para que los mexicanos en general, busquemos el desarrollo como país, para que se aplique el despliegue de habilidades, de capacidades y la inteligencia para salir adelante con el acompañamiento de otros mercados, de otros socios que no vean a México como esclavo, como lo ve los Estados Unidos.
Ejemplos claros de supervivencia están a la vista. Ahí está el caso de Japón que derrotado en la Segunda Guerra Mundial con un país devastado y con una población enferma con radioactividad por las bombas atómicas criminales que los estadounidenses lanzaron en Hiroshima y Nagasaki, resurgió en muy mediano tiempo como una gran potencia mundial.
Otro ejemplo claro de supervivencia aunque con marcadas limitaciones es Cuba, país caribeño que con el embargo establecido por el gobierno de Estados Unidos luego de que Fidel Castro rescató la isla para los cubanos, se mantiene en el panorama mundial con una población cien por ciento letrada, en donde casi todos los adultos son profesionistas y ha tenido importantes desarrollo en distintas áreas científicas, en el deporte y la cultura.
México cuenta con un territorio extremadamente rico en muchos aspectos con montañas con oro y plata a flor de tierra; tiene mares que definen sus límites territoriales con los océanos Atlántico y Pacífico; tiene petróleo, tienen grandes extensiones de tierras para producir alimentos, pero sobre todo tiene el gran potencial de hombres y mujeres que se sumarán al desarrollo de esta gran nación para dejar de depender del vaivén de humores y carácter de gobiernos estadounidenses.
Es cierto que son importantes las relaciones comerciales de México con Estados Unidos, pero éstas no deben golpear la dignidad del pueblo mexicano, y no deben hacernos de menos como un grupo más de hombres y mujeres en la tierra.