IGUALAPA, Gro., 25 de octubre de 2021.- Joel Nepomuceno Noyola, habitante de la localidad de San José Buenavista de Igualapa, dijo que cada año a inicios de agosto comienzan a sembrar semillas de cempasúchil que germinan y brotan convirtiéndose en bellas flores, debido a que el clima de esa comunidad es propicio para este tipo de flora que tiene gran auge en la víspera y días de todos santos y fieles difuntos.
’Siempre sembramos demasiadas flores, si es posible hasta para vender porque a veces la gente que no siembra viene de fuera a comprar aquí, porque aquí se dan muy bonitas las flores, se riegan y se conservan siempre’.
Señaló que unas 200 personas en el pueblo siguen la tradición y que el proceso de germinación es económico por lo que, aunado al entorno, el cempasúchil abunda en la zona. Explicó que ’la flor de cempasúchil se limpia, se riega, se siembra, para que en el mes de octubre ya estén reventando las rosas para el Día de Muertos que es el 31 de octubre y el primero de noviembre, así que ya en este tiempo deben estar reventadas todas las flores’.
’Dicen que vienen los muertos en esa fecha, vienen a visitarnos, por eso hacemos esto’, dijo sobre motivo por el cual sigue la tradición. Por su parte, Reyna González Santiago, otra de las habitantes, destacó que el corte de las flores de cempasúchil es un ritual por el día de los fieles difuntos que motiva la convivencia familiar y apreciar más a los seres queridos vivos y a quienes se nos adelantaron en el camino.
Dijo que un día antes del primero de noviembre van al campo a cortar las flores, ’los niños, las van a cortar mis nietos, todos ellos se juntan, se alegran ellos, toda la familia se juntan de tarde mis hijos como cuando estaba mi hijo Esteban, él nos venía a ayudar a amarrar las flores, todos mis hijos, ellos vienen’.
Recordó, que como sucede en todo el país, también en esos días elaboran los altares con comidas, conservas y bebidas favoritas de seres queridos que ya dejaron este mundo ’chocolate con leche, todo eso hacemos nosotros’.
Desde el mes previo al Día de Muertos, las personas acuden al cementerio de la población para reparar, rehabilitar con mezcla de cemento y pintura las tumbas que serán visitadas por los deudos de los difuntos que como lo dicta la tradición en Igualapa acompañarán a las ánimas a visitar lo que fueron sus hogares, donde en los altares disponen las ofrendas con todo lo que les apetecía o degustaban en vida a los fieles difuntos.
