Postigo
José García Sánchez
En unos días más Margarita Zavala recibirá su certificación como candidata independiente a la Presidencia de la República, desde ese momento puede calificársele de ser una ganadora.
No es alguien especial por los logros sin precedente que alcanza una mujer como es el caso de ser la primera mujer rumbo a la Presidencia de la República candidatura independiente, o una ex primera dama rumbo a Los Pinos, su triunfo es más concreto, más terrenal. De este mundo, en este momento.
Margarita Zavala renunció a recibir el financiamiento público de 4 millones y medio de pesos, y prevé recaudar y gastar los 429 millones de pesos que permite la ley como gasto de campaña presidencial.
Margarita Zavala aseguró que podrá reunir el tope de campaña que la ley permite equivalente a 429 millones de pesos, por lo que los ciudadanos podrán aportar desde 50 y hasta un millón 680 mil pesos, que es lo máximo que una persona puede aportar.
Ante este panorama, en medio de acusaciones extraoficiales e informales desde la PGR y el PRI, contra uno de los candidatos al mismo cargo que aspira Margarita, se convierte en un verdadero reto para las autoridades electorales, porque visto en perspectiva esta estrategia de financiamiento abre un hueco a la posibilidad de lavar dinero. En conferencia de prensa, la ex panista informó que abrió un nuevo portal digital para las aportaciones ciudadanas y que los recursos que obtenga serán gastados de manera transparente.
’Lo que me llegue se va a gastar’, dijo Zavala, quien anunció que recaudará 429 millones de pesos que pone como límite la ley. Aunque considera a que podría recuperar un poco menos,
Dijo, además, que los recursos que obtenga estarán fiscalizados por el INE, tal como lo hace con los recursos privados que también reciben los partidos políticos.
Todo hace suponer que será la única candidata independiente a la Presidencia de la república, pero dice que no está sola, la acompaña su esposo, quién es ’Para mí es una fortaleza tener a Felipe cerca de mí’.
Sin embargo, los conductos del dinero que se aporte a su campaña no serán muy claro ni su origen, porque al abrir un portal, muchas de las pistas se diluyen, a menos que haya una orden judicial podrán seguirse y con la ambigüedad de las leyes electorales, la flexibilidad del tribunal electoral y la pasividad del INE, ese proceso de financiamiento popular de campaña puede convertirse en un verdadero lavandero de dinero.
Para poder apoyar Margarita Zavala, los donantes deben ingresar a su portal, llenar los campos requeridos con datos personales y elegir la cantidad que aportarán, que puede ser desde 50 hasta 10 mil pesos. Sin embargo, durante la conferencia el equipo de Margarita detalló que una sola donación puede ser hasta de un millón 680 mil pesos.
Así, Margarita Zavala se convierte en la candidata de los pudientes, porque un mexicano que gana salario mínimo no podrá depositarle ni un peso a Margarita. Ni un desempleado, ni un estudiante, ni un joven que no alcanzó lugar en las escuelas púbicas. Esos no sólo no pondrán dinero sino que no votarán por ella. Los intereses chocan y las necesidades se alejan.
El contralmirante Martín Barney Montalvo, director del Instituto de Investigaciones Estratégicas de la Armada de México, alertó sobre la injerencia del crimen organizado en favor de candidatos a cargos de elección, y esto se hace a través del dinero ’invertido’ en las diferentes campañas con los diversos candidatos.
Pero no sólo se apuesta para ganar sino para ganar compitiendo.
’Los 12 mil millones de pesos usados para las campañas de los partidos políticos es una cantidad que me parece un insulto, se trata de dinero público que los partidos deberían invertir en las necesidades de la ciudadanía’, expuso Zavala; sin embargo, no cuenta con las simpatías de número importante de electores como para que haya acomedidos que aporten desinteresadamente dinero en su portal, a pesar de que considera que será la primera mujer Presidenta de la República. Pero la campaña es ya una gran ventaja, la convierte en la cabeza de un grupo de presión ante el ganador en las urnas, quien será un seguro interlocutor y habrá puentes de negociación en asuntos que a ella y a su esposo interesen.
