LECTURA POLÍTICA

El problema del alcalde de Chilpancingo, el priísta Marco Antonio Leyva Mena, es que convirtió progresivamente a la capital de una ciudad abandonada, a una profundamente insegura. En territorio sin Ley donde ya nadie está a salvo. Y la impunidad se adueñó grotesca, siniestra y como nunca, de la sede de los poderes del Estado. Todo, ante la mirada impertérrita y pasiva, tanto del alcalde como del propio mandatario estatal. Y como al presidente Peña Nieto, a quien le falló el cálculo político con la indeseable visita del candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump; al gobernador Héctor Astudillo, también le fallaron los tiempos y las circunstancias para generar defensas y ataques políticos. Porque los efectos de esas embestidas terminarían alcanzándolo. Hay lecturas insoslayables al respecto.
ATAQUES Y PROTECCIONES POLÍTICAS.- Inicialmente, el partido Movimiento Ciudadano (MC) del ex edil porteño, Luis Walton Aburto, se encargó de hacerle el trabajo sucio al PRI. Es decir, cuestionar reiteradamente al alcalde perredista de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre. Y todo porque éste último se atrevió a ventilar las cuentas públicas que no cuadraban, de la administración municipal presidida justamente, por Walton. Y de ahí se fermentó lo demás. 1.- El conflicto reciente en el municipio de Apango, develó los acuerdos políticos soterrados e inconfesables entre PRI y MC. Y la prueba más tangible de ello, es que lejos de auditar las finanzas de la alcaldesa del MC, Felicitas Muñiz Gómez, con el fin de evidenciar y desarmar a sus incendiarios adversarios que la acusan de malversación de los recursos públicos; el gobernador Héctor Astudillo, ordenó la detención de Crisóforo Nava, uno de los líderes disidentes a dicha alcaldesa. Y así, lejos de parar el incendio, le echó gasolina al pasto seco. 2.- Felicitas Muñiz es una mujer con suerte. Porque coyunturalmente, apareció la gestión de un préstamo por 158 millones de pesos, por parte del alcalde perredista porteño, Evodio Velázquez. Y la jauría mediática se olvidó por completo del estado en que se quedaron las cosas en Apango. Y concentró toda su atención en los ataques, las declaraciones y las posturas de una variopinta gama de actores políticos y partidistas, en relación a dicho préstamo. 3.- Mientras eso pasaba en Acapulco, al alcalde de Chilpancingo, Marco Antonio Leyva Mena, las cosas se le fueron saliendo cada vez más, de control. Atravesando por un notable déficit en los servicios públicos desde alumbrado sin reparar y calles sumidas en la penumbra, basura por todos lados, suministro deficiente del agua potable, enormes baches por todas las calles y las avenidas principales, así como asaltos y ejecuciones interminables. Culminando con el ataque e incendio a la tienda de ropa Los Barateros, conocida como La Boutique de los Pobres, por los precios bajos que se ofertaban en dicho establecimiento, a los núcleos sociales más desprotegidos de la capital. Así, mientras el gobernador Astudillo, el ex edil tricolor Manuel Añorve y sus aliados partidistas del MC, atacaban por todos los medios posibles al edil porteño perredista; en la capital, la casa priísta se proyecta infestada de anomalías. 4.- En esta circunstancia, la dirigencia estatal del PRD al fin reaccionó. Y atacó por la parte más vulnerable al PRI: es decir, dirigiendo sus baterías hacia el edil tricolor de Chilpancingo. Literalmente, los agarró con los dedos en la puerta. Porque el desgaste político más severo para el mandatario estatal, partiría del hecho de defender lo indefendible. Es decir, sabe y evalúa que Marco Antonio Leyva, está convertido en un culto a la ineficacia. En un fiasco como edil. Y el mensaje del PRD parece diáfano: radicalizar posturas. Porque si el PRI y aliados siguen atacando a Evodio, ellos responderán atacando a Leyva Mena. ¿Le es rentable al gobernador dicho escenario de crispación política, aunado al de aguda inseguridad pública?
HOJEADAS DE PÁGINAS…Con la caída del secretario de Hacienda, Luis Videgaray Caso –el promotor ferviente de la visita de Donald Trump-, el presidente Peña Nieto envió un mensaje en dos pistas: la profunda crisis política de su administración le quema los aparejos. Y la lista de los aspirantes presidenciables por el PRI para la elección de julio del 2018, se redujo drásticamente. Osorio Chong ya debió poner sus barbas a remojar.