GG y su cierre de ciclo en el PRD

LECTURA POLÍTICA

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Periodismo
Septiembre 21, 2016 19:56 hrs.
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Noé Mondragón Norato › guerrerohabla.com

Los ciclos en política, como los alimentos perecederos, tienen fecha de caducidad. Y eso es justamente lo que le está ocurriendo al dirigente de la otrora poderosa tribu perredista Grupo Guerrero (GG), David Jiménez Rumbo. Porque cerró puertas en cuando menos tres frentes importantes del PRD: con la ex candidata a gobernador por ese partido, Beatriz Mojica Morga –con quien nunca se sumó a su campaña electoral-; con la tribu los chuchos de Nueva Izquierda –quienes lo sacaron de Guerrero y lo mandaron como diputado federal plurinominal por la quinta circunscripción de Michoacán-; y con el edil de Acapulco, Evodio Velázquez Aguirre, a quien también dejó solo en la campaña por la alcaldía. De hecho, Jiménez Rumbo se quedó sin canicas que jugar al interior de dicho partido. Por eso y en un intento desesperado por mantener y proyectar una endeble fuerza política, anunció recientemente que jugaría con el PAN en el proyecto por la presidencia de la república para julio de 2018. Y con ello, le dio el virtual tiro de gracia a su tribu dentro del PRD. Se desprendieron hechos que lo están asfixiando y relegando políticamente en ese partido. Basta con pulsar la radiografía completa para medir sus alcances. Y la debacle anunciada del GG.
GG: CICLO CERRADO.- Pese a que fue uno de los primeros perredistas en reconocer el triunfo electoral del actual gobernador priísta Héctor Astudillo Flores, en la pasada elección de gobernador de junio de 2015, éste último optó por abandonar en la coyuntura, a Jiménez Rumbo. Evaluar que su compromiso por esa convenenciera solidaridad política -y una puñalada en la espalda para todo el PRD-, ya había concluido. Y se lee así: 1.- De entrada, el gobernador tricolor designó al polémico ex presidente del Tribunal Electoral del Estado de Guerrero (TEE) y ex aspirante a la Fiscalía General del Estado (FGE), Arturo Pacheco Bedolla, en la dirección general del Conalep-Guerrero. Dicho personaje es militante activo de la tribu GG y conocido buscachambas de la misma. El pasado 31 de agosto, Pacheco Bedolla entregó su renuncia al gobernador Astudillo, ante las presiones de los trabajadores que pedían su destitución y lo acusaban de ’repartir horas laborales a maestros de manera arbitraria, acomodar a gente sin perfil académico, sin la antigüedad requerida y sin preparación académica’. Se entendió desde luego, que toda esta tramoya formó parte de la estrategia política tricolor, para obligarlo a renunciar. Y Jiménez Rumbo perdió una pieza en el tablero político tricolor. 2.- Apenas hace unos días, el dirigente estatal del PRD, Celestino Cesáreo Guzmán, propinó otro golpe político mortal por necesidad para el GG: destituyó como representante ante los órganos electorales locales, al también polémico ex diputado local, Ramiro Alonso de Jesús, miembro selecto de esa tribu. Desde luego que éste último lo tomó como una actitud de revanchismo político por parte de Celestino. Pero es obvio que la dirigencia estatal perredista no puede tener como representante ante el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana, a un adversario político declarado tanto de la tribu Alternativa Democrática Guerrerense (ADG), como de los chuchos de Nueva Izquierda. Sobre todo, en la coyuntura de la selección de los candidatos perredistas que competirán por alcaldías, diputaciones locales y federales, en la ya cercana elección de julio de 2018. Y de algún modo, las tribus perredistas le están cobrando la factura al GG por sus indefiniciones, traiciones y conveniencias políticas abiertas con el PRI. En realidad y si se mira bien, el GG ya no tiene futuro político en el PRD. Y en los próximos días, ante su notoria pérdida de fuerza en ese partido, el dirigente de esta tribu podría tomar otras decisiones políticas. Como el ex gobernador perredista Zeferino Torreblanca, el GG perdió tres cosas importantes en el PRD: fuerza, presencia e influencia.
HOJEADAS DE PÁGINAS…El gobernador Héctor Astudillo, ya entendió la peligrosidad de las policías comunitarias agrupadas en el Fusdeg. Por eso anunció que revisaría su actuación. Por eso las califica como las provocadoras de ’un infierno’. Y por eso mismo, tiene la oportunidad de parar la eventualidad de una masacre. El punto sin embargo, es que el tiempo corre en su contra.

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