LECTURA POLÍTICA

Al secretario de Educación, José Luis González de la Vega Otero, lo acechan varios escenarios de desastre. A su visible apatía por defender los derechos laborales de los trabajadores de la Educación guerrerense ante Aurelio Nuño Mayer y el secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña; de la Vega ha optado por reeditar a los soldados rasos. Y decir a todo ’sí señor’. Pero hoy los problemas laborales lo atenazan. Con el consecuente impacto negativo de sus políticas educativas, hacia su jefe político, el gobernador Héctor Astudillo. Hay que ir por partes para entender la forma en que dicho funcionario ha fracasado reiteradamente, en una tarea que le quedó demasiado difícil y muy grande para sus notables limitaciones intelectuales.
POLÍTICA EDUCATIVA FALLIDA.- De la Vega Otero, le ha servido al gobernador Astudillo en la SEG, para tres cosas: agrandarle los problemas laborales. Dotar de armas al magisterio disidente para alentar la protesta pública. Y dejar que los supervisores y jefes de sector apliquen la Reforma Educativa, a su libre albedrío. Se lee así: 1.- Hasta hoy, la Reforma Educativa del presidente Peña Nieto, se ha medido en Guerrero de dos formas: con recortes a las prestaciones laborales de los trabajadores de la Educación. Y con la escasez de parámetros que midan realmente, cómo y de qué manera se está avanzando en el combate al rezago educativo y la calidad de la enseñanza. En el primer caso, apenas en la segunda quincena de enero, la SEG ordenó el recorte de la compensación mensual por Tiempo Completo, a todos los trabajadores administrativos. Y a muchos jubilados y pensionados no les llegó en definitiva, su pago mensual. De la Vega no ha dado ninguna explicación al respecto. Opera bajo el infame criterio de recortar pagos a los trabajadores de la educación y luego explicar. Cuando debería ser exactamente al revés. Gracias a la instrumentación de este tipo de métodos burocráticos y marrulleros, muchas escuelas de Tiempo Completo ya están instrumentando paros laborales en sus centros de trabajo, debido al recorte de esa prestación. Y los jubilados y pensionados no tardan en bloquear calles y carreteras en demanda del pago salarial que por derecho, les corresponde. De la Vega Otero es un pésimo negociador. Y tiene infestada a la SEG, de corruptelas. Nada más es cuestión de indagar cómo está operando su secretario técnico, Jorge Sotomayor Landeta, en la repartición de plazas y abultados salarios a sus más allegados, para entender lo podrida que está dicha dependencia. Con ello, el zeferinista secretario de Educación, le abona a la simulación. Y al desgaste inevitable en la imagen de su jefe político. 2.- Por otro lado, en el terreno de la calidad de la enseñanza, la Reforma Educativa se quedó en el limbo. O en otras palabras: ni para atrás, ni para adelante. Lo anterior debido a que no se ha comprendido a cabalidad, la esencia de dicha Reforma. Y cada supervisor y jefe de sector, la entiende y aplica a su modo. De la Vega Otero, se quedó girando al respecto, en el asunto de la aplicación del examen y la obtención de los mejores promedios, para el otorgamiento de plazas magisteriales. Pero en ningún momento ha difundido los parámetros y lineamientos centrales de la Reforma Educativa, así como los plazos fijados para erradicar progresivamente los vicios, las limitaciones y las dificultades de la enseñanza, en la actividad docente rural y urbana guerrerense. De una u otra forma, su función se ha reducido a la administración del conflicto. Pero también lo ha hecho mal. Por elemental salud pública, el ejecutivo estatal está obligado a reconsiderar su permanencia en tan importante y estratégica, secretaria de despacho.
HOJEADAS DE PÁGINAS…La violencia en la capital sigue imparable con los cuatro ejecutados del pasado domingo. Y al problema de las toneladas de basura que los de ’la basura jefa’ planeaban tirar anoche en plena plaza Cívica, como protesta a su ausencia de respuestas por parte del edil tricolor, Marco Antonio Leyva Mena; se suma el triste papel de dicho alcalde como vocero del delito, al admitir que ’hay nuevos grupos de la delincuencia en Chilpancingo’. Y ni siquiera con la ayuda directa del gobernador Astudillo, puede sortear los problemas. Pero es el tipo de gobernantes que al PRI le encanta impulsar.