*Legalización

El tema de la legalización de la amapola ha generado opiniones encontradas, lo cierto es que en el plano nacional el gobernador de Guerrero Héctor Astudillo Flores, se ha convertido en el primer referente ¿por qué? Porque fue el primer mandatario que ha reconocido la influencia del narcotráfico en los hechos violentos que se viven en la entidad.

Guerrero es el primer productor de amapola en México, el cultivo y trasiego generan violencia, inseguridad, por ello el mandatario estatal viene planteando nuevas alternativas para contrarrestar este flagelo, se trata de que exista menos tensión y menos crimen.

El tema fue puesto en la agenda nacional por el gobernador de Guerrero, un tema que no solo se discute, sino que posiciona políticamente a la primera autoridad en el territorio mexicano, se revelan cifras como las más de 10 mil hectáreas de sembradíos de amapola en la sierra y montaña en donde la gente sufre pobreza extrema y está sometida a hechos violentos.

El planteamiento que hace Astudillo Flores para quitarle el empoderamiento a la delincuencia, tiene mucho que ver con mejorar muchos aspectos sociales, se tienen que mejorar caminos, construir escuelas, hospitales, se tiene que lograr que los maestros cumplan con sus tareas de enseñar, se tiene que dotar de los servicios básico que se necesitan en estas regiones, en donde la producción de amapola se ha convertido en una alternativa de vida.

A partir de ahí, se establece como una necesidad la legalización de la amapola con fines medicinales, darle el uso adecuado para que contribuya a una mejor calidad de vida de las personas con cáncer o cualquier otro padecimiento de dolor, que la aplicación de amapola pueda ayudarle, eso sería benéfico.

En ese tenor, no se debe dejar de lado que ya los sembradíos de amapola existen y existen en Guerrero, un estado que ocupa el primer lugar en el país, un estado en donde su gente tiene la necesidad de trabajar y lo hace en la clandestinidad, por eso urge que se legalice para que el trabajo que hacen los productores, los campesinos sea lícito.

Héctor Astudillo Flores sabe que está ante una oportunidad histórica, que no solo reduciría los índices de violencia, permitiría un avance importante para la medicina. Un tema delicado porque en la disputa del territorio entre las bandas del narcotráfico permea un ambiente de inseguridad y zozobra donde los más afectados son los ciudadanos.