Para los errores no hay excusas
Alejandro Cea
Cumplir setenta es un hecho muy serio. Para los errores no hay la excusa de la falta de experiencia. Para las promesas queda poco tiempo. Al mirar hacia atrás se manifiesta lo mucho que se ha recibido y, en un momento de lucidez, lo poco que se ha dejado. Pero sobre ese panorama que abriría las puertas a la tristeza, a la desesperanza o, peor aún, al cinismo nos aparece el don de la vida. Si, surgen las luces, las aguas claras, las sonrisas, la inteligencia, las cosas, la gente. Dios nos manifiesta su Amor con nueva vida. Sobre esto le escribí a unos queridisimos amigos que cumplieron los setenta y con esto te mando mi cariño y mi gratitud porque te acordaste de este viejo setentero. Gracias por acompañarme SETENTA. PARADOJAS.
> Para Estuardo Soto y los setenteros de este 2016 con todo cariño
>
> Bendita sea la paradoja de la vida/
> que a los setenta no terminan/
> amanecen, al contrario, revividos/
> los deseos/los amores/los motivos./
>
> Aquello que pensamos acabado/
> de repente nos ofrece novedades/
> de paisajes, horizontes, ilusiones./
> Los setenta: aire fresco nos convida/
>
> Este golpe de vida nos transforma/
> nos inunda de nuevas energías/
> Se nos quitan las piedras del camino/
> Dios invita a seguir; nos da alegría./
>
> El invierno que se dice de las canas/
> es anuncio de cantos y esperanzas/
> Es curioso pues hoy nos amanecen/
> los días con sol, con plenitud de vida./
>
> Bendito don de Dios esta su paradoja/
> que al cumplir los setenta nos reanima/
> nos obliga a vivir y a ser testigos/
> que vivir es un don que no termina./
>
> Es un don que se agradece con más vida.
>
> Alejandro.
