Texcoco, Mèx., 22 de marzo 2018.- Se han detectado que por lo menos son 150 minas de tezontle y basalto las que están siendo explotadas indiscriminadamente, la mayoría sin los permisos correspondientes, en 10 municipios de la región de donde se extrae el material pétreo para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM); denunció el diputado federal, Rafael Hernández Soriano, presidente de la comisión de seguimiento de edificación de la terminal aérea.
El legislador sostuvo que en torno a la edificación del NAICM se está cometiendo un crimen ecológico pues además de la explotación de minas que comienzan a afectar a los poblados con un desequilibrio ecológico, han sacado millones de metros cúbicos de lodos del polígono del nuevo aeropuerto y los están depositando a la intemperie en zonas urbanas, en áreas de escurrimientos de agua dulce y en zonas de nacimiento de agua.
’Hay un crimen porque debieron haber tenido la manifestación de impacto ambiental para saber que hacer con los lodos, donde depositarlos. Les valió un comino y les sigue valiendo la afectación. Además, requieren para el nuevo aeropuerto 64 millones de metros cúbicos de tezontle y 30 millones de basalto’.
’Las empresas tienen indicaciones directas de la presidencia que rellenar a como de lugar el polígono y sacar material de donde sea a costa del desequilibrio ecológico y afectaciones a las comunidades’, dijo.
Hernández Soriano destacò que recientemente la Sedena le informó que otorgó 50 permisos a las minas; mientras que la Procuraduría de Protección al Ambiente del Estado de México (Propaem) y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) no han respondido sobre los permisos otorgados.
“Las dependencias ni siquiera han enviado supervisores a revisar cuales minas tienen permisos; es una negligencia criminal porque están siendo cómplices de la devastación ecológica”, apuntò.
Destacò que entre las anomalías que se han encontrado en las minas se encuentran la utilización de explosivos sin los permisos que han devastado cerros y hasta fuentes de agua, como lo ocurrido en la zona de Cerro Gordo, donde la empresa Grupo Minero Betancourt dejò abandonados dos cajas con 48 explosivos C4 de fabricación holandesa, que utilizaban para romper el basalto.
Abundó que de esto presentaron denuncias ante la Procuraduría General de la República (PGR) y Sedena para que se fincara responsabilidades por la utilización de este tipo de explosivos.
Otra anomalía fue encontrada en la Mina del Colorado, una zona de reserva donada a la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) y que estaba siendo explotada.
El diputado federal sostuvo que los alcaldes de los municipios de Texcoco, Tezoyuca, Otumba, Acolman, Teotihuacán, Nopaltepec, Temascalapa, Tepetlaoxtoc y San Salvador Atenco han sido, también complacientes y están dejando que se exploten los cerros.
“Esas cuestiones que implicaría que en cualquier parte del mundo estuvieran presos los funcionarios federales, estatales y municipales, ellos lo niegan y lo siguen negando. No va a ser una afectación futura ya esta la afectación, hay responsabilidades delictivas”, expresò.
