Postigo
José García Sánchez
La simpleza con la que interpretan los funcionarios públicos la realidad del país no sólo asombra sino que indigna.
Heredero de la manera de interpretar empíricamente la realidad Luis Miranda nada tiene que hacer en una oficina de gobierno Aquellos que afirmaban hace medio siglo que el pobre lo era porque era flojo, o simplemente porque no quería salir de la pobreza, parecen haber sido los maestros del titular de la Secretaría de Desarrollo Social, quien afirmó que también enseñando a trabajar a la gente se combate la pobreza. Como si lo que sobrara fueran empleos, y como si hubiera empleos bien remunerados.
’Lo importante no es saber si tenemos pobreza, sino qué estamos haciendo para combatirla. No se acaba con ella simplemente con una despensa’, dijo.
Un funcionario público al frente de esta dependencia debe tener en primer lugar, consciencia del lugar que ocupa y de la gravedad de la situación del país, sobre todo de la responsabilidad de la administración pública presente y de las anteriores. Lo que cada uno pudo hacer y lo que hizo por combatir la pobreza, pero pareciera que la opinión de Miranda no sólo es superficial sino que muestra una indiferencia digna de otras chambas.
La indiferencia y desconocimiento de los orígenes de la pobreza de los funcionarios públicos han incrementado la miseria en México. La presencia de Luis Miranda en la Sedesol no es la excepción.
La improvisación en cada uno de los rubros de gran responsabilidad es evidente, simplemente podemos ver a un oscuro personaje siniestro como Aurelio Nuño en educación, para darnos cuenta de que nada tiene que ver con la responsabilidad por la que cobra su salario.
Las responsabilidades de la administración pública y hasta las medallas del Congreso como la Belisario Domínguez se le otorgan a los amigos de los funcionarios públicos y no a quienes la merecen.
La pobreza y la miseria crecen en México, y las razones que han dado los titulares de esa dependencia son absurdas. Como fue el caso de la romántica Rosario Robles, quien aseguró que había más pobres que antes porque se reproducen rápido los pobres.
Cuando se desconoce una realidad no sólo por la indiferencia sino por la falta de respeto la responsabilidad del servidor público se convierte en un atentado contra la vida y la salud de los mexicanos que deben tener una mejor calidad de vida.
Las declaraciones de Luis Miranda, el compadre del Presidente, no sólo habla con indiferencia o falta de respeto, sino de desconocimiento del ejercicio político, porque ni siquiera se preocupan por aparentar preocupación por su tarea. Simplemente improvisan un remedo de discurso y salen del paso para seguir en sus escritorios haciendo negocios en nombre del hambre y la miseria.
Esta administración se ha caracterizado por nadar de a muertito en todas las dependencia de gobierno. Nada de avances y muchos retrocesos. Ningún proyecto propio todos heredados y reciclados.
No hace falta conocer el trabajo de Miranda al frente de Sedesol, porque su trabajo es hacer declaraciones y pronunciar discursos con un contenido que insultan a los más denostados del país.
Las palabras d Miranda acusan irresponsabilidad y esto en alguien que combate la miseria es un crimen.
