Texto e imágenes de José Arroyo Reyes
En la tierra de la Cuetlaxochitl, ciento de turistas deambulan por la calles empedradas del Centro Histórico de esta ciudad colonial, aguardando concluir tranquilamente el año 2017 y en espera optimistas de lo que nos ofrecerá el 2018.
ES bonito ver los rostros de los visitantes su expresión de contentos al dejarse encantar y cautivar con mucha arte y cultura que emana en cada esquina, rincón, calle, detalle de este hermoso pueblo del Real de Minas de Taxco, bien llamado también como ciudad galería.
El pueblo se ofrece limpio y seguro al más exigente de del turistas que claman por tranquilidad para calmar mucho su estado de estrés de la grandes ciudades de donde proceden.
Los hoteles, restaurantes y comercios de platerías se encuentran colmados. El templo de santa Prisca y san Sebastián es visitado por nuestros visitantes, pues la difusión del daño que se le hizo el sismo del 19 de septiembre ’gustan ’comprobarlo personalmente.
La monumental flor de Nochebuena que el ayuntamiento de Taxco diseño y armo en la plaza Borda es un paisaje natural y es fotografiada junto a las letras rómbicas blancas con el nombre de TAXCO.
Los soldados desde punto estratégicos con ojo de águila vigilan el orden y la seguridad de los paseantes.
Los vendedores ambulantes de artesanías hacen su agosto en las vísperas de año nuevo.
El zócalo luce radiante y es amenizado de una suave música clásica y los turistas descansan en las bancas de metal deleitándose de una deliciosa nieve de sabores. También las piaras de palomas se les ven felices con tanta gente y comida que les ofrecen.
El tiempo es muy agradable y se le puede consideran como el mejor clima de todo el mundo.
Luego entonces, los lugareños y prestadores de servicios turísticos están contentos con tanta derrama de bendiciones convertidas en recursos que bien les ayudará a soportar la cuesta de enero y lo que se acumule en doce meses.
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