ALLENDE, COAHUILA, (Al Momento Noticias).- Cinco presuntos narcomenudistas detenidos en Coahuila habrían confesado su participación en la desaparición forzada de más de 300 personas, la mayoría de ellas integrantes de una sola familia, perpetrada en este municipio en 2011, informó hoy el director de Seguridad Pública de Allende, Jesús Alberto García Pecina.

Los detenidos, ya consignados ante la autoridad federal, formarían parte de un grupo de 10 presuntos narcomenudistas detenidos en el transcurso del año, según información publicada por el diario Vanguardia en su portal electrónico.

Sin identificarlos, la publicación señala que los detenidos “confesaron haber trabajado como ´cocineros´o sicarios al servicio del crimen organizado entre el 2011 y 2012, cuando se reportó la desaparición de más de 300 personas”, hecho conocido como “la masacre de Allende”.

Agrega que el pasado mes de febrero, el gobierno del estado y autoridades federales encontraron restos humanos durante un operativo efectuado en el norte de la entidad. Actualmente, abunda, esos restos son analizados para saber si son humanos y si puede confrontárseles, mediante estudios de ADN, con muestras de personas que buscan a familiares desaparecidos.

“De acuerdo a la Procuraduría General de Justicia de Coahuila, se tienen reportes de más de mil 800 desapariciones de personas en todo el estado, muchas de estas correspondientes a los municipios de Allende, Zaragoza, Villa Unión, Morelos y Zaragoza, de las que tan solo en el municipio de Allende se estiman alrededor de 300.

“En los municipios de Zaragoza, Morelos, Villa Unión y Allende, se tienen ubicados ranchos, fincas y casas que entre el 2011, 2012 y 2013 fueron habitadas por presuntos integrantes de la delincuencia organizada, mientras que otras fueron utilizadas como casas de seguridad”, señala el diario.

Con relación a las desapariciones forzadas en Allende, el Gobierno de Coahuila solicitó a Estados Unidos la extradición de los narcotraficantes Héctor Moreno Villanueva, José Luis Garza Gaytán y Mario Alfonso Cuéllar, presuntos implicados en los hechos. Los tres fungen en el vecino país como testigos protegidos.

La desaparición forzada de más de 300 personas se habría perpetrado en venganza por una supuesta traición de Héctor Moreno a altos capos del narcotráfico.