Se movió México

Gregorio Ortega Molina/

Se movió México


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Se movió México
Política
Agosto 22, 2014 08:39 hrs.
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Gregorio Ortega Molina/ › todotexcoco.com

Es cierto, moverse es demostrar vida, pero como aseverara Fidel Velázquez, también el que se mueve no sale en la foto. México se ha movido, ¡y cómo!

Empezaron, los presidentes de la República, a mover México desde 1982, cuando Miguel de la Madrid ascendió al poder en medio del ruido de la tambora, y determinó la desincorporación de los activos del Estado; peregrina idea de los economistas, se empeñaron en adelgazarlo.

Y ahora los mexicanos pagan las consecuencias. Ninguna otra manera de explicarlo que con los ejemplos de las dietas excesivas. Mientras los gobiernos se debilitaron conforme se aceleró la venta de las empresas productivas y ociosas del Estado, entre la sociedad el proceso se invirtió, porque en sentido inverso a como escasearon los empleos y se empequeñeció el poder adquisitivo del salario, los mexicanos empezaron a engordar más de la cuenta, porque el gasto doméstico está tan débil que no puede construirse una dieta equilibrada, y el hambre se sacia con tortas de tamal, gordas de chicharrón, comida chatarra y refrescos.

Sí, México se movió física y socialmente. Después del terremoto de 1985, en esta nación se comprendió el alcance y los logros de la solidaridad, por lo que de inmediato Carlos Salinas de Gortari se apresuró a pervertir el término dándole una connotación política por sobre la dimensión humana.

De la renovación moral el país transitó al hermano incómodo, a mister ten per cent, y a pesar de que se colocó a la nación frente a un espejo que simuló ser el umbral del Primer Mundo, en un mismo año hubo asesinatos políticos o crímenes de Estado, el levantamiento en Chiapas y el error de diciembre, lo que determinó el compromiso de ceder los bártulos del poder político a Acción Nacional.

Durante esos 12 años se decidieron confrontar al país entre buenos y malos, primero, después entre narcotraficantes y ciudadanos, de tal manera que se profundizó el corrimiento de los factores de poder, y quienes administraron por tradición el poder político debieron entregarlo al poder económico, a efecto de que los poderes fácticos se adueñaran de la agenda nacional.

Hoy, tras 32 años de denodados esfuerzos por transformar a México, moverlo y conducirlo no se sabe dónde, se culmina la desincorporación de los activos del Estado; las estadísticas oficiales muestran los resultados de esta reingeniería social: pobreza alimentaria y pobreza extrema, violencia, obesidad, pésima educación, infames salarios y ensanchamiento de la brecha social, lo que profundiza encono y resentimiento. México se movió, sí, a la confrontación entre mexicanos, para satisfacción del proyecto geoestratégico de Estados Unidos.

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